El Bienestar Psicologico: un indicador de salud mental

Según la OMS, «la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad».

Evidentemente, ésta definición es muy amplia, agregamos además que la salud mental supone la capacidad de coordinar el PENSAR – SENTIR – ACTUAR, para auto percibirnos en control de nuestras vidas, orientados hacia nuestros deseos y objetivos y con fluidez de matices emocionales.

La salud mental y física se vinculan en un continuo en constante relación : la salud emocional y mental facilita un cuerpo sano, una nutrición consciente (qué y cómo comemos) y hábitos de movimiento (ejercicio), que ayudan a prevenir enfermedades crónicas, lo que a su vez supone un mayor equilibrio mental.

Por otra parte, el bienestar describe un estado de fluidez en nuestras rutinas para desarrollar al máximo nuestro potencial.

El bienestar se preocupa más por un estilo de vida que por parámetrosde salud (física o mental). La percepción de bienestar es posible con o sin una salud perfecta porque se trata de todos los aspectos de nuestra vida: cuerpo, mente, trabajo, relaciones, vida emocional y mucho más. Por eso, aún transitando una enfermedad crónica, física o mental, es posible alcanzar un estado de bienestar, se trata de establecer equilibrio entre lo deseado y lo posible, de una forma realista, constante y comprometida.

Solemos hablar de la salud como «ausencia de enfermedad», en cambio el concepto de bienestar nos lleva a pensar en «equilibrio».

Puedo estar físicamente en forma, estar sano físicamente pero padecer un constante ruido mental, con pensamientos obsesivos que no paran o puedo tener ansiedades y miedos injustificados lo que me lleva a alterar mi ritmo de sueño o comer mal o exagerar mi preocupación por ejercitarme, seguramente en este caso mi bienestar psicológico será muy bajo y terminará impactando en mi salud física. 

En los últimos 20 años, se ha ampliado la definición de salud en general y de salud mental en particular, incorporando al trabajo psicoterapéutico la valoración de la variable «bienestar psicológico», entendiendo que si las categorías de bienestar están equilibradas, serán la condición necesaria -aunque no suficiente- de la prevención de alteraciones en la salud así como en la predicción de una buena recuperación.

Desde ésta perspectiva, nuestro trabajo como psicoterapeutas incluirá el diseño personalizado de programas de bienestar como «facilitadores» del cambio personal de nuestros consultantes.

¿Cómo lo hacemos? analizando todas las variables en juego tanto de salud como de bienestar, a través de diversos instrumentos diagnósticos:

Las variables a considerar en temas de salud, física y mental, incluyen:

/la genética,

/el entorno en el que se creció,

/los alimentos disponibles,

/la disponibilidad de acceso a incentivos culturales,

/los vínculos estables y

/cualquier enfermedad aguda o crónica presente o pasada

/los conflictos actuales o pasados

/ los rasgos de personalidad predominantes

/ el nivel intelectual y de instrucción

Por su parte, las variables asociadas al bienestar incluyen

/ la percepción de autoeficacia y autoestima,

/hábitos nutricionales variados y sin restricciones autoimpuestas que supongan algún grado de estrés o ansiedad x la comida,

/elegir mover nuestro cuerpo alegremente y no como una auto imposición,

/disponer de una batería de técnicas de resolución de problemas para no sentirnos presionados por las circunstancias,

/eliminar relaciones tóxicas de nuestra vida y

/trabajar de la mejor manera posible en una profesión o actividad que se acerque a nuestro modelo interno de «felicidad».

Modelo de Bienestar de Ryff(1989)

Seguimos en ésta mirada a Carol Ryff psicóloga, directora del Instituto del envejecimiento y profesora de psicología en la Universidad de Wisconsin-Madison, quién desarrolló hace ya 30 años una forma de entender el bienestar psicológico, concluyendo que varía según la edad, el género, el contexto cultural .

Ryff considera al bienestar como una condición necesaria, pero no suficiente para mantener la salud mental y física, en tanto el bienestar psicológico-dice- se relaciona con el sistema inmune, el sistema nervioso y el sistema endócrino.

Basándose en el modelo de Ryff, Giovanni Fava y Chiara Ruini desarrollaron en 2003, desde la Universidad de Bologna, la «Terapia del Bienestar» que tiene por objeto potenciar el bienestar, con estrategias cognitivo- conductuales para:

(1) Mejorar la identificación de momentos positivos,

(2) Identificar los pensamientos irracionales que generan «rotondas mentales», y

(3) Resolver – en lo posible- las carencias en las 6 áreas del bienestar propuestas por Ryff.

Y, agregamos, entender que «estar bien» es también aceptar que los sentimientos negativos, la confusión y a veces la quietud forman parte del paisaje.

Buscar mejorar nuestra salud y bienestar es -sobre todo- profundizar en la comprensión del por qué detrás de nuestras elecciones. Establecer y alcanzar objetivos puede parecer realmente desafiante, por lo que tener claro nuestros contextos nos puede ayudar a elegir mejor nuestras «batallas». Y es aquí, donde un programa de bienestar puede ayudar

Algunas preguntas que te facilitarán valorar tu predisposición a buscar tu bienestar:

  • ¿Cuáles son tus 3 fuentes principales de estrés y cómo se sentiría transformar esas experiencias?
  • ¿Has notado alguna relación entre tu estado emocional y qué y cómo comes?
  • Si quisieras moverte más, ¿Cómo te prepararías para lograr lo que quieres con metas razonables y sostenibles?
  • Si buscas cambiar de carrera o trabajo a algo más saludable, ¿Qué pasos pequeños podrías ir haciendo para que se sienta menos aterrador y más empoderador?
  • Y si tienes una enfermedad crónica, ¿Cómo puedes negociar mejor con tu cuerpo?
  • El tiempo libre es para ti ¿Una oportunidad o un castigo?

Llegar a la fuente de las experiencias es el camino de una sólida práctica de bienestar. Al establecer nuestros contextos de vida desde una perspectiva de causa- consecuencia, nos será más fácil construir rutas nuevas y hacer planes divirtiéndonos por el camino, sin sentir que luchamos contra molinos de viento.

En momentos sociales como el actual, de profunda incertidumbre y cambio global de las reglas de juego, luego de una pandemia que dinamitó toda certeza y puso en negrita la palabra «vulnerabilidad», nuestro desafío como profesionales de la salud es ampliar nuestra mirada y nuestro encuadre ofreciendo intervenciones creativas. Los programas de bienestar son una de ellas.

Fuentes:

Vázquez Valverde, Carmelo; Hervás Torres, Gonzalo; Rahóna, Juan José; Gómez Gutiérrez, Diego. Bienestar Psicológico y Salud: aportaciones desde la psicología positiva. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, Vol. 5, 2009, págs. 15-28

Ryff, C. D., & Keyes, C. L. M. (1995). The structure of psychological well-being revisited. Journal of Personality and Social Psychology, 69(4), 719–727. https://doi.org/10.1037/0022-3514.69.4.719

Ruini, C., & Fava, G. A. (2004). Clinical Applications of Well-Being Therapy. In P. A. Linley & S. Joseph (Eds.), Positive psychology in practice (pp. 371–387). John Wiley & Sons, Inc..

@coachcambio

Huilen salud & bienestar

Todos estamos cansados…pero bien

Empiezan a pasarnos cosas «raras». Después de un año y medio de pandemia Covid19, sucede que no tenemos expectativas ni ilusiones, nos cuesta concentrarnos, hacemos un uso discrecional de nuestro tiempo y todo parece instalarse en un universo de grises, aburrido, soso, embotado.

No se trata de una depresión técnicamente hablando. No nos sentimos culposos o desesperanzados, tampoco es que nos falte energía, más bien padecemos un ataque de falta de propósito u objetivos, como si nos dejáramos llevar al azar.

Un estado crónico de astenia, flojedad y languidez marca nuestro día a día en este 2021. El estancamiento y la inactividad se han instalado, con una pesada carga de falta de sentido y vacío.

Es interesante observar cómo fuimos cambiando. Al principio y ante el impacto de la noticia de que el planeta….todo el planeta!, se encontraba bajo una amenaza invisible pero potencialmente letal, nuestros mecanismos de defensa activaron el «ataque o huida»(1) para decodificar qué nos protegía y qué no : tapabocas, limpieza extrema, distancia social, aislamiento masivo, cuarentenas.

Fuimos desarrollando rutinas que calmaban precariamente nuestro temor. Pero, como toda situación que se prolonga en el tiempo, la perpetuación de todo tipo de condicionamientos y restricciones, nos puso a modo «languidez», porque es imposible mantener un estado agudo de alarma en forma perpetua. No hay cuerpo ni mente que lo resista.

Y aquí estamos, en una especie de «purgatorio emocional». La «languidez» es un concepto acuñado por Corey Keyes, psicólogo y sociólogo de la Universidad Emory de Georgia, en el marco de sus trabajos sobre bienestar social encuadrado en la psicología positiva hace ya una década.

languishing covid-19

Se define así a un estado de ausencia de bienestar en la que una persona carece de una mirada positiva hacia la vida, no funciona armoniosamente ni psicológica, ni mentalmente pero no presenta síntomas clínicos significativos compatibles con alguna categoría psicopatológica.(2)

Es decir, las personas que languidecen no son ni sanas ni enfermas mentalmente.

Ese estado de ánimo tiene que ver con falta de motivación, problemas en la concentración y reducción del interés en el trabajo. Keyes sugiere que es un predictor de depresión y ansiedad. (3)

Una investigación(4) realizada en Lombardía (Italia) con trabajadores de la salud concluyó que aquellos que atravesaban ese estado de languidez tenían tres veces más posibilidades de desarrollar estrés pos traumático comparado con los que no lo sufrían.

Lo más notable es que generalmente no nos percatamos de que nos deslizamos hacia una disminución del impulso a conectarnos con la curiosidad y si somos indiferentes a nuestra propia indiferencia, es poco probable que pidamos ayuda.

Por otra parte, la pérdida ha sido la situación social más compartida: pérdida de vínculos, de salud, de trabajo, de proyectos detenidos o desaparecidos; la muerte física y no solo simbólica también se ha instalado con esa cuenta diaria de muertos por COVID 19. En algunos caos se ha tratado de gente cercana, familiares, compañeros de trabajo, personas famosas que solíamos ver en la TV. La ausencia de seguridades y certezas, genera como primera reacción ese estupor, en donde lo siniestro no puede ser nombrado y el sinsentido se convierte en normalidad.

Nuestra mente no está preparada para este tipo de situaciones. La anhedonia, esa pérdida de la capacidad de sentirse bien, de disfrutar en la vida diaria, es una respuesta esperada cuando estamos sometidos a un estrés crónico; en términos psicoanalíticos sería el avance de la pulsión de muerte en esa búsqueda de llevar todo deseo a cero.

Hace un mes, en Abril 2021, el New York Times realizó una encuesta entre sus lectores (5), preguntando cómo se sentían en este clima de burn -out crónico. En dos días habían contestado unas 700 personas. Las respuestas podían resumirse en la idea de que «Ya hemos tenido suficiente!».

Anhedonia la incapacidad de sentir placer - Psico.mx

La imagen colectiva que pintaron describía las dificultades por hacer trabajos que antes se hacían sin dificultad. Gente que, a pesar de agradecer estar trabajando, estaría dispuestas a tirar el ordenador por la ventana con tal de no volver a tener una reunión por Zoom. Una de las encuestadas comentó,» Sin importar cuántas listas haga, siempre regreso a la costumbre de estar en pijama todo el día”.

María Natashini Rajah, es una neurocientífica canadiense, profesora de Psiquiatría en la Universidad McGill (Montreal) y directora del Douglas Brain Imaging Center. Su trabajo se centra en el estudio de la memoria, el envejecimiento y la demencia.

«La duración de la pandemia -dice- instaló una monotonía permanente unida a la presencia de síntomas de ansiedad aguda que han contribuido a percibir que el tiempo avanza de forma diferente, como si este último año fuera una experiencia larga y agotadora que durará para siempre y será atemporal». «El estrés y el tedio, han interferido en nuestra capacidad para formar nuevos recuerdos significativos». (7)

“Definitivamente, hay un cambio en la forma en que la gente relata sus recuerdos y experiencias cognitivas”, dijo Rajah. “Tienen menos detalles alegres sobre sus recuerdos personales, y más contenido negativo en esos mismos recuerdos”. La gente tiene en estos momentos, más dificultades para formar memorias funcionales y prestar atención, con “una capacidad reducida para retener pensamientos en sus mentes y planificar el futuro”.

En el cuestionario del NYT, también se les preguntó sobre qué estaban haciendo para combatir el malestar. Algunos dijeron meditar o tomar algo de alcohol, caminar, o explorar espacios espirituales.

Sin embargo, nadie dijo saber a ciencia cierta, cómo hacer para que este extraño tiempo sea más llevadero. “No lo sé”, escribió una persona. “Si lo descubren, díganmelo”.

Nosotros tampoco lo sabemos, pero aplicando lo que poco que hemos aprendido sobre la conducta humana a esta situación inédita en los últimos 100 años, podemos sugerir algunas ideas:

  1. Reduzca la incertidumbre: mantenerse en alerta permanente por el miedo al contagio, aunque haya circunstancias como estar vacunando o reducir sus contactos sociales, no ayuda a nadie. Elija qué actividades laborales o recreativas hará y si no puede elegir infórmese sobre las medidas de seguridad, distanciamiento, etc., que se tomarán y una vez que tenga todos los datos que necesita deje de pensar en el tema, ocúpese pero no se ponga ansioso, confíe en usted mismo y en su criterio. Y si la situación cambia, cambie su decisión
  2. Concéntrese en objetivos pequeños, asumibles, poco desafiantes: la idea de fluir con las circunstancias de la que tanto se ha hablado desde hace 20 años, adquiere una nueva modalidad. La languidez se vence con pequeñas victorias, aunque sólo se trate de descifrar quién es el asesino en una novela de Agatha Christie o aprender a reciclar muebles con pintura tiza o, como no! aprender a hacer masa madre . Invierta `30 minutos al día en aprender algo nuevo, relacionado o no con su trabajo o profesión. eso le dará sentido a este tiempo entre parentesis.
  3. Organícese: gestione su tiempo, enuncie algún objetivo a mediano plazo, alguna meta y haga foco ahí. La sensación de progreso es garantía de percepción de «felicidad» y se logra visibilizando los avances, los pequeños logros, no solo laborales sino y sobre todo interpersonales, mantener rutinas de comunicación, leer y escribir mensajes, preguntarle al otro no tanto cómo está sino y sobre todo si todavía está ahí. El multitasking y la volatilidad de las redes es aquí terriblemente decepcionante. Haga algo para cambiarlo
  4. Céntrese en el Aquí y Ahora: de a un día x vez. Haga planes pero no condicione su estado de ánimo a la certeza de que se cumplan. En cambio, planifique éste día, ésta semana, o como mucho éste mes. Abra una agenda, haga listas….. pero nada más.

Para terminar: La languidez no es solo una cuestión mental sino que también tiene que ver con los contextos, las circunstancias. Este mundo a «modo pandemia» sigue privilegiando solo los problemas de salud física y silenciando los problemas de salud mental. Pero la pos pandemia nos obligará a replantear nuestra mirada social sobre la importancia del equilibrio y el bienestar mental.

Que técnicamente haya personas que no estén deprimidas, no significa que deba frivolizarse sus síntomas de anhedonia.

«Al reconocer que muchos de nosotros languidecemos, podemos empezar a darle voz a la desesperación silenciosa e iluminar un camino para salir del vacío», dice el psicólogo de organizaciones Adam Grant (6).

Allá vamos!

A New Study Focuses on the Traits Essential for Flourishing | University of  Denver

Referencias:

  1. https://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol25num1/articulos/luchar/
  2. https://ajph.aphapublications.org/doi/full/10.2105/AJPH.2010.192245
  3. Keyes, Corey L. M. 2002. “The Mental Health Continuum:  From Languishing to Flourishing in Life.”  Journal of Health and Social Behavior. 43: 207-222.
  4. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0165032720329955
  5. https://www.nytimes.com/2021/04/03/business/readers-pandemic-burnout.html?action=click&module=RelatedLinks&pgtype=Article
  6. https://www.adamgrant.net/book/think-again/
  7. https://douglas.research.mcgill.ca/pandemic-fatigue-and-memory-loss

7 formas efectivas para controlar la ansiedad

 

 

 

                                        Tipos de ansiedad y su tratamiento | menteAmente

 

 

Muchas veces nos sentimos desbordados por el día a día y se instala en nuestra vida  un profundo sentimiento de tristeza que no alcanzamos distinguir de una depresión en toda regla o un estado de agitación interior que nos hace desear escapar de nosotros mismos. La primera respuesta suele ser buscar la forma de sentirnos mejor, escuchamos música, salimos, hacemos deporte, tomamos alcohol o controlamos nuestra respiración.

Pero no siempre nos va bien con estas estrategias. Puede ser muy decepcionante cuando después de enormes esfuerzos para intentar cambiar nuestras emociones terminamos creyendo que estaremos estancados en ese estado y que nunca encontraremos la salida.

Pero;  ¿Cuál es la alternativa? sin ser  ingenuos la respuesta es «Vivir de la mejor manera posible», con las emociones que nos toque transitar. Se trata de «relacionarse con» las emociones más que tratar de «controlarlas«.

La primera regla es aprender a aceptar  nuestra experiencia interior para redirigir nuestra conducta hacia espacios más productivos y satisfactorios.

Derrotar a la ansiedad y a veces a la depresión no significa ELIMINAR esas experiencias.
 
Las emociones duras y difíciles están allí como sensores de nuestro malestar, son una alarma, algo no está bien y necesita ser cambiado, algo no nos hace bien, algunas circunstancias de nuestra vida nos están generando ruido. T
 
Tendremos que luchar, pasaremos por momentos de enojo, quizás culpa, impotencia o miedo. Estas emociones están ahí para ponernos a prueba, para testear nuestra inteligencia emocional y ayudarnos a avanzar hacia la vida que queremos vivir.
 
Pero ¿Cómo hacerlo? 
 
Una propuesta es ensayar estas 7 acciones, una al día para ir viendo cómo reaccionamos, cómo nos impacta y mejora ……o no:
 
  1. Decide cuál será tu punto de vista:

La ansiedad suele invadir nuestras mentes con problemas que aparecen como imposibles de resolver, como si fueramos víctimas de las circunstancias sin capacidad de decisión. Empieza por cambiar tu punto de vista.

La primera cosa que vas a hacer mañana por la mañana será decidir que clase de día decides tener. ¿Qué pensamientos eliges tener?, ¿Cuáles serán tus momentos de relax? ¿Qué calidad de respuesta darás a los desafíos que se presenten?

Eres el responsable de tu día, no puedes elegir algunos contextos pero puedes elegir cómo transitarlos. Y si para hacer tienes que retroceder no pasa nada, «soldado que huye sirve para otra guerra» . Recuerda que la ansiedad es la respuesta fallida a la ancestral estrategia de ataque o huída. Decide si lo que pasa REALMENTE HOY necesita de tu energía y tu atención.

2. Una cosa es preocuparse por un problema y otra MUY DISTINTA es resolverlo

Preocuparse y solo eso es repetir de una manera improductiva una conducta, en cambio resolver un problema es hacer foco en encontrar soluciones. Si estas agobiado por tus preocupaciones, trata de de distinguir si se trata de un problema REAl que hay que solucionar o simplemente son los engranajes de tu mente girando infructuosamente. Luego intenta redirigir tu energía mental hacia alguna estrategia de resolución de problemas.

3. Define cómo quieres vivir

Cuando estás tentado de dejar de hacer algo, de evitar alguna situación por causa de tu ansiedad, pregúntate que tipo de vida quieres vivir. ¿Una basada en el miedo y la evitación? ¿Una donde para sentirte más seguro te vas perdiendo de las cosas que quieres? ¿O una vida en la que desafíes tus miedos y tu inercia para hacer lo que verdad importa?. Planifica hacer algo cada día que te agradezcas en el futuro

4. Cambia la conversación

La ansiedad y la depresión nos pone en el centro de la atención, estamos permanentemente preguntándonos ¿Por qué me siento así? ¿Cómo hago para no estar tan ansioso? En medio de ese mar de emociones negativas intenta cambiar las preguntas, por ejemplo ¿Qué tarea, qué tema, requiere mi atención AQUÏ y AHORA? Y luego redirecciona tu energía hacia lo que exige ser hecho, deja tus emociones en segundo plano y convive con ellas pero sin darles protagonismo.

5.Enfrenta tus miedos

Evita las situaciones, personas, temas, circunstancias, elecciones personales, que te hacen sentir incómodo, refuerzan tus miedos y hace de tu mundo un lugar más pequeño.

La mejor estrategia para reducir los miedos ficticios es enfrentarlos gradualmente. Cada día presta atención a las señales de evitación, como por ejemplo, posponer algo que tengas que hacer porque no sabes como, o elegir el camino más largo para evitar tomar la autopista porque te pone nervioso.

Elije una acción cada día que suponga correr un límite y salta esa barrera.

6. Cuestiona la narrativa

La respuesta ansiosa está haciendo predicciones permanentemente y a menudo confundimos esa predicciones con lo que realmente pasa o puede pasar. Por ejemplo, la ansiedad te grita : «Vas a fracasar» y tú decides que eso es verdad y que sucederá hagas lo que hagas. Pero las predicciones de tu ansiedad no son hechos son eso posibilidades y como tales deben ser tratadas.

Si comienzas a prestar atención te darás cuenta que tu mente es una usina de «fake news».Tiene un potente sesgo de «Esto no puede funcionar para tí» que encabeza cada «titular» en tu mente:

«Estás enferma»

«Todos se van a decepcionar»

«Vas a llegar tarde»

«Esto va a terminar muy mal»

Cuando nos damos cuenta que los pensamientos ansiosos son historias, podemos comenzar a preguntarnos que hay de real en ellos. ¿Es tu predicción ansiosa la única posibilidad? ¿ O puede haber otros finales posibles que tu mente no alcanza a ver?

7. Conecta con el «Aquí y ahora«

La ansiedad se basa en fantasías acerca de un futuro imaginado que adelanta catástrofes. Por esa misma rázon hacer foco en el presente puede ser un potente antídoto contra la ansiedad. Y esto pasa porque la ansiedad se nutre de la incertidumbre y esto solo sucede en el futuro.

No se trata de creer que no tendremos problemas o que no los tengamos hoy. De hecho la vida es una sucesión de conflictos, demandas, cuestionamientos, elecciones. Pero la idea es ir resolviéndolos de a uno siempre desde lo que es real, relevante y funcional, usando nuestra experiencia y nuestras capacidades. para ello es necesario conocernos y creer en nosotros mismos. Nadie lo hará por nosotros!

Trata cada día como una OPORTUNIDAD para abrirte o incluso aceptar que «hacemos camino al andar».

No procastines, no abandones antes de comenzar, haz foco en lo que vives y NO en lo que crees que vives. Muéstrale a tu mente quién está a cargo, Identifica esa frustración, esa falta de compromiso, ese miedo al fracaso .

La paz mental y la percepción de logro llega cuando asumes que puedes vivir tu vida a pesar de ser puesto a prueba por una historia familiar descalificadora, unas elecciones equivocadas o emociones negativas; te darás cuenta que aún con una vida emocional difícil puedes avanzar hacia donde sientas que quieres ir. Suerte!

Aprende cómo debes respirar si tienes ansiedad

¿Hacia donde voy? 7 pasos para diseñar tu proyecto personal

          ¿QUÉ NECESITARÍAS  HACER PARA SER LA PERSONA QUE QUIERES SER?

 

 

Hay momentos en la vida en los que nos parece que hemos llegado a un callejón sin salida o que estamos dando vueltas en una rotonda sin terminar de elegir hacia donde giraremos. A veces se trata de cuestiones simples como tratar de cortar ese estrés que no nos deja tiempo para  nuestro ocio, o cambiar nuestra alimentación o hacer más ejercicio. Pero otras queremos introducir algún cambio significativo,  hacer un giro en nuestra carrera, mudarnos, o terminar (o empezar) una relación.

 La inercia, la sensación de falta de control o, al revés, el exceso de control nos impide abordar ese cambio que sentimos al mismo tiempo IMPRESCINDIBLE pero INACCESIBLE. Crear un plan de acción personal y seguirlo permite ordenar las ideas, detectar debilidades, identificar fortalezas y, lo más importante, conjurar y resolver miedos.

Si sientes que estás desorientado, el primer paso consistirá en enfocarte y volver a empezar.  Ahora bien, no se trata solo de «poner ganas», sino de iniciar un proceso de introspección que te permitirá entender qué mecanismos, qué estrategias has utilizado históricamente, cuáles han sido tus obstáculos y -lo más importante- comenzarás a ser  más leal contigo mismo a la hora de ver cuál ha sido tu estilo a la hora de elegir caminos u opciones.

                                               ¿POR DONDE EMPEZAR?

1.IDENTIFICA LO QUE NO FUNCIONA : ¿Qué quieres cambiar? ¿En qué área de tu vida? ¿Se trata de tu trabajo?. ¿Tu carrera profesional? ¿Tus estudios? ¿Tu familia? ¿Tus amigos? ¿Tus hábitos? ¿Tus finanzas? ¿Otras fuentes de estrés?, ¿Todo? ¿Algo? ¿Cuanto? Imagina que puedes poner toda tu vida en una «rueda», un círculo divídido en parcelas iguales correspondientes a los distintos espacios de tu día a día. Ahora, de 0 a 10, marca la importancia que cada zona ocupa HOY, coloréalas.

¿Lo ves claro? Bueno, dibuja otro círculo, vuelve a dividirlo en las mismas parcelas, pero ahora colorea de 0 a 10 cada zona según TU deseo: por ejemplo, si la relación con tu familia hoy puntúa 6 pero quieres pasar más tiempo con ellos, en tu «rueda de la vida deseada»  «familia» puntuará 8 o 9 , ¿Se entiende?

 

                                            La rueda de la vida: Una gran herramienta de coaching – Positivalia

 

¿ HOY hay equilibrio en tu vida?  En este sentido, es importante que en la visualización de lo que buscas abandones el «gran concepto» , por ejemplo: «Quiero llevar una vida sana», «Quiero ganar más dinero» o el típico «Quiero ser feliz»,  estas ideas son tan generales que es muy difícil ver cuales serían los pasos para sentir que lo logramos y no es más que una estrategia para alimentar la frustración.

 

2. ELABORA UNA ESCALA DE VALORES:  Ordena las vivencias, situaciones, expectativas imprescindibles para ti de 1 a 10,  donde 1 será lo que no estás dispuesto a perder en ningún caso , Ej: libertad creativa, seguridad económica, tiempo para la familia, etc…

Es imprescindible que conozcas qué quieres cambiar pero también qué deseas conservar y en qué sector de tu vida. ¿Dónde y cómo te sientes seguro? ¿Cuál es tu espacio íntimo? ¿Quién eres? ¿De donde vienes? ¿Adonde perteneces?

Un proyecto personal necesita coordenadas realistas. ¿Valoras mucho el tiempo con la familia pero resulta que estas trabajando a tiempo completo porque no sabes decir «no» o manejas mal tus finanzas y gastas más de lo que ganas? ¿ Te encantaría estar más al aire libre pero eres un adicto a Neftlix? Para asegurarte de que estás en la dirección correcta evalúa si hay coherencia entre lo que dices que buscas y lo que realidad haces en tu día a día. Uno de los dos no es lo quieres si te sientes aburrido, desorientado o estancado.

 

                                  Construir proyectos de vida, reconstruir la propia identidad - educaweb.com

 

3.VISUALIZA EL FUTURO : ¿Dónde, Cómo, Con quién quieres estar dentro de cinco años? Si sigues así ¿Lo lograrás? ¿Qué correcciones crees que hay que hacer?.

 

4.PLANEA TUS PASOS:  Cuando tengas claro donde quieres llegar, estaría bien que dividas la ruta de llegada en etapas cortas y «manejables». Así será más probable que vayas experimentando pequeños logros que van a sostener tu motivación y te van a permitir ir haciendo los cambios necesarios.

Mientras vas planificando tus pasos, revisa la lista de lo que no está funcionando y trabaja en buscar y entender qué es lo que puede estar trabando el progreso.

Luego, haz algunos cortes, elimina situaciones, relaciones, compromisos innecesarios que te agotan. Y lo que no puedas eliminar redúcelo a su mínima expresión. Considera cada «limpieza» como un logro. Cuando te des cuentas que puedes hacer elecciones tangibles y con consecuencias positivas, empezarás a creer en que el cambio es posible

5. CREA ESPACIOS DE SOPORTE para no tener que poner solo tú todo el impulso. Si quieres hacer mas ejercicio únete a un gimnasio o a un grupo de trekking o búscate un compañero de caminatas; si quieres mejorar la relación con tu pareja, acuerda con ella cambios regulares en la rutina en la que los dos se recuerden mutuamente que «ésta es nuestra noche de cenita tranqui»; si quieres ganar más dinero pide asesoría financiera.

Si lo necesitas, contrata un profesional, capacítate, estudia, fórmate, aprende lo que necesitas saber para llegar adonde quieres llegar.

Sal de tu zona de confort!. No todo es voluntarismo, de hecho…..casi nada es pura voluntad. 

Instalar nuevas estructuras en tu vida, te ayuda a salir del «debería empezar» en tu cabeza hacia contextos visibles en la vida real. 

6. CUIDA TUS HERRAMIENTAS: Tus recursos materiales, tus redes, pero también tus fortalezas, tu autoestima y una autovaloración equilibrada.

7. SOPORTA LA FRUSTRACIÓN: ¿Qué pasa si chocas con una pared? ¿Qué harás cuando sientas que ya no puedes dar un paso más y nada de eso tiene sentido? Hacerte estas preguntas te ayudará a ensayar la flexibilidad en el logro de tus objetivos. Puede que haya que volver a diseñar las etapas, buscar nuevos soportes externos, pero también puede ser que el plan elegido no sea el correcto para ti, no sea coherente con tu personalidad o tu estilo de vida o con tus recursos. Y reconocerlo es parte del proyecto personal.

Quizás haya que cambiar la  actitud o hacer un trabajo de Insight  desde la psicoterapia para entender las razones menos visibles de tu necesidad de cambio o de tu imposibilidad de hacerlo. Si crees que hay que dar otros giros a medida que vayas apropiándote del terreno hazlo !, En definitiva se trata de preguntarte si lo que estás haciendo hoy te llevará adonde quieres estar mañana.  No TE dejes para «después» !

 

 

                           

 

 

 

 

 

 

¿Es mal humor o depresión?

La pandemia COVID19 seguramente te ha puesto de mal humor, pero a veces puede que se trate de algo más.

Al principio de la cuarentena y por un tiempo, digamos unos 20  o 30 días, tu vida continuó bastante bien. Tenías un teletrabajo que por lo menos te permitía mantener tus ingresos -aunque sea en forma parcial- y te sentías casi feliz por tener más tiempo para aprovechar con la familia y por re conectar virtualmente con amigos que hacía tiempo no contactabas.

Sin embargo, las últimas semanas, después de 50 días, han sido mucho más difíciles. Has estado encerrado, tus fronteras no han pasado de unas pocas calles o tu barrio, en el mejor de los casos y el futuro parece ya una densa bruma sin fin. Los días se mezclan.

¿Para qué levantarte? Igualmente puedes trabajar desde la cama, sobre todo si duermes mal y te sientes cansado casi todo el día. ¿Por qué reafirmar conexiones si puedes simplemente mirar memes y videos? Y tus hijos o tu pareja, ¿No pueden cuidarse por sí mismos?, ¿Para qué vestirte?

                                                    Solos durante la cuarentena: "Como no acabe pronto, a muchos nos ...

En tiempos «normales» estos sería indicadores de una depresión en ciernes…..pero estos no son tiempos normales, más bien estamos en una situación que podemos definir como el caldo de cultivo ideal para alimentar síntomas depresivos. Tristeza, ansiedad, irritabilidad, insomnio, comer poco o en abundancia, problemas de concentración, son señales que no es raro encontrar en la mayoría de las personas en estos momentos.

 

Algunos seguimos encerrados, a veces solos y  otras en condiciones materiales muy estresantes.  En otros casos, según la latitud, ya podemos circular en la #nuevanormalidad,  que nos resulta rara porque es una especie de «libertad condicional» y nos exige esfuerzos.

 

Cientos de miles de personas han perdido su sustento y muchos además están en duelo por sus mayores fallecidos. Todos los recursos y planes de tiempo libre y diversión : gym, vacaciones, ir al club, a la iglesia, o el «after hour» con amigos, las clases de yoga, teatro o idiomas, hacer trekking con tu grupo o asistir a ese curso de cocina, todo eso que parecía tan obvio ahora es inalcanzable. Miras tu Instagram o tus fotos, si no eres adicto a las #redes, y no puedes creer lo feliz que eras sin saberlo. No has decidido tú encerrarte y no controlas casi nada, y de golpe tienes que inventarte tus rutinas y a veces no tienes ganas.

 

Hay ya evidencia de un aumento generalizado del número de personas afectadas por algún grado de depresión tanto entre los que siguen en cuarentena, como entre los que ya la han flexibilizado.

 

Sólo en USA desde mediados de Febrero a mediados de Marzo 2020, el número de prescripciones de antidepresivos subió un 18.6%. Una encuesta de la Universidad de Michigan sobre 460 casos, realizada en Abril pasado encontró que el 33.6% de las personas encuestadas reportaban síntomas de depresión mayor, incluyendo fatiga, sentimientos de desesperanza e insomnio.

Aún así, como profesionales de la salud mental, preferimos no etiquetar como «depresión» en el sentido habitual lo que las personas cuentan sobre su estado de ánimo. En todo caso hablamos de una depresión «reactiva», relacionada directamente con el contexto de pérdida y que solo hará un episodio agudo, si la personalidad de base es ya depresiva o si ha habido crisis depresivas en otros momentos de la vida.

Es muy difícil mantener funcionando todos nuestros sistemas cognitivos y emocionales si permanentemente estamos a modo «ataque y fuga».  Realmente es muy cansador. Si tienes problemas para concentrarte o salir de la cama no es anormal, es una respuesta evolutiva esperada frente a una amenaza y como tal es esperable.

Y eso vale en todo los casos, porque es muy probable que el volver a circular libremente, también traiga su carga de dificultad y quizás seguir quedándose en casa sea la mejor opción.

Craig Sawchuck, psicólogo de la Clínica Mayo, en Rochester (Minnesotta) señala: «Un concepto que encaja en la actual situación es el de «realismo depresivo»«. Significa que no estamos sobreactuando ni exagerando. Una inusual suma de circunstancias pide que reaccionemos de forma inusual. Tenemos que aceptar que es realmente una situación difícil y en algunos casos trágica».
El realismo depresivo no es negativo en tanto fomenta el pensamiento crítico, reduce los prejuicios y nos hace estar alertas. Habilidades todas imprescindibles en escenarios de cambio.
                                              Si soy realista | Desmotivaciones
Significa que  no vamos a rendirnos y sufrir, pero que estamos habilitados para tener mal humor y cierta desprolijidad en nuestro día a día. La depresión, no importa cómo se origine, siempre aumenta los sentimientos de futilidad, de falta de sentido y cancela la capacidad de sentir placer.
 Habrá que estar atentos, en este contexto de crisis de certezas, a no avanzar desde una «tristeza razonable», esa depresión realista de la que hablábamos,  a complicaciones como el abuso de sustancias, violencia en las relaciones personales y -en casos extremos- fantasías de autodestrucción. Pero ojo, solo el 60% de aquellos que que intentan o consuman suicidio son depresivos.
Quiere decir que muchas veces en situaciones sostenidas de estrés, generamos síntomas no ligados a lo emocional y difíciles de detectar y asociar a depresión.  Si notas que estás tomando alcohol en exceso,o usando drogas y psicofármacos,  o si estás respondiendo en forma violenta con agresión física a otros o autoagresión,  pero también si aumentó tu tensión arterial o tu colon parece vivir a «modo irritable»,  cuanto antes consultes a un profesional, mucho mejor será el pronóstico.
Si solo te sientes un poco mal, triste por momentos, pero has podido seguir funcionando, las habituales prácticas recomendadas como ejercicio, contacto social, regulación de pensamientos catastróficos, algún estímulo mental, alimentación saludable y sueño regular , generalmente serán efectivas.
Al principio te va a parecer que lo haces por hacer y que no tiene ningún efecto pero la verdad es que estarás creando un bucle donde hacer estas cosas, participar en forums, tratar de instalar hábitos va a generar un circuito virtuoso que mejorará tu estado de ánimo, permitiéndote continuar con más conductas que te llevarán a mejorar el ánimo un poquito más. Es cómo la batería de un coche….parada se descarga, es necesario gastar energía y ponerla en marcha para lograr que se cargue.
También es cierto, que puede que seas de esas personas a las que  les cuesta ocuparse solos de sí mismos o ya son proclives a deprimirse. Quizás hayas sido golpeado por otras crisis financieras o has perdido otras veces tu trabajo o has sido un enfermo crónico que ha debido pasar tiempo confinado. Todo esto es algo que necesitas trabajar para que el pasado no influya en la lectura REAL de  tu situación AQUÍ y AHORA.
 Si eres profesional de salud y trabajas en la primera línea de atención en conglomerados con altos niveles de infección, seguramente estas en riesgo emocional. Un estudio en China concluyó que el 20% de los trabajadores de la salud tenían -3 años después del brote de SARS- síntomas depresivos. Y son conocidos los casos de suicidios de personal de emergencia en Italia y Nueva York. En tu caso, ponerle palabras a tu malestar y pedir ayuda psicoterapeutica es IM -PRES- CIN- DI -BLE.

Tomar decisiones, sostenerse en contextos de crisis, es hacerse cargo que somos  seres humanos sociales y necesitamos hablar de nuestro malestar. Cuidar nuestra salud mental y emocional es tan importante como cuidar nuestra salud física.

ESPECIALISTAS EMITEN RECOMENDACIONES PARA LA SALUD MENTAL, ANTE ...

Lamentablemente, los discursos políticos en algunos países han declamado el #tecuidamos y el #quedateencasa sin valorar realmente, el impacto que en la salud mental tienen el aislamiento físico, las cuarentenas y la información sesgada.  Una población tendrá más motivación para  el cuidado personal y el cumplimiento de consignas preventivas si encuentra sentido a sus acciones y se respeta su responsabilidad individual.

El miedo y la culpa se han transformado en armas arrojadizas contra las personas que sienten que no pueden ni deben «sentirse mal», angustiarse, visualizar su realidad territorial como claustrofóbica y que deben «creer» en las informaciones mediáticas y no cuestionar ni cuestionarse para no ser considerados una especie de «terroristas biológicos».

Recuperar la auto observación para escapar al letargo, el aislamiento emocional y la irritabilidad  cuando superan algunos límites es imprescindible; encender las alarmas del autocuidado es quererse y avanzar hacia respuestas resilientes .

La resiliencia es esa capacidad humana de resetearse después de eventos traumáticos, no para volver al mismo lugar «pre estrés» sino para generar un mejor lugar en las nuevas condiciones.

Es nuestra trayectoria natural y la única posible. Es un proceso y como total tiene etapas. Tener conciencia de situación y saber pedir ayuda a tiempo es siempre el primer paso hacia nuevos horizontes.

Instituto Cervantes on Twitter: "Hoy ha empezado otra semana de ...

«Amurallar el propio sufrimiento, es arriesgarte a que te devore desde el interior.» Frida Kahlo

 

#Quedarse en casa en tiempos de pandemia : algunas ideas

«Al principio la muchacha del Dauphine había insistido en llevar la cuenta del tiempo, aunque al ingeniero del Peugeot 404 le daba ya lo mismo«.…… «la muchacha del Dauphine le había dicho al ingeniero que le daba lo mismo llegar más tarde a París pero que se quejaba por principio, porque le parecía un atropello someter a millares de personas a un régimen de caravana de camellos»…… » A veces llegaba un extranjero, alguien que se deslizaba entre los autos viniendo desde el otro lado de la pista o desde la filas exteriores de la derecha, y que traía alguna noticia probablemente falsa repetida de auto en auto a lo largo de calientes kilómetros». Julio Cortázar (La autopista del Sur)

Julio Cortázar: Reseña: La autopista del Sur

En estos días, la situación social e individual creada por la pandemia del COVID-19, me hizo recordar éste cuento de Cortázar de 1966,  que trata de un atasco en una autopista en las afueras de París, un domingo de calor abrasador en pleno Agosto. En cada coche, una historia, nadie sabe qué pasa exactamente ni porque se han quedado parados pero la persistencia de su situación obligan a estas personas a organizarse y comunicarse mientras sus días se alargan. La necesidad de supervivencia, convierten a los desconocidos en comunidad.  De una manera no planificada surge una problemática que afecta a muchas personas desconocidas entre sí que las obliga a cuidarse entre ellas, y comprometerse buscando el bien común por un período que no se sabe cuanto durará, algo que nunca harían en condiciones normales.

En este complicado 2020, la consigna es #Quedate en casa, y como siempre sucede, las opiniones son diversas, la mirada socio política y económica o financiera se entrelaza con las cuestiones de salud pública y las teorías conspirativas. En todo caso, no es una elección, es imprescindible evitar los riesgos de contraer Coronavirus o sin intención, contagiar a otros. El nudo de la cuestión no es tanto no enfermarse sino no aumentar las probabilidades que el sistema de salud colapse y se agrave la situación de muchos enfermos crónicos de otras patologías que verían imposibilitado su acceso a hospitales o centros de salud o a profesionales que los atiendan, como ya hemos visto en otros países.

Seguramente, como los personajes del cuento,  te sentirás aislado, por momentos triste, aburrido, preocupado, rumiando calamidades por venir y desesperanzado. También es probable que estés más irritable, que aumentes o inicies el consumo de psicofármacos o alcohol o que te enojes con todo y todos.

Estamos atravesando una experiencia traumática compartida; en una extraña paradoja, estamos aislados pero no estamos solos en esto. El inconsciente colectivo mundial, más allá de las diferencias, se ha alineado frente a la percepción de una amenaza a la propia vida, pero también al colapso global de la economía y a la rara sensación de que la vida ya no volverá a ser igual.-

Consejos para la cuarentena por el coronavirus (COVID-19)

La clave es entender que no sabemos lo que va a pasar pero sí sabemos lo que podemos controlar de uno en uno para alinearnos con los esfuerzos comunitarios para contener la expansión del virus y salir de esta crisis. Esto recién está comenzando y no tenemos idea de qué nos traerán los siguientes seis meses. En el medio estamos en una emergencia nacional, regional y mundial todos juntos.  Se nos ha pedido algo simple y complicado a la vez: quedarnos en casa y reducir interacciones.

Desde la psicología sabemos que el aislamiento y las tareas pasivas pueden conducir a estados de disminución de las respuestas emocionales y a pensamientos más lentos. Puede que te despiertes por la mañana y al recordar la situación te sientas parte de una versión catastrófica del «El día de la marmota».

Inmediatamente pueden aparecer de nuevo tus preocupaciones, ansiedad por búsqueda de nueva información y finalmente la decepción de constatar que -un día más- estas aislado. Existen luego agravantes y atenuantes de esta situación compartida : ¿Vives en una gran ciudad o en un pueblo?¿Tienes espacio propio al aire libre? ¿Vives solo o estás acompañado? ¿Tus relaciones familiares son buenas o son un completo desastre? ¿Tienes hijos pequeños? ¿Eres una persona con hábitos propios? ¿Hobbies? ¿Intereses? ¿Estás acostumbrado a usar Internet? ¿Te gusta cocinar o eres de los que no sabe prepararse un café y le encanta desayunar en un bar?, ¿Tienes un resguardo económico o vives al día? ¿Eres empleado público? ¿Profesional? ¿Independiente? ¿Comerciante?

¿Cómo enfrentar una situación social de aislamiento desde lugares y situaciones tan disimiles?

Ensayemos estas estrategias:

1- Acepta TODAS tus emociones y sentimientos: A menudo nos parece -por una nociva tendencia cultural- que no está bien sentirse mal. Que deberíamos poder siempre con todo, y que si no lo hacemos y  no somos optimistas 24/24 los 365 días del año, no ayudamos al universo.

A ver, es una respuesta esperable sentirse ansioso frente a la incertidumbre, asustado frente a la probabilidad de enfermar, triste por extrañar a los que queremos y desesperanzado cuando tenemos que enfrentar una situación como la que estamos sufriendo. Tememos que cosas horribles nos pasen o le pasen a la gente que amamos. No eres un robot. Estás habilitado para sentirte mal, pero también estás habilitado para hacer aquello que te haga sentir menos mal, o incluso te haga sentir bien.

Vamos a trabajar en lo que podemos controlar y conocemos y aprender a detectar lo  que no podemos controlar porque no sabemos ni siquiera si existe.

2. CONTACTA con familiares y amigos: recuerda que tu Smartphone es básicamente UN TELÉFONO. Sobre todo si estás solo, habla por teléfono aunque sea con una persona al día. Y si tienes un familiar o amigo mayor llámalo. Es verdad, yo tampoco suelo hablar por teléfono, pero tampoco me encierro a menudo por días enteros o sea que esta experiencia puede ser estimulante en más de un sentido. Las videoconferencias también valen, usa Skype, Zoom, Hangout o Whatssapp, descubre con qué aplicación te sientes más cómodo y úsala. Trata de mantener un registro de la experiencia y como te sientes después. Ponte como objetivo  llegar cada día a alguien.

3.- PLANIFICA actividades diarias: tu casa es un espacio como cualquier otro, estar ahí no implica que no haya nada que hacer, más allá de si eres alguien que se dedica al teletrabajo, seguramente te pareces a mí y a tu vecino que venimos procastinando cantidad de temas hogareños.

Cada noche haz una lista de las cosas que harás al día siguiente. Y cúmplela, no te cuelgues con las noticias o con las discusiones de Facebook, calcula bien el tiempo de cada actividad e incluye siempre por los menos

Tres actividades de la vida diaria :

Son actividades de cuidado personal y de la vida diaria aquellas actividades cotidianas con un propósito.

Las ocupaciones cotidianas , son centrales para mantener  la identidad  e influyen en el modo en el que uno emplea el tiempo y toma decisiones.

1) comida : si te gusta, cocina y prueba recetas nuevas ahora que tienes tiempo y si no te gusta , prueba igual!, puede que haya vida más allá del delivery de pizza!, 2) – limpieza e higiene personal – 3) movilidad funcional 4) sexo 5) sueño y descanso

Una o dos actividades manuales : ordena tus placares como si fueras un clon de Marie Kondo, pinta esos porta retratos que llevan meses arrumbados o, si sabes cómo, arregla esa lámpara o encola esa silla y restaura esa mesa que lleva meses arrumbada,  o tira lo que ya no sirve.  Si te gusta coser y tienes una máquina, quizás te sientas útil sumándote a los grupos  de tu zona para coser barbijos o batines

Una o dos actividades que supongan un ejercicio intelectual: leer, escribir, escuchar música, terminar ese curso Online, ayudar a tus hijos con la tarea, etc….

A que te falta tiempo! y eso que no incluí ponerte al día con tus series de Netflix, HBO o lo que sea que te guste.

Lo bueno de ésta estrategia es que cuando te levantes cada día, ya sabrás qué es lo que hay que hacer, es una forma de disminuir la ansiedad que provoca esa sensación (falsa) de «tiempo vacío». Es también una forma de sentirse eficaz y distraerte de las preocupaciones que el tema trae permanentemente.

Al final del día chequea como te ha ido y cómo te has sentido y corrige lo que haya que corregir. Esta es una técnica clásica en Psicoterapia Cognitivo conductual, denominada «activación de la conducta a través del planeamiento de actividades,» cuanto más hagas, más ocupado estarás y mejor te sentirás.

4. VALORA este momento como un espacio de tiempo LIBRE : piénsalo como si fuera una oportunidad de trabajo personal, en el que tienes la oportunidad de disfrutar la disminución de las demandas externas no imprescindibles. Usa este tiempo de una manera inteligente. Vuelve a TU LISTA, en este caso interna. Rumiar y preocuparte no sirve, tampoco compararte. Si tienes miedo al futuro porque tu realidad socio económica es complicada, piensa que no estás solo en esto y que tampoco tu vecino podrá pagar ese crédito, o el alquiler y  opciones habrá…porque siempre las hay. Y si no, no hay nada que puedas hacer hoy. No te adelantes, desmonta los pensamientos catastrófistas.

5.- Haz ejercicio….aunque no te guste. Mira por donde, resulta que todos esos videos de YOU TUBE llenos de actividades anaeróbicas, aeróbicas, zumba, tábata, yoga, pilates, se pueden convertir en tu personal trainer, no necesitas un gimnasio fantástico para hacer un poco de ejercicio. Lograr acelerar tus pulsaciones y exigirte un poco va a hacer que esos neurotransmisores endorfínicos responsables de que sientas placer se activen….justo lo que estamos necesitando que suceda!

6. Come y bebe de una manera controlada: Cuando estamos estresados a menudo abusamos de la comida chatarra o bebemos en exceso. Si no te gusta cocinar, puede que ésta experiencia de confinamiento te enfrente a ansiedades agregadas ¿Qué como? ¿Qué cocino?. Al tener mucho más tiempo para dedicarle, quizás sea una oportunidad de analizar en detalle la historia de tu relación con la comida y quizás puedas descubrir algo interesante respecto a tus hábitos culinarios.

Sea como sea, lo ideal sería que controlemos nuestra tendencia al descontrol en la comida o bebida – si ese es nuestro problema – o que transformemos el momento de la comida en un espacio de creatividad con nuevas recetas, planificando con cuidado y comprando nuestras provisiones con criterio, si nos gusta la cocina. Plantearnos desafíos en ese ámbito puede ser no solo divertido sino básicamente saludable.

7. Apoya a alguien que sepas que está atravesando un momento difícil más allá de la cuarentena: encontrar el sentido de lo que nos toca vivir pasa también por mirar a los costados y conectar con aquellos que sabemos que están solos, que acaban de perder un ser querido o que son depresivos crónicos, sufren de claustrofobia o son vulnerables .

Hacer una llamada o mandar un mensaje para saber como están o qué necesitan los hará sentirse menos aislados. Y tú te sentirás mejor haciéndolo. Sí, ya sé, no te interesa sacar patente de «santo», pero tampoco está mal intentar mirar más allá de tu ombligo.

8. Desafía a la desesperación : Tenemos que tomarnos en serio esta pandemia porque no se parece a nada que hallamos vivido antes, sobre todo en la forma en que se expande, no es que sea menos o más grave que otros cuadros respiratorios igualmente peligrosos si se complican, es que hay muchos «no sé» impactando en las decisiones individuales y grupales.

Pero, en lugar de intentar predecir el futuro, trata de hacer foco en HOY, o como mucho en LA PRÒXIMA SEMANA y no uses tus emociones para tratar de predecir cómo será tu vida dentro de un mes. Algo es cierto, esto también pasará. Tienes el control absoluto de lo que haces cada día no dejes que te gane el desaliento

9. No pierdas tu buen humor…y si ya lo perdiste, busca a ver donde lo dejaste: es sabido que la risa activa el sistema inmune, reduce el cortisol ( la hormona del estrés) y proporciona un excelente tono muscular. La risa disminuye el tono amenazante de cualquier situación, activa sentimientos positivos y crea red social. Elige películas o series divertidas, busca libros Online con narrativas de humor, busca videos que te hagan sonreír. El humor es una estrategia efectiva para sanar miedos y desacuerdos, contribuye a la unión de la pareja en momentos difíciles como este, suaviza la relación con compañeros de teletrabajo , familiares y amigos.

Sigue de cerca los pequeños cambios positivos en tu día a día y recuerda que los seres humanos somos capaces de seguir adelante, de ser resilientes y de superar nuestros límites. Suerte!

 

 

 

http://www.raquelferrari.com

 

 

 

 

 

Coronavirus: 7 tips para manejar la ansiedad

EL virus COVID-19 ha provocado una alteración inesperada de nuestras rutinas y amenaza la salud pública en casi todo el mundo. Existe un estado generalizado de incertidumbre respecto a lo que los próximos meses nos traerá en todos los sentidos.

Esta pandemia, implica riesgos más allá de la salud, medidos en crisis económicas, derivaciones políticas y fuerte impacto en las costumbres asociadas al proceso de globalización : turismo de masas, libre circulación de personas y mercaderías, etc. La ansiedad como respuesta individual crece, no solo entre aquellos que ya son proclives al pensamiento catastrofista anticipado, sino entre los que en general no tienen ese problema.

Nuestro aporte como psicólogos y psicoterapeutas para ayudar a reducir el estrés será compartir algunos  tips -bastante obvios por otra parte- para lograr un balance entre «estar preparados» y «entrar en pánico»:

 

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1.- Se consciente de la importancia de mantener tus hábitos saludables de sueño y actividad física: Una de las primeras consecuencias del aumento de estrés es tirar por la borda las rutinas de cuidado. Es un efecto dominó desafortunado, en tanto esas rutinas son las que nos permiten sentirnos tranquilos y  -además- mantener nuestro sistema inmune. Nos enganchamos a las noticias y a los grupos de whatssapp y nos vamos a dormir más tarde, postergamos nuestra habitual caminata o nuestra sesión de ejercicios porque estamos cansados o porque dudamos de ir  o no al gym o salir a dar una vuelta a la manzana. Dejar ir esos hábitos tiene el riesgo agregado de que seguramente será más difícil retomarlos cuando todo esto pase. Prioriza tu descanso y tu movilidad siempre que puedas.

2.- Utiliza estrategias para desactivar el circuito fisiológico del estrés: Cuando nos sentimos amenazados, nuestro sistema nervioso periférico se acelera, es la respuesta evolutiva a la alternativa de «luchar o huir». El problema es que la evolución no ha tomado en cuenta cómo habría que manejar los estados crónicos de estrés. Y cuando tus reacciones físicas se ven sostenidas por un continuo y dinámico estado de incertidumbre, los resultados, nunca son buenos. Si tu cuerpo se tensa, tu mente también lo hará.
Aprende a detectar qué zona de tu cuerpo está más tensa: mandíbulas, puños, respiración corta, ¿tienes palpitaciones? ¿dolor de cabeza? ¿dolores musculares?, si así es, ensaya estrategias efectivas como reducir el consumo de alcohol, cafeína y nicotina, habituarte a realizar ejercicios de respiración profunda, relajación muscular por zonas, ejercicios de yoga, musicoterapia y  control de tu alimentación (eliminar bebidas energizantes, aumentar consumo de triptofano a través de frutas, lácteos y carnes). Recuerda que una persona con estrés está expuesta a una reducción de su sistema inmune. No existe un fármaco específico para el estrés, los ansiolíticos pueden reducir la presión mental que genera el estrés pero no serán exitosos para alterar otros efectos como dolores musculares, trastornos digestivos etc. Por ello en situaciones como ésta de extrema vulnerabilidad emocional es imprescindible no abusar de la medicación y apuntar tanto a los hábitos saludables como al aprendizaje de técnicas para el manejo de la tensión.
3- Controla el acceso a las redes sociales y elige fuentes confiables:
Es muy difícil mantener el equilibrio entre estar informado y preparado y el pánico en forma de pensamientos rumiantes sobre las mismas malas noticias. Siempre habrá más de una fuente para leer.
¿Cómo protegerte de caer en el abismo del abuso informativo? Elige qué fuente, qué contactos, qué grupos te parecen más confiables, chequea toda información alarmante y haz solo una actualización diaria o a lo sumo 2, no te lleves el teléfono a la cama, desconecta cada día un rato como medida de protección. Recuerda que la ansiedad se nutre de pensamientos catastróficos en espiral. Serán fuentes confiables y seguras: las páginas  oficiales de los gobiernos, los comunicados de los centros sanitarios de referencia y no los bulos de «influencers» y esotéricos y apocalípticos varios.
4- Busca apoyo social aunque sea a la distancia: Mantén tu red social aún en cuarentena como forma de mantener tu soporte emocional, sobre todo si eres un adulto mayor o no lo eres pero vives solo y está en teletrabajo. El apoyo emocional, nos permite recuperarnos más rápido en caso de estar enfermos, reduce la tensión arterial y nos ayuda a enfrentar nuestros síntomas. Asegúrate de mantenerte conectado a las cosas y personas que amas, aunque no sea en persona. Si debes estar aislado, hazte una rutina con sentido, pon al día tus contactos más allá de un simple «like». Estamos todos juntos en esto y cuanto más coordinamos estemos más útiles seremos.

 

5. No permitas que tus pensamientos catastrofistas se cuelen como «verdades»: En tiempos de incertidumbre, el cerebro tiende a llenar los espacios vacíos y a conectar puntos inconexos. Y esto puede distorsionar nuestra mirada hasta anular nuestro pensamiento crítico y precipitar conclusiones en las que se privilegia el miedo al futuro y la falta de alternativas.

Prueba ser más crítico y observador de tus propios pensamientos, no asumas que son «verdad», detecta los sesgos cognitivos de confirmación. Un sesgo cognitivo supone siempre una distorsión del pensamiento para sostener conclusiones irracionales: el sesgo de «confirmación»,  nos hace asumir como verdad aquello que ya coincide con nuestra idea. Por ejemplo: si creemos que habrá desabastecimiento porque los supermercados van a cerrar, si uno se queda sin mercadería, aunque haya 100 que funcionan normalmente, nos diremos que debemos correr a comprar.

Steven Taylor PhD psicólogo de la Universidad de Columbia y autor del libro «La psicología de las pandemias» dice «Las compras por pánico, están alimentadas por la ansiedad y la disposición a hacer todo lo posible para calmar los temores, como hacer cola durante horas o comprar mucho más de lo que uno necesita, Las compras nerviosas ayudan a las personas a sentir que controlan. La gente siente la necesidad de hacer algo que sea proporcional a lo que perciben que es el nivel de la crisis»,  Otro sesgo habitual es el de «negatividad», parece que nos encanta el morbo de lo negativo, saber cuanta gente murió y no cuanta se recuperó; observa a los que te rodean y observate, en situaciónes como ésta el vivir en modo «agonías» no solo no es útil sino que es claramente contraproducente en tanto te impedirá tomar decisiones acertadas.

 

Un hombre con cinco paquetes grandes de papel higiénico en California

 

Mantén lo familiar y predecible en la medida de lo posible: como forma de reducir tu ansiedad, mantén lo predecible en tus costumbres diarias respecto a horarios, limpieza, etc. Vigila tu tendencia al control obsesivo, indicaciones como #lavarselasmanos #notocarselacara, son imprescindibles como medidas de prevención pero pueden agudizar tus compulsiones. Si ya tienes este problema, consulta a un profesional.

 

7. En la medida de lo posible mantén la armonía de tu espacio privado: el cerebro ansioso es positivamente permeable a la percepción del «fluír», entendido como un estado de compromiso con las actividades de cada momento y a las sensaciones asociadas a emociones positivas. Ensaya cada día una actividad nueva, aprovecha este «tiempo fuera», para leer ese libro que compraste y nunca abriste o empezar tu curso online postergado. Una crisis siempre es una oportunidad. Y ésta también lo es. «Si sucede, conviene!»

El «savoring» es una estrategia de psicología positiva útil en momentos de estrés y no supone otra cosa más que recuperar la atención plena en el aquí y ahora y el recuerdo de lo bello : olores, sabores, momentos vitales. Todo aquello que nos «engancha» a la vida, cambiar tus muebles de lugar, ordenar tu armario, digitalizar tus fotos, son estrategias casi siempre exitosas para inocular «anti estrés».

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Si alguien de tu entorno se ha enfermado, evita el agotamiento, no entres en pánico y pide ayuda profesional.

Anxiety UK, sugiere poner en práctica una técnica clásica para enfrentar la ansiedad y la preocupación frente a lo desconocido:

  • Identifica y acepta la incertidumbre que te viene a la mente.
  • No reacciones en forma apresurada. Respira.
  • Ten presente que estás preocupado/a y que gastar energía en buscar certezas no es útil. Se trata solo de  un pensamiento o un sentimiento y los pensamientos no son hechos, observa  qué pasa realmente.
  • Deja ir pensamientos y sentimientos rumiantes.  Nadie espera que reacciones o hagas algo con ellos.
  • Explora el aquí y ahora, si en este momento y por ahora, todo está bien ¿Para qué te sirven esos pensamientos?Observa tu respiración.  Mira a tu alrededor ¿Qué ves?, ¿Qué oyes?, ¿ Qué puedes tocar u oler?. Luego pasa tu atención a otra cosa vuelve a lo que necesitas hacer o a lo que estabas haciendo antes de que te dieras cuenta de todas esas  preocupaciones

Si el mensaje es que todo está mal, que vamos al desastre y no hay salida, recuperar la capacidad de reconocer nuestras fortalezas es parte de la solución, porque a pesar de lo que parece….. esto también pasará! Suerte!

 

Fuentes:

https://www.psychologytoday.com/intl/blog/friendship-20/202003/7-tips-manage-coronavirus-anxiety-now

https://www.bbc.com/mundo/vert-cap-51824458

https://www.discovermagazine.com/health/why-coronavirus-is-turning-people-into-hoarders-a-q-and-a-on-the-psychology

COVID-19 and anxiety – part 2

 

 

 

«Keep calm» Solo se trata de otro año nuevo!

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Un nuevo año está por comenzar y con él surgen como hongos después de la lluvia, balances, proyectos, resoluciones acompañados de una buena dosis de ansiedad y frustración por querer cambiar de un día para otro todo lo que aún no hemos podido cambiar o lo que no debiéramos haber cambiado o lo que no intentamos y deseamos  intentar.

Es bueno tener resoluciones de año nuevo,  es muy saludable plantearnos nuevas metas  y recordar qué planes del año pasado logramos conseguir y cuáles no pero todo esto  ha de suceder sin caer en el exceso de autocrítica o en la insatisfacción.

Algunas personas pueden agobiarse en estas fechas porque hay más situaciones de interacción con desconocidos y con un grupo familiar ampliado, más demandas sociales y económicas y una percepción de pérdida de control. Puede que, con gran dificultad, nos expongamos  a reuniones por razones de trabajo o amistad, directamente las evitemos  o debamos inventar excusas, con el  obvio aumento de tensión emocional que esto implica. Interactuar se transforma  en un foco de malestar en lugar de en una oportunidad.

Hay que sumar el tema del consumo casi compulsivo de todo: comida, ropa, viajes. Los escenarios se arman, luces en las calles, un año  más que termina. Un obligado impasse en la historia personal para asumir una “felicidad”¿?? comunitaria evidentemente no compartida.

El uso abusivo de alcohol, psicofármacos o drogas estimulantes o depresoras como la cocaína o la marihuana se transforman en una trampa para enfrentar melancolías, recuerdos, ausencias pero también expectativas, excitación y alegría por algún reencuentro.

Dejar los teléfonos óviles en una canasta a las 10 de la noche y no volverlo a tocarlo hasta el otro día es una saludable estrategia para bajar los decibeles de la ansiedad por «no perdernos nada».  Total ya se te saturó la memoria con videos inspiracionales, frases celébres nunca dichas y reenvíos varios en los centenares de grupos a los que nunca entras. El 31 de Diciembre  se produce tal avalancha de mensajes que se suele quedar bloqueado  WhatsApp.

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Tomando como referencia un estudio de Cumulus Media, que revela que cada minuto se envían 38 millones de mensajes de WhatsApp podemos pensar en unos 70.000 millones de mensajes enviados en el momento «crucial» de las 12 campanadas en que diremos «Adiosss» a este difícil contradictorio, apasionante e irrecuperable 2019.-

Contactar con gente  con quienes no hay relación el resto del año, la ausencia de un ser querido, el cambio de las rutinas pueden convertir a las fiestas en un calvario para todos, pero especialmente para aquellas personas con predisposición a sufrir  trastornos afectivos, ansiedad o depresión  y  así, lo que podría ser motivo de festejo familiar se transforma en una espiral con capacidad suficiente para llevar el malestar a niveles patológicos..

Pero ¿Por qué ese aumento de ansiedad en estas fechas?, debiéramos preguntarnos si en otras fiestas religiosas en otras culturas ocurre lo mismo. No me consta. Alguno dirá que la Navidad es claramente superior en cuanto a celebración mundial masiva sumado a que sucede cercana al fin de año, cierre de un ciclo, etc. Creo que  solo se trata de una cuestión de percepción del acontecimiento.

Se ha desritualizado la fiesta religiosa cristiana y hay un fin de ciclo artificialmente marcado, convirtiéndose en un evento de socialización forzosa que inevitablemente potencia cualquier problemática. Una conclusión, un tanto obvia, nos lleva pensar que esa búsqueda del no displacer, de evitar la tristeza en todas sus formas, estará destinada al fracaso .

Perder peso, hacer más ejercicio, viajar, cambiar de trabajo o de pareja,  ahorrar, dejar de fumar, descansar más, preocuparnos menos, son parte de los objetivos que solemos plantearnos y en muchos casos están destinados al fracaso…..y lo sabemos.-

Proponemos algunas sugerencias a la hora de plantear  metas para el 2020, siempre aspirando a más logros personales, pero sin desilusionarnos si no conseguimos los resultados anhelados:

Se realista:

Lo mejor es enemigo de lo bueno. Planifica, en base a un conocimiento profundo de tus fortalezas y debilidades y no comparándote con modelos que no te representan.-

Cambia tus creencias

Cambiar patrones de pensamiento y comportamiento es clave para superar la ansiedad.  Pero no intentes cambiar todo a la vez, porque la frustración estará garantizada. Nuestros comportamientos no se desarrollan de la noche a la mañana, por esto cambiarlos requiere tiempo y paciencia. Ve un paso a la vez, pero con mucha disciplina.

Expresa y comparte

Es muy importante tener con quien compartir nuestros éxitos y temores. Tu familia, un grupo de apoyo o amigos pueden ayudarte mucho a seguir luchando por tus metas. Es indiscutible que somos seres sociales, por ello, es importante contar con la ayuda de los demás.

Valora cada paso

Es normal cometer errores y encontrar obstáculos cuando queremos lograr nuestras metas. Si no pudiste hacer ejercicio una semana, si no dormiste bien, si sigues fumando una etiqueta diaria, si sentiste que el estrés te dominaba, ¡no te rindas pero tampoco te castigues! Los altibajos son parte de cualquier proceso, simplemente sigue adelante.

Busca tratamiento y ayuda

Si sientes que el estrés y la frustración te están alejando de sus metas, no dudes en buscar lo que te haga sentir mejor. Puede que sea una búsqueda compleja y  que tome mucho tiempo, ¿Y qué?. Tratamientos para la ansiedad hay muchísimos, desde alternativos hasta medicamentos y psicoterapia, y, como la ansiedad no va adesaparecer mágicamente, es importante encontrar qué cosas nos hacen sentir mejor y sentir que retomamos el control de nuestras vidas.

Puede ser que lo tuyo sean los suplementos y tratamientos naturales o puede ser que para tí funcionen bien los programas de autoayuda, o  las apps para tratar ansiedad en cualquiera de sus propuestas  o bien puede ser que creas que lo más recomendable pase por los medicamentos recomendados por el médico o la psicoterapia. Sea lo que sea, aceptar que necesitas ayuda  o apoyo no es un signo de debilidad, es más bien,  una muestra de que quieres lograr tus objetivos y superar tus propios límites autoimpuestos.

Finalmente:

Es poco probable que los habituales consejos para combatir el estrés de las fiestas den resultado porque  la verdad es que no se estresa el que quiere sino el que puede. Y se estresará aquél que tiende habitualmente a querer controlar todo, evitar todo tipo de conflictos, perseguir la «felicidad» en forma de emoticón o  rumiar y no dejar ir viejos rencores.

Solo se trata de sentirse sujeto de la propia historia y de aprovechar estas fechas para reconocer los propios logros, agradecer el estar vivo a pesar de todo y todos  y recordar que en una semana todo volverá a la normalidad

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FELIZ 2020!!!…..o no

 

 

 

Miedo : una palabra sobrevalorada

El miedo está sobrevalorado. Parece que es importante no tener miedo, controlar el miedo, saber utilizar el miedo, entender al miedo.

Hay mucha gente que busca en internet las claves para superarlo. Lo que yo me preguntaría es ¿por qué tenemos tanto miedo?, más que ¿a qué le tememos?. Ya sabemos a qué:

a hablar en público

a fracasar

a volar

a la muerte

a los espacios abiertos

a los espacios cerrados

a los animales

a comer en publico

a la soledad

al desamparo

a lo desconocido

a lo diferente

a quedarnos sin trabajo

a que no nos quieran

…suma y sigue

Ya habrás leído por ahí que el miedo es una reacción muy primaria que nos permite estar alertas y como tal es útil.

Entonces..¿donde está el problema? Creo que el problema comienza a partir de que las certezas que son una excepción, comenzaron a ser tratadas como la regla. Hace millones de años no era seguro que la comida estuviera allí, ni se podían predecir las tormentas, ni se sabía si aquel llegaba era amigo o enemigo.

A partir de ahí y con el paso de las generaciones y tanta agua bajo el puente nos hemos convertido en seres incapaces de lidiar con la incertidumbre y ese deficit pasa facturas a veces excesivas. Genera ansiedad, nos impide ser creativos, en definitiva nos paraliza. ¿Quién dijo que la seguridad es una valor?

Es por  eso que creo de lo que se trata es de aprender a convivir con el miedo y saber utilizarlo en lugar de desplegar estrategias variopintas para eludirlo.

He leído por ahí que hay quienes ya apuntan los cañones del desprestigio hacia la psicología positiva culpándola de todos los males: si cuando pierdes tu trabajo no debes tener miedo ni deprimirte sino debes pensar SOLO que es una oportunidad de CAMBIO, te sentirás un pringado si por un mes no quieres salir de la cama, que el problema no es ese, el problema es si sigues ahí un año después. Si antes de ir a esa cita con una persona que te gusta pero a la que apenas conoces tiemblas pensando en qué decir, en qué ponerte, adonde ir y coges el teléfono para anularla, una voz interna madre de todos los gurúes de autoayuda te hablará de hombres que no escuchan , mujeres que aman demasiado, autoestimas pulverizadas…cuando es posible que solo se trata de que llevas un mal día para una conversación “a ciegas”, ya quedarás mañana .

Estas críticas hablan de que ya tenemos bastante con vivir para encima pensar que todo es posible y que si no lo logramos solo nosotros somos los culpables, la verdad es que en parte les doy la razón.

“El miedo no es tonto” dicen por ahí…y es verdad pero a veces es miope y eso también es verdad.

Lo que quiero decir es que se trata de conocer las propias zonas ciegas esas que no conocemos pero que los otros ven y eso solo se logra ejercitando la observación cuidadosa para no temer a sombras.

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Y se trata también de saber que a veces las organizaciones, sobre todo las españolas, utilizian el miedo como un instrumento de gestión y eso sí que paraliza. Los miedos más habituales  son,s egún Pilar Jericó: miedo a no llegar a fin de mes, al cambio, al rechazo, al fracaso y el miedo a perder poder.

MIEDO es una palabra sobrevalorada, a veces no se pronuncia, es tabú. pero ¿Qué son las crisis de ansiedad, el distréss y otras yerbas sino miedo, sobrevalorado, exagerado,?

No creo que se trate de buscar no tener miedo sino de usarlo como señal de que ahí hay un obstáculo y de que como en los tiempos de las cavernas una vez más: hay que atacar o huír…

Cuando tengo que elegir entre dos males, siempre prefiero aquel que no he probado.”

Mae West

 

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Psicología de la salud : 6 pasos hacia el cambio de hábitos

Que la salud física, mental y emocional es lo primero y que sin ella nada importa, es algo que sabemos todos. Pero a pesar de esto, las distracciones y demandas de cada día nos van empujando a olvidar lo que es más importante y de a poco vamos abandonando nuestro cuerpo y nuestra mente hasta que un día nos pasa factura.

 Las propuestas de cambio de hábitos: «dejo de fumar», «adelgazo», » me apunto al gimnasio»….la mayoría de las veces solo quedarán en eso, en una manifestación de un deseo que tiene que ver con la percepción inconsciente de que «algo tenemos que hacer con ese hábito que nos trae problemas» pero que requiere de un trabajo de motivación y control interno del que muchas veces carecemos. Ni que hablar si lo que queremos hacer es un giro de 180º en nuestro estilo de vida, nuestras relaciones personales o nuestro trabajo.

El estrés, la falta de tiempo  y los contextos personales y sociales son sólo algunas de las razones más comunes que da alguien cuando explica por qué no puede hacer cambios en su estilo de vida.

Querías cambiar pero no pudiste. ¿Qué pasó?

Lo que pasó fue que no apoyaste el  pensamiento, la idea de cambiar, con nuevas conductas, otras rutinas, otros marcos mentales. En el ámbito de los recursos humanos se habla hace un tiempo de los entornos VUCA. :

VUCA

 

Esta matriz gestiona soluciones para  la toma de decisiones en las organizaciones y aporta un modelo que es posible extrapolar a los procesos de cambio en la esfera personal. Se trata de entender que un hábito y la explicación de por qué lo mantenemos suele tener un anclaje en profundas creencias arraigadas en el miedo a lo desconocido, a la incertidumbre del «Qué pasaría sí», y eso es aplicable tanto a situaciones de lo cotidiano como dejar de fumar, hasta cuestiones de fondo como mudarnos de país  o de la capital a la periferia, o dejar de trabajar en relación de dependencia para montar nuestro propio negocio o -más fácil- seguir en lo mismo pero cambiar de trabajo.  Estamos entrenados para leer cualquier cambio como incierto, complejo, ambiguo y poco seguro. ¿Qué podemos hacer para superar estas barreras? :

  1. Examinar el contexto de volatilidad percibido referente a «No sé cómo funcionará» » No encuentro gente que esté en mi misma situación», » No me imagino quién puede ayudarme a ponerme en marcha» y contraponer a estos NO,  una visualización de futuro en el mejor contexto deseado.
  2. Aceptar la incertidumbre pero trabajando en desmontarla explorando nuevas fuentes de información sobre el tema que nos preocupa.
  3. Ser claro, simple y directo en la verbalización de nuestros objetivos a corto y mediano plazo.
  4. Entender la ambigüedad como un ataque a nuestra planificación estratégica, dinamitando el «ni sí,ni no, sino todo lo contrario», el clásico «Sí pero» origen de todas las procastinaciones.

Funcionamos la mayor parte de tiempo por inercia, nos cuesta salir de nuestra zona de confort y no nos gustan los cambios. Por eso una cosa es decir que queremos dejar este trabajo que nos hace infelices,  o vamos a comer mejor o utilizar de otra manera nuestro tiempo libre para sentir que crecemos como personas y otra es hacerlo efectivamente. El secreto está en unir ese pensamiento a otros  pensamientos asociados a imágenes que reflejen nuestro objetivo.

Todos los hábitos y todas las creencias son pasibles de ser cambiados, porque han sido adquiridos, no son heredados. Si hoy no estás contento con quien eres o como te ves, enhorabuena, puedes cambiar. Sólo necesitas tener un objetivo, tener claro qué quieres cambiar y empezar a modificar las rutinas que te hacen más daño que favor. Y cuando lo hagas, lo harás toda tu vida.

Buscando sistematizar estos procesos de cambio,  puede que ayuden estos 6 pasos para cambiar rutinas tanto en la esfera de lo mental (qué y cómo piensas) como en la conductual (qué haces) pero también en la emocional (qué sientes):

 

  1. DEFINE TUS OBJETIVOS

Arma un panel mental  con imágenes que te inspiren. Puede ser unas vacaciones que desees, un deporte que demande que tengas buen estado físico o una persona en particular que admires. Por ejemplo:  si debes por razones de salud o por imagen personal bajar  o subir de peso, consulta con un profesional cuál sería ese peso «ideal» y dale entidad en forma de una imagen de alguien que se acerque a ese objetivo procurando evadirte de estereotipos o fotos tipo Instagram . Se trata de encontrar un motivador que además deberá ser constante .

    2. FIJATE UNA META

Y cuando la logres, sube el desafío. Es muy importante que sepas exactamente  qué quieres lograr y en cuanto tiempo. “Tengo que mejorar mi estado físico” no te llevará a ningún lado. “Tengo que bajar el sobrepeso que tengo según mi médico y hacer una rutina de 45´de ejercicios tres veces a la semana es un objetivo claro, lo siguiente es pactar las etapas en metas alcanzables: cuantos kilos por mes?, qué rutina?, empezando cuando?. El cambio a de ser fácil en cada etapa, gradual y flexible.

3. DA UNA VUELTA A TU VIDA

 Crea un poco de cáos, cambia tus horarios, ve más temprano al trabajo, lee información nueva y veraz sobre ese país al que quieres mudarte o sobre los riesgos y oportunidades del free lance. Rompe con las rutinas físicas y mentales pero hazlo por convicción propia, si no te convences tú no habrá nadie que te inspire.  Los gurúes no existen, las soluciones mágicas son un espejismo, las dicotomías son empobrecedoras : carnivoros vs veganos; teletrabajo vs horario de oficina; runners vs sedentarios; rentabilidad vs sustentabilidad. El blanco O negro murió y los están velando.

4. ENAMORATE DE LA CALIDAD DE VIDA

Esto es muy importante. Si la incertidumbre por el futuro y el miedo al cambio te hacen rehén de atracones de Netflix , dosifica ese momento o aprovéchalo para hacer ejercicio o salir a hacer fotos. Y trata de que sea placentero. Camina con tu música favorita, contacta con alguien que te guste. Sustituye los malos hábitos por buenos y hazlo de a uno por vez.-

5. APRENDE A IDENTIFICAR LAS EXCUSAS

Las personas que logran consolidar los cambios que necesitan en su vida no son distintas a tí salvo quizás en un aspecto :  BUSCAN el tiempo para ellos mismos. Existen muchísimos «20 minutos en el día»que puedes utilizar para consolidar una rutina. Recuerda que el límite entre la disciplina y el hábito es a menudo difícil de distinguir, pero esa es precisamente esa diferencia que es necesario tener siempre presente. El hábito es inconsciente y no implica poner en juego la inteligencia mientras que la disciplina es voluntaria y orientada al logro de nuestros objetivos; se trata de ser disciplinado hasta lograr consolidar el hábito.-

6. DECIDE Y ACTÚA

No digas “el lunes empiezo” «aquí es imposible hacerlo» «no tengo», «no sé», «no puedo». Empieza ahora, con lo que tienes si estás convencido que es lo que quieres, Sólo desear el cambio no te llevará a ninguna parte. Es tu responsabilidad tomar la decisión y ponerte en marcha.

Fuente: http://www.habitosvitales.com/2014/09/08/7-acciones-para-crear-nuevos-habitos-y-tener-un-mejor-estado-fisico/

https://www.psychologytoday.com/intl/blog/renaissance-woman/201607/how-change-unhealthy-habits

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