Ocio terapéutico: un modelo de intervención

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Buscar el ángulo de una foto, la composición, etc.. es una actividad que implica retos manejables y deviene terapéutica en tanto desarrolla la creatividad.-

En 1990 Csikszentmihalyi hacía referencia a una de la mayores paradojas del posmodernismo: gran disponibilidad de tiempo vs. menor percepción de disfrute de ese tiempo libre.-

Según Dattilo y Kleiberg (1993) el reto es crear la «máquina de disfrutar» entendida como una estructura en las que se promueven las condiciones para implicarse en las actividades a partir de la autodeterminación.-

¿Qué es la autodeterminación?, es la capacidad de elegir y asumir decisiones libres de influencias o interferencias externas. No es otra cosa que el control de la propia libertad.-

Ahora bien , estos autores señalan que la autodeterminación dirige y es dirigida por la motivación intrínseca. Ya hemos hecho referencia a éste concepto. En esencia, las personas intrínsecamente motivadas para buscar retos manejables y calibrar su nivel de actividad tienen más probabilidades de aprender, adaptarse a los cambios (ej. jubilación) y desarrollar competencias que contribuyen a su sensación de bienestar.

¿Que es un reto manejable? es aquel que ofrece la oportunidad de implicarse en una actividad novedosa con un aceptable nivel de éxito que ayude a superar los miedos a lo no conocido. En éste sentido, cuanto mejor se conoce la persona a si mismo, sus destrezas y habilidades y cuanto más conectada está con sus esquemas internos más probable es que detecte cuales retos son manejables y cuales no.

Siempre debemos tener presente que el motor de la actividad de ocio debe proceder de la capacidad de elección y gestión de la persona NO del medio.-

Muchas actividades pueden atraer nuestra atención. Pero para mantener la atención y la concentración y lograr sentirse satisfecho la actividad debe representar cada vez un reto a superar, debe tener niveles de complejidad. Es así que se transforma en capacidad creadora, absolutamente individual. Ej. un taller literario puede ofrecer estrategias sobre como escribir, pero si no permite que los miembros programen sus objetivos y retos en la tarea, busquen modelos, superen obstáculos, es muy posible que se produzca el abandono por aburrimiento.

Disfrutar el tiempo libre suele ser sinónimo de «pasarlo bien», pero aquí siguiendo a los autores mencionados hablamos de disfrute como «reflejo de un alto nivel de implicación psicológica», se trate de actividades mentales, deportivas, aficiones, etc.. suponemos que una actividad implica disfrute cuando demanda atención sostenida y moviliza afectos positivos. Esta idea nos lleva un universo de actividades en los que no existe la motivación extrínseca (ej. recompensa) o la competición, entendida como GANAR al oponente y no como BUEN DESEMPEÑO. Centrarse en ganar es competición directa, una competencia indirecta en la que se fomente la atención en la tarea y el disfrute que la acompaña evita las emociones negativas: baja autoevaluación, desempeño pobre, agresiones. (ej: concurso fotográfico).-

Síntesis:

Hablamos de un modelo basado en una teoría psicológica, centrado en el microsistema del individuo y su relación con el exosistema y el macrosistema (ideología imperante sobre que es y para que sirve el tiempo libre). En éste sentido es un modelo ecológico, en el que los contextos de intervención son amplios, tomando en cuenta las interrelaciones entre lo micro, lo exo y lo macro. «Disfrutar» es un resultado valioso de las actividades de ocio sólo si la persona o la comunidad no resultan en alguna medida dañados como consecuencia de ellas, entendiendo daño como : actitudes dependendientes, adicciones, daños ambientales, etc…

Bibliografía.

Gorbeña, S. : Modelos de intervención en ocio terapéutico

Csikszentmihalyi, M : Flow: the psychology of optimal experience

Dattilo, J & Kleiber, D.A. : «Psychological perspectives for therapeutical recreation research; the psychology of enjoyment»

El erotismo en la vejez: ¿otra forma de prevención de las demencias?

 

Ella le dijo: «no me mires». El preguntó por qué sin apartar la vista del cielo raso. -Porque no te va a gustar- dijo ella. Entonces él la miró, y la vio desnuda hasta la cintura, tal como la había imaginado. Tenía los hombros arrugados, los senos caídos y el costillar forrado de un pellejo pálido y frío como el de una rana. Ella se tapó el pecho con la blusa que acababa de quitarse y apagó la luz. Entonces él se incorporó y empezó a desvestirse en la oscuridad, tirando sobre ella cada pieza que se quitaba, y ella se la devolvía muerta de risa.-Gabriel García Marquez (El amor en los tiempos del cólera)

El erotismo en la vejez ha sido una temática poco abordada desde el punto de vista psicológico, cultural, histórico y médico.-

Ha existido y existe un ejercicio del poder, por parte de la industria farmacéutica, biomedicalizando la vida e intentanto colocar a la edad adulta y a la vejez bajo el exclusivo dominio de la medicina, en su vertiente de «vejez= carencia=dependencia=enfermedad», anulando así el deseo como enfoque y  análisis a partir de ciertas etapas de la vida.

Y que no se hable de ello, no quiere decir que no exista, como lo sabe cualquier profesional, médico, enfermero, psicólogo, fisioterapeuta que trabaje con personas mayores de ambos sexos, con mayor o menor nivel de salud.

Actualmente, la ecuación : silencio-erotismo-vejez se presenta como un tema «natural» y fuera de discusión.

Debemos aclarar que estamos separando la idea de sexualidad o genitalidad del erotismo, tal como lo marcaba Freud. Claro que el erotismo, termina incluyendo la sexualidad y en última instancia la genitalidad, pero no son sinónimos. El erotismo apunta a la pulsión de vida, entendida como el cuidado de los sentidos, la autovaloración positiva y la inteligencia emocional.

La deserotización de la vejez  tiende a pensar  la transformación del goce sensual en ternura y cariño, no menos útiles pero sin ir más allá de…, por considerar que no es algo que le suceda al otro, visualizado como vulnerable y emocionalmente «recortado». A veces el tema aparece marcado por la insistencia en el chiste (y su relación con el inconsciente)  del » «viejo verde» que surge como un retorno de lo culturalmente reprimido.

Esta estereotipada representación de la ancianidad, con fuertes sesgos en la percepción de la calidad de vida del adulto mayor, coexiste con otra que se centra a través de producciones artísticas, literarias y terapéuticas en la creación de espacios para mayores, construidos desde el discurso del envejecimiento activo. Un envejecimiento activo que excluye ese aspecto de la vida en todas las propuestas de políticas públicas relacionadas con el tema:

¿Se puede entrenar el erotismo?

Claro que sí:  El hombre nace sexuado y erotizado y muere de la misma forma: elije un objeto de amor y lo mantiene o no..pero no lo pierde.

¿Como se sentirá una mujer lesbiana que llega a la menopausia y no puede comentar a su medico de cabecera que realiza el PAP de rutina, detalles de su vida personal, para completar sus preguntas sobre , hijos, lactancia, abortos….etc.

¿Que piensa un hombre que desea el calor del cuerpo femenino, aún en la frialdad del trato de la enfermera de turno?

Habrá que comenzar ….una vez más, a abordar estos temas sumándonos a los intentos de varios autores por subvertir los mitos y prejuicios vigentes , no solo en relación a los nuevos enfoques sobre la erótica de la vejez, sino a  la vertiente abierta por la comunidad LGTB  y las interdicciones sexuales que suele imponer el geriátrico como espacio biomedicalizado.-

El erotismo se convierte así en una cuestión de salud pública, en tanto se trata de una variable que previene el deterioro cognitivo. Se trata de considerar un aspecto que, al ir más allá de la sexualidad, reivindica el juego, lo sensorial, el empuje hacia la vida, el hacer de nuestro cuerpo un lugar de placer, más allá de las limitaciones.

En este sentido, se han realizados interesantes experiencias al respecto, destinadas a cruzar variables tales como : depresión, conductas compulsivas, trastornos alimentarios, déficits cognitivos y mantenimiento  o no, de actividades básicas de la vida diaria, vínculos emocionales y percepción de confort y felicidad, en mayores ingresados o no en residencias geriátricas…

Cuestiones sociales como la jubilación,  la aparición de enfermedades crónicas, o la desaparición física de personas cercanas que originan duelos muchas veces sin resolver, impactan en los cambios en la percepción de la propia identidad, generando amenazas en la salud mental.

La prevención de la demencia no debiera pasar solo por lo cognitivo, o los imprescindibles cambios hacia hábitos saludables, sino por evitar la fragilización de los vínculos. Se trata de estimular nuevas narrativas sobre el sí mismo, dotando de sentido al día a día, más allá de los discursos sociales «viejistas».

Para saber más :

http://www.ricardoiacub.com.ar/tener-mas-actividad-sexual-disminuye-el-deterioro-cognitivo-en-las-personas-mayores/

Ricardo Iacub: Erótica y vejez, perspectivas de occidente. (2006) BsAs: Paidós

http://gerontologia.maimonides.edu/2012/10/erotismo-en-la-vejez-un-signo-de-salud/

Salvarezza, L (comp): El fantasma de la vejez. Bs.As : Tekne

https://www.nia.nih.gov/health/sexuality-later-life

Kehoe, M: (1986) Lesbians over 65: a triple invisible minority(Journal of Homosexuality), 12 139-162

Segundo tiempo: ¿después de la jubilación ……?

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Foto de Gilbert Garcin

«Mi consejo a los jóvenes artistas es que practiquen seriamente a partir de los 65»

«Toda una vida vendiendo lámparas en Marsella y, al jubilarse, ‘¡voilà!’, se convierte en fotógrafo de culto y en su propia musa. Gilbert Garcin es un moderno de 78 años.

Superada la frontera en la que, por lo general, las gentes se deslizan psicológicamente en el tiempo de descuento, Gilbert Garcin ha dado rienda suelta a una pasión tan inesperada como explosiva. “Trabajo más que cuando me dedicaba a mi negocio porque ahora no lo hago por dinero, sino por pasión, y la pasión no tiene límites”, indica.

Animada por un humor latente, implícito, la obra de Garcin (que se acaba de recoger en Francia en el libro Tout peut arriver) juega con el absurdo y lo extraño, con la angustia, las ilusiones y los límites humanos desde una posición que le sitúa fuera de las corrientes fotográficas en boga.

Es una comedia que en ocasiones roza el patetismo, una broma muy seria construida con falsos aires de tragedia griega, que nos remite al cine mudo de Jacques Tati y de Chaplin. El mismo blanco y negro, la misma economía de medios, el mismo expresionismo.

Garcin, niega la acusación de narcisismo: “No conozco demasiado a ese señor. Podría haber contratado a un actor, pero entonces no lo tendría disponible las 24 horas del día. Yo no focalizo la atención del espectador sobre mí, sino sobre el vacío en el que vivimos”. Claro que Gilbert Garcin tampoco sabe muy bien quién es Gilbert Garcin. “Lo ignoro. Créame, no por tener más edad nos conocemos mejor”.
Al alcanzar los 65 años supo que debía partir de cero, si no quería dejarse envolver en el tedio de las actividades para jubilados y la falta de horizontes.

“Me horroriza”, dice, “frecuentar a gentes de mi edad que están siempre volviendo al pasado y preguntándote si te acuerdas de esto o aquello. No, yo no me acuerdo. Para mí, lo ideal es que el presente aplaste el pasado”.

El jubilado Garcin sentía una profunda necesidad de comunicar. “Me sumergí en el arte de la fotografía como cuando te zambulles en el mar, de cabeza y al fondo, y enseguida descubrí que en mi etapa anterior yo había sido una esponja que había retenido un montón de cosas interesantes. Todas esas ideas e imágenes que yo había apilado a lo largo de mi vida terminaron, al final, por resurgir”.

Nuestro hombre dice que no encuentra explicación a su éxito, pero cada una de sus fotos es un ejercicio de existencialismo que, de un solo golpe, nos enfrenta a cuestiones complejas y abstractas como el paso del tiempo, la ambición, la vanidad, el mito…

Diario “El Pais” Noviembre 2007

Analizar la obra de Garcín, implica desglosar por un lado el contenido de sus imágenes, su innegable influencia surrealista (Magritte) y buscar el sentido oculto en su especial uso de la composición.

En primer lugar, queda claro que la fotografía, le permite traducir en imágenes aquello que de otro modo se transformaría en parálisis.

Hacemos nuevamente hincapié en la creatividad como prevención: una idea, un miedo, un mito familiar puesto en imágenes o palabras en un contexto creativo es, en sí mismo terapéutico.

Especialmente cuando el rol social cambia, después de la jubilación.-

En segundo lugar: en la era del photoshop y del juego digital: Garcin nos introduce en la relación  entre el hombre y su contexto: un contexto en general remitido a sí mismo: un hombre, su reflejo, un marco surrealista. Llama la atención, la repetición del esquema geométrico, la utilización de la luz, a la manera de la escena de un sueño.

Desde el punto de vista psicoanalítico, podríamos aventurarnos por los caminos del deseo. Persisitir, reencontrar su propia imágen corporal, diseñar nuevos senderos, sin la presión de lo social.

En la foto que ilustra este post: un hombre parece estar dando cuerda a una gran manecilla de un reloj….que circula en sentido contrario: metáfora y metonimia combinadas para crear un significante que remita al deseo de invertir el paso del tiempo, o quizás no queda tan claro si avanza o retrocede, ¿las huellas?…quizás no son manecillas sino un instrumento de siembra; en todo caso el hombre está encorvado, hace un esfuerzo, un esfuerzo por permanecer, dejar una huella ¿propia?.

Buscar «trascender» es un mecanismo  que permite transformar las energías  en creación.-

Un juego que seguramente es preventivo en tanto transforma la pérdida en ilusión de continuidad.-