Cómo controlar los pensamientos negativos

  • «Descentrarse», significa ser capaz de observar nuestros propios pensamientos y sentimientos
  • Cuando una persona puede observar sus propios pensamientos, es capaz de elegirlos
  • El descentramiento es muy importante como técnica en las terapias cognitivas y en la práctica de la meditación consciente

Es fácil criticar lo que hacemos o decimos, de hecho es más habitual que suceda que lo contrario: «¿Por qué lo hice?», «Por qué lo dije?», «Siempre te equivocas». Lo que no es tan fácil es preguntarse por qué actuamos de esa manera, pero si alguna vez lo has hecho, si has tomado distancia de tu experiencia mental inmediata, entonces has aplicado la estrategia del descentramiento que no es otra cosa que  ser capaz de observar tus propios pensamientos y sentimientos. Es el acto de alejarte de cómo te sientes para ganar un poco de distancia, dentro de tu mente.

Pensamiento Rumiante by chavelly91 on Genially

Los primeros trabajos sobre descentramiento mental datan de 2015, un artículo publicado por Bernstein et al. en Perspectives of psychological Science, lo define como la capacidad de centrarse en una postura sin prejuicios hacia ese pensamiento o sentimiento aceptándolo. O, si te resulta más fácil de entender, cuando piensas, «arruino todo lo que hago», en lugar de creértelo y aceptarlo como la verdad de tu realidad, simplemente puedes reconocer que has tenido un pensamiento acerca de arruinar todo lo que haces. No tienes que aceptar ese pensamiento, o responder a él, o actuar como si fuera verdad, simplemente lo dejas ir.

El descentramiento involucra tres conceptos : 1) conciencia de la conciencia (o «meta-conciencia»), 2) no identificarse con la propia experiencia interna, y 3) reaccionar en forma baja o moderada a nuestros pensamientos.

 Nina Josefowitz, Ph.D., señala en su blog que el descentramiento supone «reconocer que los pensamientos son eventos mentales que no son necesariamente ciertos y a los que no es necesario reaccionar o creer.»

Otros estudios han demostrado que la descentralización puede aumentar la motivación al logro de objetivos personales relacionados con hábitos, como por ejemplo, la pérdida de peso en personas habituadas a los atracones. En 2018, Katy Tapper y Zoyah Ahmed publicaron un estudio en Frontiers in Psychology que sugiere que la atención plena con prácticas de descentramiento, podrían ayudar a éstas personas a controlar la ingesta excesiva de alimentos altos en calorías como el chocolate.

Este punto de vista, sugiere que hay una relación entre un bajo nivel de meta-cognición (la capacidad de las personas para reflexionar sobre sus procesos de pensamiento ) o descentramiento y algunos síndromes ansiosos y depresivos.

Los síndromes ansiosos y depresivos tienen incidencia en la calidad de vida y en las actividades cotidianas. Los síntomas depresivos incluyen un estado de ánimo bajo, disminución del interés por temas habituales, agitación, fatiga, insomnio o hipersomnia, sentimientos de inutilidad o culpa exacerbados, disminución de la concentración, desesperanza y , en algunos casos, pensamientos recurrentes de muerte.

Los síntomas ansiosos, por su parte, se caracterizan por la expectativa de una amenaza futura ,un estado de alerta, cansancio, trastornos del sueño, tensión muscular, irritabilidad y dificultad para controlar los pensamientos catastrofistas .

Estos síndromes suelen presentarse juntos, y las personas que los sufren suelen lidiar con cierta incapacidad de tomar distancia de las emociones y pensamientos, o de conectar con experiencias de bienestar emocional.

En cambio, aquellas personas con capacidad metacognitiva o de descentramiento desarrollada, pueden «observar» sus pensamientos y emociones como algo pasajero en vez de identificarse con ellos. Es decir, una persona con capacidad metacognitiva podrá observar como piensa en que algo malo va a suceder sin creérselo y recordando todas las veces que pensó lo mismo y nunca sucedió, pero también es capaz de pensar en toda las veces en que fue optimista y positivo, conectando con otros recuerdos de su vida que le permiten construir narrativas personales menos angustiantes.

Como para detener los pensamientos obsesivos – Desansiedad

Con mucha investigación psicológica detrás, y muchos escritores declarando que es un componente esencial de la salud mental, parece claro que el descentramiento o la metacognición no son sólo palabras de moda o una tendencia psicoterapéutica. 

Entrenarte en la capacidad de dar un paso atrás en el contenido de tus pensamientos cuando son rumiantes, recurrentes y negativos, puede ayudarte a resolver ese malestar. Es demasiado fácil castigarse a sí mismo con pensamientos autocríticos, o crear creencias amenazantes acerca de la forma en que encajamos en el mundo, ganar cierta distancia en estos pensamientos y creencias puede ser menos fácil pero un paso importante hacia un mejor auto-cuidado.

Referencias:

Bernstein, A., Hadash, Y., Lichtash, Y., Tanay, G., Shepherd, K., & Fresco, D. M. (2015). Decentering and related constructs: A critical review and metacognitive processes model. Perspectives on psychological science: a journal of the Association for Psychological Science, 10(5), 599–617.

Josefowitz, N. (2021, May 27). Help Your Clients Use Mindfulness and Decentering to Put Their Negative Thoughts Aside. Retrieved from https://www.newharbinger.com/blog/professional/help-your-clients-use-mi…

Tapper, K & Ahmed, Z. (2018, April 24). A mindfulness-based decentering technique increases the cognitive accessibility of health and weight loss related goals. Frontiers in Psychology, 9, Article 587.

Fuente :

https://www.psychologytoday.com/us/blog/i-hear-you/202111/heres-the-real-secret-fighting-negative-thoughts

Linares, Gutierrez, Soler: El papel del mindfulness y el descentramiento en la sintomatología ansiosa y depresiva, Clínica y Salud; Vol.27, No 2, pag 51-56. https://journals.copmadrid.org/clysa/art/j.clysa.2016.03.001

5 definiciones del psicologo de salud

Psicología De La Salud - Definición, Subcampos, Aplicación, Teoría Y Más

1)Es un psicólogo que orienta a las personas para “convivir” con sus problemas de salud, sobre todo aquellos crónicos.

2) Es un psicólogo que entiende las dificultades existentes en el  cambio hacia hábitos saludables y practica  la educación y promoción de la salud para el logro de objetivos de bienestar (Palmer, Stubbs & Wybrow)

3) Es un psicólogo que trabaja con otros profesionales de la salud para conocer las creencias y las actitudes que influyen en la forma en que las personas entienden la salud y la enfermedad.

4)Es un psicólogo que trabaja  sobre los objetivos, la identificación de obstáculos y  los sistemas de soporte personal para lograr en el paciente mayor adherencia al tratamiento y a los cambios en el estilo de vida que facilitan el control de la enfermedad.

5) Es  un psicólogo que favorece alianzas responsables para lograr el mayor estado de bienestar posible en las circunstancias que la enfermedad instala tomando siempre en cuenta las directivas del equipo de salud: médicos, fisioterapeutas, etc.

La psicología de la salud intenta reemplazar el viejo modelo médico del “haz lo que yo te digo”  para centrarse más en el empoderamiento del paciente como agente de salud, entendiendo sus miedos, sus resistencias y fomentando su motivación a través del descubrimiento de sus zonas fuertes internas.

Significa reforzar la idea de que no hay enfermedades sino enfermos rescatando lo individual de la historia personal para entender:

¿Qué significa esta enfermedad?

¿En qué momento de mi vida aparece?

¿Con qué cuento para mejorar?

¿Qué cambios tengo que hacer?

¿Cuando los haré?

¿Con quién los haré?

¿Por qué no puedo hacerlos?

¿Qué necesito para hacerlos?

¿Qué me falta?

La psicología de la salud se diferencia de la tradicional “educación para la salud” en la que las “pautas saludables” se entregan en forma de intructivos, libros, CD, charlas,  en una relación unidireccional basada  en que el profesional de la salud” sabe” y el enfermo desde luego que no, por lo que la info se imparte sobre la idea de que la persona “haga lo que tiene que hacer”.

El psicólogo de salud por el contrario guía al paciente para que aborde sus creencias, sus forma de reaccionar frente a la salud o la enfermedad, explore sus posibilidades frente al hecho consumado de la enfermedad crónica y sea un elemento activo en mejorar su calidad de vida. La relación ya no es unidireccional sino circular: medico/psicólogo- paciente.

Qué es la Psicología de la Salud? - Te Queremos Escuchar psicólogos en  línea | TQE

Referencias:

Palmer, Stubbs & Wybrows: (2003) Health coaching to facilities healthy behaviors , en International Journal of health promotion and evaluation.41(3) 91-93

¿Cómo se conectan el estrés, el mindfulness y la resiliencia? Cuando cambiar la pregunta ayuda a encontrar la respuesta

“La paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces es cuando puedo cambiar”

(Carl Rogers)

La atención plena (mindfulness) es un estado de observación activa y abierta al aquí y ahora En este estado conectamos con nuestros pensamientos y sentimientos sin juzgarlos como buenos o malos. Vivir con atención plena es vivir enfocado en el presente, sin anticipar el futuro o hurgar en el pasado. Es una excelente herramienta para evitar la autocrítica destructiva y los juicios a la hora de manejar nuestras emociones más negativas.

Esta práctica, incorporada hace ya más de diez años a distintas corrientes psicoterapéuticas`, enraiza en las filosofías budista e hinduista y en conceptos como el «Sati» (1) definido como «memoria» pero en el sentido de aquello que significa «presencia» de ánimo , más que memoria del pasado, Su sentido es evitar la confusión al centrarse en el objeto. Se asocia a «atención», «conciencia plena», «estar presente» y dentro del budismo se considera un primer paso hacia la «iluminación».

Las ciencias de la salud y en particular la medicina y la psicología se encuentran en un momento de expansión de sus fronteras teóricas y de investigación. En ese contexto han ido surgiendo nuevas intervenciones para dar respuestas a diversos problemas relacionados con la salud física y mental. La atención plena, se ha integrado a la psicoterapia dialéctico conductual, la psicoterapia de aceptación y compromiso, la psicoterapia dinámica humanista, etc.. CONCIENCIA PLENA y ACEPTACIÒN serían las palabras claves para comprender cómo funciona esta práctica.

Una investigación realizada en la Universidad de North Carolina (2) encontró que aquellas personas que logran equilibrar el vivir en el aquí y ahora con un razonable planeamiento del futuro a corto y mediano plazo, son más capaces de enfrentar situaciones de estrés sin caer en síntomas de negación, enojo, ansiedad o agotamiento mental.

» Es ampliamente aceptado el dato de que los estresores cotidianos tienen el poder de generarnos emociones negativas y mal humor», dice Shevaun Neupert, profesora de Psicología de esa Universidad y miembro del equipo que realizó la investigación, «Nuestro objetivo es aclarar puntos relativos a cuales serían las variables que más influyen en cómo respondemos al estrés en el día a día.»

Los investigadores se centraron en el análisis de dos herramientas que -se cree- influyen directamente en cómo manejamos el estrés : mindfulness y técnicas de afrontamiento.

Mindfulness refiere al estado en que las personas se centran en el aquí y ahora y viven el momento presente sin juzgar. Las técnicas de afrontamiento reúnen las estrategias que se usan para planificar cambios que reduzcan las probablilidades de estrés en el futuro. Entre ellas las más eficientes refieren a la autocrítica, el apoyo social, la expresión emocional, la resolución de problemas, la reestructuración cognitiva y el pensamiento desiderativo.

Concretamente, la investigación consistió en explorar cómo respondían al estrés 223 participantes: 116 de ellos tenían entre 60 y 90 años y 107 , entre 18 y 36. Todos vivían en USA ,

Se les pidió que completaran una encuesta inicial para detectar su predisposición a utilizar habitualmente estrategias de afrontamiento. Los participantes fueron completando cuestionarios durante 8 días para detectar fluctuaciones en sus niveles de atención plena. En esos 8 días también se les pidió que reportaran si habían tenido situaciones de estrés y si habían respondido a ellas con mal humor, enojo, o ansiedad.

Se vió que utilizar estrategias de afrontamiento proactivas era un factor beneficioso en lo que a limitar los efectos del estrés diarios se refería, algo así como » si sé qué voy a hacer y cómo tengo hacerlo, no me preocupa tanto». Pero – y esto fue lo más novedoso- esos beneficios derivados de la percepción de control de la situación disminuían los días en que, por alguna razón, la atención plena era menor.

» Nuestros resultados concluyeron que una combinación de estrategias de afrontamiento proactivas y altos niveles de mindfulness logran mayor resiliencia contra los factores estresores en todas las edades.» dice Neuper. «Básicamente, encontramos que la planificación proactiva y la atención plena, representan aproximadamente una cuarta parte de la influencia de los factores estresores en el afecto negativo».

«Las intervenciones dirigidas a controlar las fluctuaciones diarias en la atención plena pueden ser especialmente útiles en aquellas personas más inclinadas a planificar y pensar en el futuro antes de permanecer en el presente» (3). El artículo fue publicado en el Journal Personality and Individual Differences.

Estas nuevos abordajes e intervenciones psicoterapéuticas ponen de manifiesto que la habilidad para hacer foco en el aquí y ahora y tratar de vivir las experiencias del día a día – crisis incluidas- sin juzgar o atar la narrativa a prejuicios sobre la propia historia puede ser una estrategia exitosa, sobre todo en las crisis vitales, el envejecimiento, la jubilación, los cambios laborales y familiares, las transiciones en las narrativas individuales.

Esta mirada interesada en conceptos y practicas filosóficas ancestrales, tiene la particularidad de proponer una articulación entre los encuadres centrados en el impacto de lo que no sabemos de nosotros mismos (propios de una orientación dinámica o psicoanalítica), y aquellos encuadres a los que solo les importa el self, la comprensión cognitiva y el control de la conducta .

Las denominadas «Terapias de tercera generación»(4) hacen referencia a este nuevo paradigma que le ha permitido a las psicoterapia cognitivo conductual superar sus hándicaps y a las psicoterapias dinámicas y humanistas resignificar su encuadre teórico.

El cambio más significativo que investigaciones como las mencionadas señalan, es la habilitación de la importancia de los contextos y de las intervenciones holísticas. Esa aproximación a lo humanista y a la praxis con técnicas milenarias como la contemplación es una instancia en desarrollo pero llena de nuevas preguntas.

La capacidad de resiliencia es hoy uno de los mejores predictores de salud mental. El proceso de reparación psicológica de nuestros objetos internos dañados (5), incluye buscar nuevos caminos que nos permitan ponemos de pie después de todo tipo de pérdidas y este objetivo cobra especial relevancia en un contexto psicosocial de incertidumbre como es el actual.

Una nueva forma de entender la realidad psíquica está en proceso. La capacidad de hacernos nuevas preguntas y no temer a los cambios de paradigma será una condición imprescindible para integrar conocimientos sobre la complejidad de la mente humana.

Resiliencia empresarial: cómo potenciarla en época de crisis | Recursos  Humanos | Apuntes empresariales | ESAN

Referencias:

1) PARRA DELGADO, M., MONTAÑÉS RODRÍGUEZ, J. MONTAÑÉS SÁNCHEZ, M. y BARTOLOMÉ
GUTIÉRREZ, R.: “Conociendo mindfulness”, en ENSAYOS, Revista de la Facultad de Educación de
Albacete, Nº 27, 2012. (Enlace web: http://revistas.uclm.es/index.php/ensayos )‐

2) Thinking ahead and staying in the present: implications for reactivity to daily stressors. Melody G Polk, Emily L. Smith, Ling -Rhui Zhang, Shevaun D, Neuper,

https://doi.org/10.1016/j.paid.2020.109971.
(https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0191886920301604)

3) https://news.ncsu.edu/2020/03/mindful-proactive-positive-mood/

4) https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0005789404800133

5) https://www.anaminieri.com/proceso-reparacion-psicologica/

Relaciones que enferman: el caso Lady Di

«Todos me van a culpar, no?» Príncipe Carlos al conocer la noticia de la muerte de Lady Di.

Lady Diana Spencer princesa de Gales. ha sido un personaje controversial tanto durante su corta vida como después de su muerte. Nacida en Norfolk (UK) el 1 de Julio de 1961 en el seno de una familia aristocrática, probablemente hubiera permanecido en el anonimato si no hubiera sido por su matrimonio con Carlos Príncipe de Gales, heredero al trono de la añosa monarquía inglesa, ocurrido el 29 de Julio de 1981.

Lady Di: la princesa solitaria del traje de baño azul celeste siete días antes de morir | loc | EL MUNDO

¿Fue la suya la historia de una tragedia? o ¿Fue una exitosa iniciadora de la manipulación de la social media?, ¿Fue la víctima de una infancia traumática en permanente búsqueda de afecto o una consumada actriz ávida de fama?

Probablemente fue todo eso y mucho más aún,  puede que hayamos simplificado el relato de este drama romántico al estilo Jane Austen,   hasta  creernos que simplemente se trató de «la princesa rebelde» que no pudo soportar no ser amada por su esposo,  una víctima de la prensa y una abanderada de los marginados».

En realidad,  el análisis de los datos existentes permiten concluir que Diana Spencer se encontraba afectada por un síndrome compatible con el  Trastorno Límite de la personalidad con episodios reiterados de depresión profunda, bulimia, ataques de ira y automutilación.

Esos rasgos pre existentes se agudizaron por el cambio de vida que supuso para una joven de apenas veinte años y sin experiencia de ningún tipo ser parte de una de las casas reales más tradicionales y rígidas de Europa, aún perteneciendo ella misma a la aristocracia.

Por su parte, el Príncipe Carlos de Gales compartió con Diana una infancia desgraciada en lo que a apego seguro y confianza básica se refiere, aunque por diferentes razones.  Del análisis de sus cartas, sus declaraciones públicas y algunos escritos, se puede inferir  que sus rasgos emocionales y conductuales están más cercanos a una estructura de base depresiva, con  tendencia a la introversión, a una auto exigencia extrema, cierta pasividad, un espíritu reflexivo y la sensación de ser culpable e inadecuado.

Esta fue una relación en la que ambos fueron personas tóxicas para el otro y  victimas de un sistema de valores perverso, tanto desde el punto de vista institucional como social.

Es muy posible que Diana no haya recibido un tratamiento adecuado, ni siquiera un diagnóstico adecuado porque  es recién en 1980  que el Trastorno Límite de la Personalidad entra por primera vez en el DSM III, la clasificación categorial de los trastornos mentales.

Y aún en esa instancia,  su validez  era aún muy limitada, debido a su  evidente precariedad clínica para identificar síntomas que parecían no tener nada que ver con la psicopatología. ¿Era un problema de salud mental o una personalidad inmadura o caprichosa lo que aquejaba a la joven y -como no podía ser de otra manera -bella princesa?

¿Y Carlos? el ya no tan joven  príncipe se encontró enfrentando el mismo dilema que había sacudido las raíces de la monarquía inglesa con la abdicación de Eduardo VIII en 1936.

Su relación con  Camila Shand -luego Parker Bowles- era objetada por el establishment real que lo empujaba a buscar la mujer «correcta» definida como  alguien más joven y manipulable, dispuesta a aceptar las reglas del juego.

Los sentimientos no habían formado parte  de los avatares sucesorios  y eso nunca había sido un problema  para la monarquía hasta que su tío Eduardo se enamoró de Wallis Simpson, esa señora americana poco agraciada y divorciada dos veces.

Si bien en los círculos de la realeza la infidelidad históricamente era «una forma de vivir», debido a que las parejas reales pocas veces se armaban desde el amor cortés, se respetaba el protocolo sin discutirlo. Una amante jamás interfería en la vida pública.  Así lo sabían  Freda Dudley Ward o Thelma Furness,  solo un par de las muchas amantes de Eduardo de Gales que  habían aceptado mantener su perfil bajo. Pero Wallis Simpson estaba hecha de otra pasta  y desde el comienzo dejó en claro que ella había llegado para quedarse.

Carlos tuvo que cargar con la cruz de esa historia, que -curiosamente- era la causa de que él mismo fuera «heredero». En una increíble  versión del «efecto mariposa»,  repetía esa triste historia al verse impedido de elegir libremente a su esposa, cosa que perfectamente podría haber hecho si Wallis Simpson se hubiera quedado quietecita y callada,  Eduardo hubiera continuado siendo rey y ……largo etc.

No fue así y la personalidad de Carlos de Inglaterra encontró en su fallida relación con Diana una fuente inagotable de malestar y viceversa.  Él simplemente había seguido el consejo de su tío Dickie Mountbatten, a quién amaba y respetaba, al elegir una joven de carácter dulce y sin pasado romántico y Diana reunía -en apariencia-  ambas condiciones.

Creyó, ingenuamente, que podía llegar a desarrollar un cariño sincero por ella y quizás así hubiera sido en otras circunstancias, ella por su parte decía estar enamorada ¿Era eso posible?. Carlos y Diana se vieron solo 12 veces antes de su casamiento, ella tenia 20 años y él 32, ella desconocía casi todo lo relativo al claustrofóbico mundo de Buckingham Palace pero en los papeles parecía «perfecta» , virginal, deportista, entusiasta, moderna y con gusto por las actividades campestres. ¿Qué podía salir mal?

Es cierto que su educación no había sido la mejor, pero su esfuerzo por captar la atención del príncipe fue evidente para todos los que compartieron esos momentos y él necesitaba «resolver el tema». A pesar de sus dudas, el 6 de Febrero de 1981 él le propuso matrimonio y Diana dio el SI en medio de un mar de sonrisas y miradas de costado.

Diana de Gales. Carlos y Diana

Los problemas comenzaron inmediatamente después del compromiso, con la mudanza de Diana a una suite en Buckingham Palace. Casi no hubo encuentros con Carlos en esas semanas  y la presión de su nueva situación terminó siendo  un disparador de sus viejos síntomas : su ansiedad aumentó, sus estados depresivos, volátiles y cambiantes también y volvió a los  atracones y conductas de purga, como había hecho en su adolescencia ante el exceso de estrés.

Al mismo tiempo se fueron desarrollando unos celos enfermizos por Camila que pronto se transformarían en obsesión y rabietas continuas.

La primera interpretación del entorno tuvo que ver con «los nervios propios de los preparativos y las dificultades de adaptación a su nueva situación». Carlos manifestó su preocupación pero ya estaba demasiado comprometido y nadie parecía ver que algo fuera de lo común estaba sucediendo.

Algunas personas cercanas afirman que pronto detectaron una obstinación desconcertante detrás de la evidente vulnerabilidad emocional de Diana que contrastaba con su ausencia de conciencia de situación y, por supuesto, sin una mínima conciencia de enfermedad.

La luna de miel fue de todo menos romántica, Carlos  estaba perplejo por sus cambios de humor, era obvio que tenían una idea muy diferente de como pasar tiempo justos . El se había llevado algunos lienzos y una pila de libros de Van der Post, el místico y escritos afrikaaner , que esperaba poder comentar con Diana. Ella, por el contrario no era una gran lectora y en realidad aspiraba a toda su atención…hablarrr, hablarrr y SOBRE TODO, ser escuchada. Una mutua decepción.

Se trataba de la habitual disonancia de las expectativas sobre el otro presente en aquellas  relaciones en donde la empatía brilla por su ausencia.

Diana vivía en un mundo romántico que nublaba su interpretación de lo que significaba casarse con la monarquía. Seguramente creía que la suya sería una novela romántica. La idealización extrema es un rasgo de inmadurez emocional, en este caso, la personalidad introvertida de Carlos ayudó a instalar la decepción.

Con el tiempo, la Reina Isabel II,  el Príncipe  Felipe y los otros miembros de la familia real se percataron que detrás de los desaires de Diana al protocolo que la hacían dejar la mesa antes de finalizar una comida o ni siquiera presentarse,  había algo más que «juventud y rebeldía» pero la Reina Isabel, alérgica a la confrontación ni dijo ni hizo nada.

Carlos estaba solo y tampoco dijo ni hizo nada. Y Diana evidentemente no quería ni sabía salir de ese laberinto ¿Qué buscaba? probablemente calmar su inestabilidad y su vacío: siempre había fracasado en todo lo que se había propuesto, lo académico, lo artístico o lo deportivo y ahora el desafío ya había sido logrado…. ¿Había que seguir?

El habitual «Te odio, no me dejes!»  de los vínculos de las personas afectadas por TLP se desplegaba en toda su ambiguedad.

Diana no  creía necesario construir o pulir su rol.  «Es aburrido» decía frente a cualquier intento de enseñarle sus deberes reales. Había descubierto que bastaba con mostrarse cálida y cercana en público para ser valorada como una verdadera «joya de la corona»; el azar  había convertido su espontaneidad en una fortaleza aún siendo incapaz de sostener un compromiso  duradero con su nueva realidad a la que valoraba como amenazante.

Sin saberlo, su estilo fresco y amigable, producto de su temperamento pero también de su ignorancia de las reglas encajó perfectamente en el hartazgo social por unos personajes reales distantes y fríos y puso de manifiesto  la decadencia del Imperio tal como había funcionado hasta ese momento. En  términos actuales, se transformó en una influencer , solo con su presencia y algunos gestos pudo construir credibilidad, transformándose en un referente de marca en forma espontánea.

Este dato, no menor terminó siendo un elemento que jugó en contra de toda posibilidad de superación de sus dificultades vinculares con Carlos.

Otro hito importante para tratar de entender el guion de ésta historia,  fue el nacimiento del primogénito Guillermo de Cambridge en 1982 que desencadenó un cuadro de depresión post parto muy agudo, descrito por ella misma en la famosa y -ahora- controvertida entrevista que diera a Martín Bashir en 1995 :»Te despiertas por la mañana sintiendo que no quieres salir de la cama, te sientes incomprendida y con el ánimo muy bajo”, reconoció.

En esa entrevista  dice no haber recibido ayuda, no obstante hay constancia de su rechazo a cuanto psiquiatra y psicoterapeuta se le propuso. También sitúa  en esa época el inicio de sus conductas auto lesivas y su bulimia, dato no avalado por testimonio de familiares que sitúan estos episodios en épocas tempranas de su vida  y agrega:

Cuando nadie te escucha, o si sientes que nadie te está prestando atención, todo tipo de cosas comienzan a suceder……tienes tanto dolor dentro de ti mismo que intentas hacerte daño por fuera porque quieres ayuda, pero estas pidiendo la ayuda incorrecta”, una perfecta descripción del mundo emocional de una persona afectada por TLP-

Pareciera que en ese momento,  Diana pudo organizar el «relato» que la victimizaba y daba sentido a su conducta : «Ellos me enfermaron» «Ellos son el enemigo», refiriéndose al entorno de Carlos  como aquellos que le causaban dolor al afirmar que era inestable y que debían internarla antes de que se convirtiera en una vergüenza para la familia real.

“Bueno, el enemigo era el departamento de mi marido (sus consejeros y secretarios), porque yo siempre recibía más publicidad que él, mi trabajo era mayor y se discutía mucho más que el de él”, dijo en esa ocasión.

Princesa Diana: la polémica sobre la manera en que la BBC obtuvo "la entrevista del siglo" hace 25 años - BBC News Mundo

Creemos que en esa entrevista, no había otra intención de su parte más que darle sentido entre tanta presión y tanta irracionalidad a todo lo sucedido en esos 15 años elevando su «personaje» por sobre el de los demás, en un intento de construir una identidad solo basada en la imagen, en lo que los otros ven,  por aquello de que «solo cuando me miran soy». Curiosamente, es la misma estrategia que, en forma menos exitosa, había intentado treinta años antes otra celebridad probablemente afectada de TLP, Marilyn Monroe

Según la historiadora Sally Bedell Smith, Diana comienza a odiar todo lo relativo al mundo de su marido, sus hobbies,  el polo, sus pinturas, su gusto por la jardinería, incluso su amor por Shakesperare  muy temprano en la relación. Buscar motivos de roces o peleas era una conducta habitual, le costaba mantener los espacios de privacidad mutuos, se dedicaba a recordar a su marido que nunca sería rey y a alejar a sus amigos más cercanos como los Parker Tomkinson o Nicholas Soames. Raro en alguien que supuestamente se había enamorado casi a primera vista.

«La perversa Camila » se erigió en la causa de todos sus males,  en realidad parece ser que  Carlos recién retomará su romance con ella en 1986 cuando ya hacía rato que Diana se sentía espiada y paranoica y su segundo hijo Harry ya había nacido.

Carlos decidió pedir consejo sobre el estado de ánimo de Diana a Laurens Van der Post, después del nacimiento de Guillermo. Van der Post sugirió consultar  al psicoterapeuta Alan Mc Glashan  quien solo programó ocho sesiones con Diana asegurando que, si bien era una mujer con problemas emocionales,   estos no eran  patológicos. Contrariaba así la opinión del Dr. John Batten médico de la Corte, quién junto a otros prestigiosos profesionales como el Dr, David Mitchell o el Dr,Michael Pare, que había recomendado antidepresivos y psicoterapia cognitiva conductual, frente a lo que diagnosticaban como una enfermedad mental en ciernes.

No sabemos qué opinó Carlos sobre las conclusiones del psiquiatra pero él mismo inició, y mantuvo, la psicoterapia con Mc Glashan durante 14 años hasta 1995 lo que habla -por lo menos- de un mínimo insight respecto a su necesidad de ayuda profesional.

En todo caso, nada funcionó porque nadie parecía entender qué pasaba, por qué pasaba ni cómo resolverlo . A las conductas ya señaladas se agregó con los años otro de los síntomas ocultos en el trastorno límite  en forma de escarceos amorosos con personas de su servicio, guardaespaldas o choferes o profesores de equitación.

Como sucede en este tipo de relaciones, se instaló una permanente revancha en esa guerra no declarada y que claramente no podía tener ganadores, porque las relaciones tóxicas, por definición, solo admiten víctimas.

Golpeado por el impacto mediático que la publicación de libros como el de Andrew Morton que cuestionaban su capacidad como padre o como gobernante o la misma entrevista de Bashir ya comentada, Carlos  sucumbió a la falta de cintura para enfrentar el canibalismo de una sociedad sedienta de mitos. Nada que un asesor de imagen no pudiera arreglar, pero todo fue inútil ante el carisma natural de la princesa que se movía como pez en el agua en ese mundo ávido de modelos a los que admirar y con los que identificarse.

Un mundo en el que cabían Naomi Campbell, La Madre Teresa de Calcuta y la misma Diana en esa crisis de los `90, caracterizada por la falta de certezas, el debilitamiento de las estructuras familiares y laborales, las nuevas enfermedades como el SIDA o las fronteras abiertas y permeables. En ese nuevo contexto es la información y su consumo lo que genera atención.

Por eso se impuso la veta histriónica de Diana que supo afianzarse como un personaje atractivo y, en algún sentido, resiliente con sus visitas a Somalia o India o en sus presentaciones públicas abrazando enfermos.  Su osadía opacó para siempre los intentos de Carlos de exponer su interés por diversas causas y su compromiso con sus ideas, cosa que aún hoy sigue intentando hacer. Digamos que Diana estuvo en el lugar justo y en el momento socio cultural indicado y supo negociar con el Poder, el problema era que le faltaba un «para qué» más allá de su «venganza».

Frente a la concreción de su divorcio  en 1992, su revancha llegó una noche de verano de 1994.  La fiesta de Vanity Fair y el vestido negro de la diseñadora griega Christina Stambolian marcaron el inicio de una nueva etapa en la vida de Diana, “Una de las primeras cosas que hizo fue empezar a ponerse tacones”, cuenta David Sasson.,  “Sus faldas se acortaron, su ropa comenzó a ser cada vez más sexy y Diana se convirtió en la rutilante y glamorosa princesa que hoy recordamos”.

23 años de la muerte de Lady Di: la historia detrás del vestido negro de la venganza

¿Qué pasó después? Durante dos años Diana siguió cultivando un perfil altísimo que si bien en muchos casos sirvió para – por ejemplo-  poder hablar públicamente de su bulimia y concienciar sobre la importancia del cuidado de la salud mental, no parece haber logrado controlar su tendencia al permanente pasaje al acto y su dificultad en encontrar «SU» lugar en el mundo. No hay registro de que haya buscado apoyo psicofarmacológico y/o psicoterapéutico o realizado algún tipo de búsqueda de desarrollo personal.

Mas bien todo lo contrario, su última relación con el imprevisible  Dodi Al Fayed en esos nueve días de yate y vacaciones de Agosto de 1997 y  su juego del gato y el ratón con los paparazzis  hasta ese  triste final a 190Km/h  contra la columna 13 del Puente del Alma de la icónica Paris, son una metáfora de las múltiples tragedias personales de esta historia.

Su muerte -totalmente prevenible- es el broche final de una relación que enfermó a todos los involucrados y nos hace pensar en la responsabilidad que nos cabe.

Porque, si bien la historia de Carlos y Diana se entiende en el contexto histórico de los 90 y en la necesidad de construir mitos donde haya héroes y villanos, resulta que 25 años después  una serie en una plataforma de maxima audiencia como es Neftlix, retoma el relato ahí donde el publico lo dejó, reafirmando el culebrón, obviando la responsabilidad de hablar de los aspectos no dichos de ésta historia y eludiendo la visibilización de los trastornos mentales que fueron parte del núcleo duro de cualquier explicación posible de lo que pasó.

Si los productores de la serie The Crown , 4 temporada, o su creador Peter Morgan, creen cubrir sus responsabilidades con un breve anuncio sobre los trastornos alimentarios al inicio de cada episodio, están muy lejos de entender que 25 años son muchos, que la ficción no es impune si pretende disfrazarse de verdad  y que las fantasías debieran ser revisadas por respeto a las nuevas generaciones.

Las relaciones que enferman no pueden ni podrán ser evitadas pero estaría bien que dejáramos de temer  llamar a las cosas por su nombre.

 

The Crown': "Injusta", "preocupante" y "cruel" en su temporada 4

Fuentes :

Bedell Smith Sally : Prince Charles: The Passions And Paradoxes Of An Improbable Life

https://www.trastornolimite.com/

https://time.com/4918729/princess-diana-mental-health-legacy/

Morton Andrew : Diana, su verdadera vida. Ed. Emece, 1992

Lady Colin Campbell: The Real Diana, Arcadia Books, 2016.-

 

 

La nueva normalidad: ¿Por qué será difícil volver a sentirnos «normales?

«La vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino solo por falta de significado y propósito». Victor Frankl

 

Desde el punto de vista psicológico, la cuarentena por coronavirus COVID -19 ha significado una provocación  intelectual. Hemos tenido que procesar una gran cantidad de información, mucha de ella contradictoria, en poco tiempo y eso ha complicado la estabilidad del circuito : pensamiento -emoción – conducta.

¿Cómo funciona ese circuito? Una idea que surge a partir de algún dato, una información, una determinada situación en la que nos vemos inmersos activa emociones que resultan en una conducta de «ataque o huida», enfrentamos o evitamos vivir ese momento.

Ese circuito puede también ser resultado de emociones vinculadas a vivir algún evento que desencadena pensamientos, recuerdos, etc, o una respuesta a una acción cuyos resultados nos genera una creencia y una emoción asociada. Podemos verlo en dichos de la vida cotidiana, por ejemplo el clásico:»El que se quema con leche, ve una vaca y llora», una experiencia genera una creencia que se reproduce emocionalmente cuando volvemos a exponernos a la misma situación.

 

La relación entre los pensamientos, las emociones y el ...

Y una de las palabras claves que usa la mente para procesar información es «normal», un vocablo que sugiere que algo es habitual u ordinario, se haya en su estado natural o se ajusta a una regla . Pero ¿Qué significa -realmente- «normal»? ¿Por qué lo que es «normal» para alguien puede ser anormal para otro? ¿Quién decide lo que es normal y lo que no?

Charles E Scott, profesor emérito de filosofía de la Universidad de Vanderbilt, observa que la palabra ·normal» lleva implícito un poder o autoridad para distinguir cosas o situaciones. Así es que la mente se desliza furtivamente desde la descripción a la prescripción.

Por ejemplo, a partir de un hecho observable (mucha gente es heterosexual) se concluye rápidamente una jerarquía en la cual la heterosexualidad es la correcta, mejor o más natural orientación sexual. El hecho a partir del cuál instalamos una categoría, se transforma en un standard, una norma y todo aquello que es divergente no solo pasa a ser distinto sino que es «anormal». Esto supone sentimientos y emociones asociadas y conductas legitimadas más allá de cualquier otra lógica. Lo «normal» es así casi siempre mejor que lo «anormal».

¿Por qué funcionamos así? pues porque necesitamos calmar nuestro miedo a lo que no conocemos, sentirnos parte de un grupo que comparte certezas, legitimar nuestras acciones por más arbitrarias que resulten. Lo normal resulta ser sinónimo de «mejor». Generalmente no suele haber evidencia, más allá del consenso, que indique qué condición es normal o no.

Por eso, generalmente se recurre a la estadística: será normal aquello más frecuente, aquello que la gente hace habitualmente. «Normal» es lo que un grupo acepta hacer, es impensable un individuo aislado «normal».

Otra forma de definirlo es en base a un ideal de armonía o de «como debe ser». Por último, apelamos al pensamiento científico que define la normalidad en términos de cómo hemos sido biológicamente diseñados; es la mirada de la ecología bio psico social, que hace que descartemos todo aquello que no contribuye a nuestra supervivencia como especie, por ejemplo: «es normal querer, cuidar y proteger a nuestra descendencia»,

Estas tres definiciones de normalidad :

  1. estadística
  2. aspiracional
  3. funcional

Suelen conectar una con otra en nuestro día a día. Cuando observamos los discursos post COVID-19, notamos que uno de los conceptos que rápidamente se ha instalado es el de «nueva normalidad», que más o menos parece significar que, una vez que logremos como grupo humano global contener la pandemia, la mayoría volveremos a ser los que eramos 1) pero como sociedad consensuaremos cambios de hábitos 2) que serán mejores, más éticos y más seguros 3) para la supervivencia de nuestra especie.

El lema parece ser : » Lo normal es + seguro». Esta es una de las razones por las que,  respuestas políticas como la de Suecia en su estrategia frente al coronavirus resulta «anormal» y  ha estado sujeta a cuestionamientos y debates. ¿Es normal apelar al criterio y la responsabilidad individual para contener una amenaza a la vida y el bienestar o debe prevalecer la opinión del rebaño?

Y, ¿Qué dirá el rebaño acerca de las nuevas -y seguramente arbitrarias-normalidades que es necesario instalar?

 

 

Cuál será la nueva normalidad a partir de la crisis del COVID-19Ahora bien : ¿Debiéramos usar alguno de los tres criterios de «normalidad» para diseñar nuestro «después de»? Y si la respuesta es sí, ¿Cuál se instalará como el más importante?

Lo que queda claro es que la mente humana necesita certezas, soporta mal la libertad si lo obliga a decidir y peor las ambiguedades. Los meses (y años) que vienen estarán llenos de situaciones nuevas en nuestra historia reciente como especie. TODOS seguiremos enfrentando escenarios desalentadores para los que no estamos preparados : los médicos, los científicos, la industria de los medicamentos, el comercio, el turismo, la enseñanza, las reglas sociales cotidianas, la religión, la ética, la política, los deficits financieros, las quiebras económicas, las pérdidas de vidas humanas, las nuevas enfermedades, el ambiente.

Pero también existirá la posibilidad de entrenar la creatividad, la innovación, el pensamiento complejo, la forma de tomar decisiones, los nuevos hábitos saludables, la sustentabilidad, el cambio de prioridades, el valor del otro, la ejercitación de una nueva escucha a nuestros gobernantes y también a nuestra pareja, nuestros hijos o nuestros colegas o compañeros de trabajo y desde luego, a nosotros mismos.

Todo será un desafío que deberemos pasar por el escaner de nuestros pensamientos y emociones para decidir cómo actuar en este re diseño de nuestro proyecto personal en  otros contextos.

¿Vamos a «normalizar» valores como la equidad, la responsabilidad y el sentido común? ¿Vamos a colaborar en nuevas tramas del tejido social para evitar que un virus nos vuelva a sorprender en nuestras contradicciones aceptadas como «normales»?.

En este sentido una estrategia para conjurar el miedo a lo desconocido es ordenar nuestros pensamientos comenzando por la idea » Vamos a construir una nueva normalidad» y haciendo más  énfasis en el «Vamos a» que en una nueva normalidad».

Así, a pesar de los enormes desafíos que enfrentamos como individuos y como comunidades locales y globales nos será más fácil entender que estamos construyendo un futuro, que puede ser consensuado o no, dinámico, complejo y contradictorio pero que existirá : «Vamos a» supone que no estamos seguros de nada, no sabemos cómo será ese futuro, solo sabemos que estamos yendo a su encuentro  y eso es muy tranquilizador. No tenemos respuesta a esas preguntas que hemos planteado pero ya las encontraremos y, como decía Machado, «el camino se irá haciendo al andar»

Desde el psicoanálisis freudiano, se trata de reivindicar la pulsión de vida . -Eros- en su infinita capacidad de construcción para conjurar a la pulsión de muerte-Tanatos- que nos puso a modo «duelo» por todo tipo de pérdidas desde hace cuatro meses.

Es una enorme oportunidad evolutiva, desde cada proyecto personal que deberemos pulir para dejar atrás ideas, prejuicios, objetivos, ejercitando sentimientos como la esperanza y la confianza como escudo frente al miedo, pero también desde cada proyecto comunitario y regional, para abandonar modelos caducos de gestión que en esta crisis han puesto de manifiesto su vacuidad ideológica y moral.

En términos humanísticos no es otra cosa que, siguiendo a Victor Frankl,  recordar que existe una enorme distancia entre una persona que está preparada para superar una situación adversa  y una persona que no lo logra y es que la primera es alguien que DECIDE, que elige ser una cosa u otra, a pesar de las condiciones que le toque vivir.

En términos filosóficos, ese «Vamos a» ha sido siempre la norma no solo de la humanidad sino de toda forma de vida, se trata de pensar-nos desde la evolución. Es lo que Henri Bergson, definía como «impulso vital», esa fuerza misteriosa que nos impulsa hacia un futuro abierto que parece sostener todas las formas de vida. De hecho, este impulso ES la vida, «desde sus orígenes ha sido la continuación del mismo impulso que, en líneas divergentes, ha evolucionado.»

Sea lo que sea, lo llamemos como lo llamemos,  «LO NORMAL» humano siempre ha sido «Vamos a», siempre hemos basculado de lo normal a lo nuevo que se normaliza, solo se trata de alinear nuestros pensamientos y emociones con esa certeza y actuar en consecuencia.

 

 

el ser humano como ser social

 

Fuente:

https://www.bbc.com/future/article/20200424-why-it-will-be-so-hard-to-return-to-normal

https://www.lavanguardia.com/local/valencia/20200325/4891567297/adela-cortinas-sociedad-cambiar-radicalmente-despues-crisis-coronavirus.html?fbclid=IwAR2TQKshwAtuD_ErhnrhOyl7_zhS4aXH-7K60tUoaqPFakqCwqU4b6L3DXQ

https://www.bbc.com/news/world-europe-52395866

https://filadd.com/doc/diccionario-de-psicoanalisis-laplanche-y-pontalis-2

Haz clic para acceder a 61908419.pdf

 

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The question, then, is why would you use the word “normal” at all?

Coronavirus: 7 tips para manejar la ansiedad

EL virus COVID-19 ha provocado una alteración inesperada de nuestras rutinas y amenaza la salud pública en casi todo el mundo. Existe un estado generalizado de incertidumbre respecto a lo que los próximos meses nos traerá en todos los sentidos.

Esta pandemia, implica riesgos más allá de la salud, medidos en crisis económicas, derivaciones políticas y fuerte impacto en las costumbres asociadas al proceso de globalización : turismo de masas, libre circulación de personas y mercaderías, etc. La ansiedad como respuesta individual crece, no solo entre aquellos que ya son proclives al pensamiento catastrofista anticipado, sino entre los que en general no tienen ese problema.

Nuestro aporte como psicólogos y psicoterapeutas para ayudar a reducir el estrés será compartir algunos  tips -bastante obvios por otra parte- para lograr un balance entre «estar preparados» y «entrar en pánico»:

 

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1.- Se consciente de la importancia de mantener tus hábitos saludables de sueño y actividad física: Una de las primeras consecuencias del aumento de estrés es tirar por la borda las rutinas de cuidado. Es un efecto dominó desafortunado, en tanto esas rutinas son las que nos permiten sentirnos tranquilos y  -además- mantener nuestro sistema inmune. Nos enganchamos a las noticias y a los grupos de whatssapp y nos vamos a dormir más tarde, postergamos nuestra habitual caminata o nuestra sesión de ejercicios porque estamos cansados o porque dudamos de ir  o no al gym o salir a dar una vuelta a la manzana. Dejar ir esos hábitos tiene el riesgo agregado de que seguramente será más difícil retomarlos cuando todo esto pase. Prioriza tu descanso y tu movilidad siempre que puedas.

2.- Utiliza estrategias para desactivar el circuito fisiológico del estrés: Cuando nos sentimos amenazados, nuestro sistema nervioso periférico se acelera, es la respuesta evolutiva a la alternativa de «luchar o huir». El problema es que la evolución no ha tomado en cuenta cómo habría que manejar los estados crónicos de estrés. Y cuando tus reacciones físicas se ven sostenidas por un continuo y dinámico estado de incertidumbre, los resultados, nunca son buenos. Si tu cuerpo se tensa, tu mente también lo hará.
Aprende a detectar qué zona de tu cuerpo está más tensa: mandíbulas, puños, respiración corta, ¿tienes palpitaciones? ¿dolor de cabeza? ¿dolores musculares?, si así es, ensaya estrategias efectivas como reducir el consumo de alcohol, cafeína y nicotina, habituarte a realizar ejercicios de respiración profunda, relajación muscular por zonas, ejercicios de yoga, musicoterapia y  control de tu alimentación (eliminar bebidas energizantes, aumentar consumo de triptofano a través de frutas, lácteos y carnes). Recuerda que una persona con estrés está expuesta a una reducción de su sistema inmune. No existe un fármaco específico para el estrés, los ansiolíticos pueden reducir la presión mental que genera el estrés pero no serán exitosos para alterar otros efectos como dolores musculares, trastornos digestivos etc. Por ello en situaciones como ésta de extrema vulnerabilidad emocional es imprescindible no abusar de la medicación y apuntar tanto a los hábitos saludables como al aprendizaje de técnicas para el manejo de la tensión.
3- Controla el acceso a las redes sociales y elige fuentes confiables:
Es muy difícil mantener el equilibrio entre estar informado y preparado y el pánico en forma de pensamientos rumiantes sobre las mismas malas noticias. Siempre habrá más de una fuente para leer.
¿Cómo protegerte de caer en el abismo del abuso informativo? Elige qué fuente, qué contactos, qué grupos te parecen más confiables, chequea toda información alarmante y haz solo una actualización diaria o a lo sumo 2, no te lleves el teléfono a la cama, desconecta cada día un rato como medida de protección. Recuerda que la ansiedad se nutre de pensamientos catastróficos en espiral. Serán fuentes confiables y seguras: las páginas  oficiales de los gobiernos, los comunicados de los centros sanitarios de referencia y no los bulos de «influencers» y esotéricos y apocalípticos varios.
4- Busca apoyo social aunque sea a la distancia: Mantén tu red social aún en cuarentena como forma de mantener tu soporte emocional, sobre todo si eres un adulto mayor o no lo eres pero vives solo y está en teletrabajo. El apoyo emocional, nos permite recuperarnos más rápido en caso de estar enfermos, reduce la tensión arterial y nos ayuda a enfrentar nuestros síntomas. Asegúrate de mantenerte conectado a las cosas y personas que amas, aunque no sea en persona. Si debes estar aislado, hazte una rutina con sentido, pon al día tus contactos más allá de un simple «like». Estamos todos juntos en esto y cuanto más coordinamos estemos más útiles seremos.

 

5. No permitas que tus pensamientos catastrofistas se cuelen como «verdades»: En tiempos de incertidumbre, el cerebro tiende a llenar los espacios vacíos y a conectar puntos inconexos. Y esto puede distorsionar nuestra mirada hasta anular nuestro pensamiento crítico y precipitar conclusiones en las que se privilegia el miedo al futuro y la falta de alternativas.

Prueba ser más crítico y observador de tus propios pensamientos, no asumas que son «verdad», detecta los sesgos cognitivos de confirmación. Un sesgo cognitivo supone siempre una distorsión del pensamiento para sostener conclusiones irracionales: el sesgo de «confirmación»,  nos hace asumir como verdad aquello que ya coincide con nuestra idea. Por ejemplo: si creemos que habrá desabastecimiento porque los supermercados van a cerrar, si uno se queda sin mercadería, aunque haya 100 que funcionan normalmente, nos diremos que debemos correr a comprar.

Steven Taylor PhD psicólogo de la Universidad de Columbia y autor del libro «La psicología de las pandemias» dice «Las compras por pánico, están alimentadas por la ansiedad y la disposición a hacer todo lo posible para calmar los temores, como hacer cola durante horas o comprar mucho más de lo que uno necesita, Las compras nerviosas ayudan a las personas a sentir que controlan. La gente siente la necesidad de hacer algo que sea proporcional a lo que perciben que es el nivel de la crisis»,  Otro sesgo habitual es el de «negatividad», parece que nos encanta el morbo de lo negativo, saber cuanta gente murió y no cuanta se recuperó; observa a los que te rodean y observate, en situaciónes como ésta el vivir en modo «agonías» no solo no es útil sino que es claramente contraproducente en tanto te impedirá tomar decisiones acertadas.

 

Un hombre con cinco paquetes grandes de papel higiénico en California

 

Mantén lo familiar y predecible en la medida de lo posible: como forma de reducir tu ansiedad, mantén lo predecible en tus costumbres diarias respecto a horarios, limpieza, etc. Vigila tu tendencia al control obsesivo, indicaciones como #lavarselasmanos #notocarselacara, son imprescindibles como medidas de prevención pero pueden agudizar tus compulsiones. Si ya tienes este problema, consulta a un profesional.

 

7. En la medida de lo posible mantén la armonía de tu espacio privado: el cerebro ansioso es positivamente permeable a la percepción del «fluír», entendido como un estado de compromiso con las actividades de cada momento y a las sensaciones asociadas a emociones positivas. Ensaya cada día una actividad nueva, aprovecha este «tiempo fuera», para leer ese libro que compraste y nunca abriste o empezar tu curso online postergado. Una crisis siempre es una oportunidad. Y ésta también lo es. «Si sucede, conviene!»

El «savoring» es una estrategia de psicología positiva útil en momentos de estrés y no supone otra cosa más que recuperar la atención plena en el aquí y ahora y el recuerdo de lo bello : olores, sabores, momentos vitales. Todo aquello que nos «engancha» a la vida, cambiar tus muebles de lugar, ordenar tu armario, digitalizar tus fotos, son estrategias casi siempre exitosas para inocular «anti estrés».

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Si alguien de tu entorno se ha enfermado, evita el agotamiento, no entres en pánico y pide ayuda profesional.

Anxiety UK, sugiere poner en práctica una técnica clásica para enfrentar la ansiedad y la preocupación frente a lo desconocido:

  • Identifica y acepta la incertidumbre que te viene a la mente.
  • No reacciones en forma apresurada. Respira.
  • Ten presente que estás preocupado/a y que gastar energía en buscar certezas no es útil. Se trata solo de  un pensamiento o un sentimiento y los pensamientos no son hechos, observa  qué pasa realmente.
  • Deja ir pensamientos y sentimientos rumiantes.  Nadie espera que reacciones o hagas algo con ellos.
  • Explora el aquí y ahora, si en este momento y por ahora, todo está bien ¿Para qué te sirven esos pensamientos?Observa tu respiración.  Mira a tu alrededor ¿Qué ves?, ¿Qué oyes?, ¿ Qué puedes tocar u oler?. Luego pasa tu atención a otra cosa vuelve a lo que necesitas hacer o a lo que estabas haciendo antes de que te dieras cuenta de todas esas  preocupaciones

Si el mensaje es que todo está mal, que vamos al desastre y no hay salida, recuperar la capacidad de reconocer nuestras fortalezas es parte de la solución, porque a pesar de lo que parece….. esto también pasará! Suerte!

 

Fuentes:

https://www.psychologytoday.com/intl/blog/friendship-20/202003/7-tips-manage-coronavirus-anxiety-now

https://www.bbc.com/mundo/vert-cap-51824458

https://www.discovermagazine.com/health/why-coronavirus-is-turning-people-into-hoarders-a-q-and-a-on-the-psychology

COVID-19 and anxiety – part 2

 

 

 

Psicología, salud y turismo de bienestar

 

El Turismo de salud  se define  como” Cualquier clase de viaje que implica mejorar la percepción de sentirse bien” (Mueller & Kauffmann, 2001).-

La relación del turismo con la salud no es nueva, podemos rastrear los orígenes del termalismo hasta el S XVI, por no hablar de las referencias literarias en la obra de Chejov, Dostoievsky, Balzac o Thomas Mann.

A finales del siglo XX surge el Turismo rural  cuyo valor de uso es el contacto con la naturaleza y el ejercicio de hábitos saludables, muy ligado al «slow travel», aporta la oportunidad de disfrutar el momento sin apuros, es un segmento de oferta dirigido a un tipo de viajero con mayor consciencia ambiental,  generalmente más experimentado  e interesado en buscar espacios de silencio tecnológico: en este sentido los aspectos psicológicos involucrados en este estilo de turismo se relacionan con el manejo del estrés, la recuperación del «aquí y ahora» evitando el ruido mental que el exceso de información digital genera.

Si bien es innegable  que el turismo de masas low cost  ha aumentado debido, entre otras razones, al impacto de la tecnología  en las pautas de uso del tiempo libre a través de las redes sociales y el auge de la economía colaborativa en la que el precio es la principal variable y la conexión wi fii un imprescindible , el turismo de bienestar se ha consolidado como una tendencia al alza .

La motivación, es en este caso el manejo del estrés pero además se valora  y busca una experiencia  de crecimiento personal y de mejora de la condición física. la psicología de la salud se encuentra aquí con el wellness coaching

– ¿Por qué esta tendencia es un segmento al alza?

Un estudio reciente de Future Foundation  revela que “sentirse saludable” es una prioridad de la sociedad urbana, unida al aumento de la expectativa de vida  que propone mejorar su calidad  a través del envejecimiento activo.-

Al mismo tiempo, la población en activo se encuentra enfrentando mayores niveles de estrés  derivados de los cambios en las condiciones laborales que obligan a reorganizar objetivos, desarrollar nuevas habilidades y ser flexible a los cambios.

A una demanda mayor de espacios de salud y relajación se corresponde una oferta de servicios que cubran esas necesidades: balnearios, spa, hoteles sostenibles, etc.. pero si  no incorporamos otras herramientas para ayudar a cambiar los hábitos, estamos enfrentando la demanda con una respuesta incompleta.-

Venimos de una larga época en la que el sedentarismo como estilo de vida llevó al aumento de la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la dificultad en organizar el tiempo libre, etc., pero a medida  que el urbanita se hace cargo de la importancia de mantener su salud, crece su necesidad de  relacionar el bienestar (wellbeing)  con los hábitos para mejorar su calidad de vida.-

Además, el cuidado de la imagen personal es ya una tendencia, de la mano de las social media,  por eso el concepto de wellness (un creciente sentimiento de responsabilidad hacia el propio cuerpo unido a más calidad de vida) es una demanda aún no satisfecha en su totalidad.

En ese sentido, hemos desarrollado con éxito experiencias en las que un entorno adecuado  complementa el trabajo por objetivos actuando en los distintos niveles

  • físico,
  • psíquico,
  • emocional y
  • social.

En nuestra experiencia, notamos que existen una serie de variables siempre presentes en quienes demandan estas actividades:

  • deseo de recuperar la salud en un sentido amplio
  • mayor consciencia de la importancia de hacerse mayor en forma saludable
  • deseo de mantener un cuerpo saludable
  • deseo de reducir el estres
  • mayor consumo de productos relacionados con la salud y la belleza. Se trata de redefinir conceptos y ser creativos para responder a las demandas, sin perder de vista la idea de “equipo” con una formación teórica y práctica sólida que garantice resultados

El rol del psicólogo en el equipo de wellness es imprescindible, en tanto es el profesional que puede trabajar en el equilibrio entre cuerpo- mente y emoción. Generalmente se utilizan técnicas de coaching para avanzar a través de diversas etapas:

1.- Se reúne una información básica a través de un cuestionario para detectar cuales son las áreas de la vida más desbalanceadas

2.-Se acuerda sobre que metas y objetivos se trabajará en una primera etapa desde prioridades realistas

3.- Se evalúan los progresos y se establecen los objetivos para la semana siguiente.-

4.- En general, después de las primeras semanas, comienzan a notarse cambios en cómo se siente la persona y cómo se ve y esto lo motiva para continuar.-

Es importante entender que si bien el turismo de salud y bienestar se ha centrado en los últimos 15 años en «mimar» al cliente, esto ha cambiado ya que en este sector no se trata solo del cliente que quiere bajar de peso, hacer actividad física porque su trabajo es sedentario o recibir un masaje porque está estresado.

A todo esto se le suma ahora, por ejemplo, los trastornos de sueño, las crisis de ansiedad generalizada por el abuso de la multitarea y la soledad casi como una endemia. Si las razones para elegir turismo de bienestar han cambiado también deben cambiar los programas que se ofrecen, la fidelización está ahora basada en cumplir  de una manera profesional y escalable  a través programas de bienestar emocional multinivel porque ya no se trata solo de ser cuidado sino de recibir ayuda para encontrar soluciones a los problemas de salud muchos de ellos psicológicos.

 

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Un establecimiento que proporcione  solución a problemas concretos de una manera personalizada, en la que se incluya un psicólogo de salud entrenado para poner en marcha programas de health coaching es un espacio al que el cliente vuelve.

 

Psicología de la salud : 6 pasos hacia el cambio de hábitos

Que la salud física, mental y emocional es lo primero y que sin ella nada importa, es algo que sabemos todos. Pero a pesar de esto, las distracciones y demandas de cada día nos van empujando a olvidar lo que es más importante y de a poco vamos abandonando nuestro cuerpo y nuestra mente hasta que un día nos pasa factura.

 Las propuestas de cambio de hábitos: «dejo de fumar», «adelgazo», » me apunto al gimnasio»….la mayoría de las veces solo quedarán en eso, en una manifestación de un deseo que tiene que ver con la percepción inconsciente de que «algo tenemos que hacer con ese hábito que nos trae problemas» pero que requiere de un trabajo de motivación y control interno del que muchas veces carecemos. Ni que hablar si lo que queremos hacer es un giro de 180º en nuestro estilo de vida, nuestras relaciones personales o nuestro trabajo.

El estrés, la falta de tiempo  y los contextos personales y sociales son sólo algunas de las razones más comunes que da alguien cuando explica por qué no puede hacer cambios en su estilo de vida.

Querías cambiar pero no pudiste. ¿Qué pasó?

Lo que pasó fue que no apoyaste el  pensamiento, la idea de cambiar, con nuevas conductas, otras rutinas, otros marcos mentales. En el ámbito de los recursos humanos se habla hace un tiempo de los entornos VUCA. :

VUCA

 

Esta matriz gestiona soluciones para  la toma de decisiones en las organizaciones y aporta un modelo que es posible extrapolar a los procesos de cambio en la esfera personal. Se trata de entender que un hábito y la explicación de por qué lo mantenemos suele tener un anclaje en profundas creencias arraigadas en el miedo a lo desconocido, a la incertidumbre del «Qué pasaría sí», y eso es aplicable tanto a situaciones de lo cotidiano como dejar de fumar, hasta cuestiones de fondo como mudarnos de país  o de la capital a la periferia, o dejar de trabajar en relación de dependencia para montar nuestro propio negocio o -más fácil- seguir en lo mismo pero cambiar de trabajo.  Estamos entrenados para leer cualquier cambio como incierto, complejo, ambiguo y poco seguro. ¿Qué podemos hacer para superar estas barreras? :

  1. Examinar el contexto de volatilidad percibido referente a «No sé cómo funcionará» » No encuentro gente que esté en mi misma situación», » No me imagino quién puede ayudarme a ponerme en marcha» y contraponer a estos NO,  una visualización de futuro en el mejor contexto deseado.
  2. Aceptar la incertidumbre pero trabajando en desmontarla explorando nuevas fuentes de información sobre el tema que nos preocupa.
  3. Ser claro, simple y directo en la verbalización de nuestros objetivos a corto y mediano plazo.
  4. Entender la ambigüedad como un ataque a nuestra planificación estratégica, dinamitando el «ni sí,ni no, sino todo lo contrario», el clásico «Sí pero» origen de todas las procastinaciones.

Funcionamos la mayor parte de tiempo por inercia, nos cuesta salir de nuestra zona de confort y no nos gustan los cambios. Por eso una cosa es decir que queremos dejar este trabajo que nos hace infelices,  o vamos a comer mejor o utilizar de otra manera nuestro tiempo libre para sentir que crecemos como personas y otra es hacerlo efectivamente. El secreto está en unir ese pensamiento a otros  pensamientos asociados a imágenes que reflejen nuestro objetivo.

Todos los hábitos y todas las creencias son pasibles de ser cambiados, porque han sido adquiridos, no son heredados. Si hoy no estás contento con quien eres o como te ves, enhorabuena, puedes cambiar. Sólo necesitas tener un objetivo, tener claro qué quieres cambiar y empezar a modificar las rutinas que te hacen más daño que favor. Y cuando lo hagas, lo harás toda tu vida.

Buscando sistematizar estos procesos de cambio,  puede que ayuden estos 6 pasos para cambiar rutinas tanto en la esfera de lo mental (qué y cómo piensas) como en la conductual (qué haces) pero también en la emocional (qué sientes):

 

  1. DEFINE TUS OBJETIVOS

Arma un panel mental  con imágenes que te inspiren. Puede ser unas vacaciones que desees, un deporte que demande que tengas buen estado físico o una persona en particular que admires. Por ejemplo:  si debes por razones de salud o por imagen personal bajar  o subir de peso, consulta con un profesional cuál sería ese peso «ideal» y dale entidad en forma de una imagen de alguien que se acerque a ese objetivo procurando evadirte de estereotipos o fotos tipo Instagram . Se trata de encontrar un motivador que además deberá ser constante .

    2. FIJATE UNA META

Y cuando la logres, sube el desafío. Es muy importante que sepas exactamente  qué quieres lograr y en cuanto tiempo. “Tengo que mejorar mi estado físico” no te llevará a ningún lado. “Tengo que bajar el sobrepeso que tengo según mi médico y hacer una rutina de 45´de ejercicios tres veces a la semana es un objetivo claro, lo siguiente es pactar las etapas en metas alcanzables: cuantos kilos por mes?, qué rutina?, empezando cuando?. El cambio a de ser fácil en cada etapa, gradual y flexible.

3. DA UNA VUELTA A TU VIDA

 Crea un poco de cáos, cambia tus horarios, ve más temprano al trabajo, lee información nueva y veraz sobre ese país al que quieres mudarte o sobre los riesgos y oportunidades del free lance. Rompe con las rutinas físicas y mentales pero hazlo por convicción propia, si no te convences tú no habrá nadie que te inspire.  Los gurúes no existen, las soluciones mágicas son un espejismo, las dicotomías son empobrecedoras : carnivoros vs veganos; teletrabajo vs horario de oficina; runners vs sedentarios; rentabilidad vs sustentabilidad. El blanco O negro murió y los están velando.

4. ENAMORATE DE LA CALIDAD DE VIDA

Esto es muy importante. Si la incertidumbre por el futuro y el miedo al cambio te hacen rehén de atracones de Netflix , dosifica ese momento o aprovéchalo para hacer ejercicio o salir a hacer fotos. Y trata de que sea placentero. Camina con tu música favorita, contacta con alguien que te guste. Sustituye los malos hábitos por buenos y hazlo de a uno por vez.-

5. APRENDE A IDENTIFICAR LAS EXCUSAS

Las personas que logran consolidar los cambios que necesitan en su vida no son distintas a tí salvo quizás en un aspecto :  BUSCAN el tiempo para ellos mismos. Existen muchísimos «20 minutos en el día»que puedes utilizar para consolidar una rutina. Recuerda que el límite entre la disciplina y el hábito es a menudo difícil de distinguir, pero esa es precisamente esa diferencia que es necesario tener siempre presente. El hábito es inconsciente y no implica poner en juego la inteligencia mientras que la disciplina es voluntaria y orientada al logro de nuestros objetivos; se trata de ser disciplinado hasta lograr consolidar el hábito.-

6. DECIDE Y ACTÚA

No digas “el lunes empiezo” «aquí es imposible hacerlo» «no tengo», «no sé», «no puedo». Empieza ahora, con lo que tienes si estás convencido que es lo que quieres, Sólo desear el cambio no te llevará a ninguna parte. Es tu responsabilidad tomar la decisión y ponerte en marcha.

Fuente: http://www.habitosvitales.com/2014/09/08/7-acciones-para-crear-nuevos-habitos-y-tener-un-mejor-estado-fisico/

https://www.psychologytoday.com/intl/blog/renaissance-woman/201607/how-change-unhealthy-habits

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Psicología de la salud & bienestar: una tendencia en expansión

Contratar entrenadores personales, la afición a correr, ir al gimnasio y la comida «saludable» son cada vez más populares pero muchas veces la falta de apoyo  para comer menos o mejor, dejar de fumar o de beber, adoptar una vida menos sedentaria  y controlar su estrés termina en el «abandono serial» de las buenas intenciones.

Es en ese dato estadístico en el que la figura del psicólogo de salud aparece como una alternativa para disminuir la sensación de «estar siempre empezando». El psicólogo de salud aparece así como un recurso para lograr cambios permanentes en el estilo de vida.

La tendencia se está notando no solo en particulares sino en empleadores y empresas de seguros de salud debido al alto ROI de la inversión medido en rendimiento de los empleados o menor uso de otras prestaciones, menor ausentismo, etc.

Un ejemplo:

Laura , una joven profesional en la treintena tenía problemas con su peso, comía en forma compulsiva y pasaba de dieta en dieta o mejor dicho  de fracaso en fracaso.

Finalmente, alguien le recomendó un psicólogo y por primera vez aceptó que quizás necesitaba hacer un cambio profundo. Entró en un proceso de diez sesiones que incluyó un asesoramiento con un nutricionista y según sus propias palabras, además de hacer progresos en su dieta y en el control de su peso ganó algo mucho más importante: descubrir que perder peso no era lo más importante para ella sino estar en su casa con su familia, dejó su trabajo y reorganizó su rutina de forma de poder trabajar desde casa, su ansiedad disminuyó y así pudo compensar sus excesos con la comida. Nunca ha estado más feliz. “ Mi meta no cambió-dice-pero sí la forma de alcanzarla!”

Según un ranking de tendencias del American College of Sport Medicine, los profesionales de la educación que trabajan para promover los programas de mantenimiento físico, es decir aquellos que entrenan en hábitos y sus relaciones con el resto del bienestar han saltado del lugar tercero al primero en demanda en los últimos siete años, siendo la más importante tendencia en el mundo del entrenamiento: queremos estar bien, tener más energía y sentirnos mejor pero hay un abismo entre ese deseo y el día a día lleno de sobrecarga de horarios, comida basura y sedentarismo por abuso de pantallas, por no referirnos a las «falsas noticias » sobre lo que está bien hacer o no, comer o no, etc..

 

Los médicos de familia de USA que han comenzado a incorporar un psicólogo en sus prescripciones notan beneficios en el cumplimiento del plan de salud y en la prevención.

Ahora bien , no es fácil. hay personas que puede tener contextos complicados que aumentan su desmotivación  para cambiar; no todos son candidatos a un programa de bienestar, es necesario efectuar un diagnóstico tanto de personalidad como situacional para valorar la totalidad de las opciones .

El candidato ideal  al éxito en la instalación de programas de salud es aquel que no es que haga todo tan mal, simplemente  NO hace aquello que le va bien: no come bien, está estresado, no controla el uso de su tiempo libre, está motivado pero le falta método.

Por ejemplo:

Un médico psiquiatra en la mitad de la cincuentena comenzó a ganar peso hace 20 años cuando dejó de fumar. El mayor problema según el mismo afirma fue el estrés  debido a las presiones de su trabajo como director de un centro de salud muy importante. Pero la trampa estaba en el abuso de dulces que su secretaria le traía con cada café que consumía de a litros. Comer se transformó en una forma de bajar la ansiedad.

Comenzó a ir a un gimnasio pero como la mayoría iba cuando quería. Contrato un entrenador personal y un psicólogo de salud: claro que podía caminar solo pero el tener un programa que lo obligaba a caminar 20 minutos al día y por otra parte lo hacía pensar en los estresores de su vida, la relación con su cuerpo y sus impulsos: comer, beber, consumir estimulantes resultó muy eficaz.

Finalmente logró entender algunas razones del por qué de toda la cuestión y continuar su programa solo manteniendo sus idas al gym y sus cambios de hábitos .

Queremos  que nos digan que hacer, pero es mejor cuando paramos, definimos nuestros en objetivos y diseñamos nuestra propia estrategia para lograrlos: se trata de relacionarse en forma diferente con el propio cuerpo y con nuestra realidad. Y no hay edad límite para hacerlo.

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¿Cómo piensa un jugador de video-juegos?

Los videojuegos tienen algunas características que no existen en los juegos  offline y que suponen algún tipo de recompensa emocional que conecta al jugador con otros jugadores y con el juego. Identificar y analizar estas características es una tarea ineludible para promover el uso saludable del juego online y para entender cuales son las nuevas oportunidades, los desafíos y las alternativas derivadas del gaming.

El impacto que el uso de videojuegos tiene en la vida del jugador es siempre personal y depende de la combinación de varios factores algunos más relevantes que otros.

Actualmente es posible hablar de una nueva cultura del videojuego que en el pasado, eran considerados una actividad aislada y más ligada al cliché del «nerd» o  del introvertido.

Las cosas han cambiado, ahora juegan juntos personas de ambos sexos, de todas las edades, padres e hijos y se forman grupos de gente que juega al mismo tiempo en distintas partes del mundo.

Se ha pasado del juego en solitario al establecimiento de redes sociales a través de los MMORPG: videojuegos de rol multijugador online y algunos ya no lo consideran un juego sino un e-sport. Un MMORPG  es un “juego de rol multijugador masivo en línea” («Massively Multiplayer Online Role-Playing Game»).

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Ya es algo habitual ver a jugadores que viajan desde distintas partes del mundo con sus ordenadores para participar en torneos o tomar clases para mejorar sus resultados.

Desde luego, que haya un grupo de personas que se encuentren para jugar no significa necesariamente que -además- socialicen en 3D; la interacción principal sigue siendo mayormente a través de la pantalla.

Pero, lo que sí sucede, es que toda una nueva generación está cambiando su forma de aprender, desde la recepción pasiva y abstracta de información del pasado reciente, al «aprender haciendo» a través de la red que los comunica con una enorme cantidad de eventos y con la posibilidad de compartir ideas. Continuar leyendo «¿Cómo piensa un jugador de video-juegos?»