La nueva normalidad: ¿Por qué será difícil volver a sentirnos «normales?

«La vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino solo por falta de significado y propósito». Victor Frankl

 

Desde el punto de vista psicológico, la cuarentena por coronavirus COVID -19 ha significado una provocación  intelectual. Hemos tenido que procesar una gran cantidad de información, mucha de ella contradictoria, en poco tiempo y eso ha complicado la estabilidad del circuito : pensamiento -emoción – conducta.

¿Cómo funciona ese circuito? Una idea que surge a partir de algún dato, una información, una determinada situación en la que nos vemos inmersos activa emociones que resultan en una conducta de «ataque o huida», enfrentamos o evitamos vivir ese momento.

Ese circuito puede también ser resultado de emociones vinculadas a vivir algún evento que desencadena pensamientos, recuerdos, etc, o una respuesta a una acción cuyos resultados nos genera una creencia y una emoción asociada. Podemos verlo en dichos de la vida cotidiana, por ejemplo el clásico:»El que se quema con leche, ve una vaca y llora», una experiencia genera una creencia que se reproduce emocionalmente cuando volvemos a exponernos a la misma situación.

 

La relación entre los pensamientos, las emociones y el ...

Y una de las palabras claves que usa la mente para procesar información es «normal», un vocablo que sugiere que algo es habitual u ordinario, se haya en su estado natural o se ajusta a una regla . Pero ¿Qué significa -realmente- «normal»? ¿Por qué lo que es «normal» para alguien puede ser anormal para otro? ¿Quién decide lo que es normal y lo que no?

Charles E Scott, profesor emérito de filosofía de la Universidad de Vanderbilt, observa que la palabra ·normal» lleva implícito un poder o autoridad para distinguir cosas o situaciones. Así es que la mente se desliza furtivamente desde la descripción a la prescripción.

Por ejemplo, a partir de un hecho observable (mucha gente es heterosexual) se concluye rápidamente una jerarquía en la cual la heterosexualidad es la correcta, mejor o más natural orientación sexual. El hecho a partir del cuál instalamos una categoría, se transforma en un standard, una norma y todo aquello que es divergente no solo pasa a ser distinto sino que es «anormal». Esto supone sentimientos y emociones asociadas y conductas legitimadas más allá de cualquier otra lógica. Lo «normal» es así casi siempre mejor que lo «anormal».

¿Por qué funcionamos así? pues porque necesitamos calmar nuestro miedo a lo que no conocemos, sentirnos parte de un grupo que comparte certezas, legitimar nuestras acciones por más arbitrarias que resulten. Lo normal resulta ser sinónimo de «mejor». Generalmente no suele haber evidencia, más allá del consenso, que indique qué condición es normal o no.

Por eso, generalmente se recurre a la estadística: será normal aquello más frecuente, aquello que la gente hace habitualmente. «Normal» es lo que un grupo acepta hacer, es impensable un individuo aislado «normal».

Otra forma de definirlo es en base a un ideal de armonía o de «como debe ser». Por último, apelamos al pensamiento científico que define la normalidad en términos de cómo hemos sido biológicamente diseñados; es la mirada de la ecología bio psico social, que hace que descartemos todo aquello que no contribuye a nuestra supervivencia como especie, por ejemplo: «es normal querer, cuidar y proteger a nuestra descendencia»,

Estas tres definiciones de normalidad :

  1. estadística
  2. aspiracional
  3. funcional

Suelen conectar una con otra en nuestro día a día. Cuando observamos los discursos post COVID-19, notamos que uno de los conceptos que rápidamente se ha instalado es el de «nueva normalidad», que más o menos parece significar que, una vez que logremos como grupo humano global contener la pandemia, la mayoría volveremos a ser los que eramos 1) pero como sociedad consensuaremos cambios de hábitos 2) que serán mejores, más éticos y más seguros 3) para la supervivencia de nuestra especie.

El lema parece ser : » Lo normal es + seguro». Esta es una de las razones por las que,  respuestas políticas como la de Suecia en su estrategia frente al coronavirus resulta «anormal» y  ha estado sujeta a cuestionamientos y debates. ¿Es normal apelar al criterio y la responsabilidad individual para contener una amenaza a la vida y el bienestar o debe prevalecer la opinión del rebaño?

Y, ¿Qué dirá el rebaño acerca de las nuevas -y seguramente arbitrarias-normalidades que es necesario instalar?

 

 

Cuál será la nueva normalidad a partir de la crisis del COVID-19Ahora bien : ¿Debiéramos usar alguno de los tres criterios de «normalidad» para diseñar nuestro «después de»? Y si la respuesta es sí, ¿Cuál se instalará como el más importante?

Lo que queda claro es que la mente humana necesita certezas, soporta mal la libertad si lo obliga a decidir y peor las ambiguedades. Los meses (y años) que vienen estarán llenos de situaciones nuevas en nuestra historia reciente como especie. TODOS seguiremos enfrentando escenarios desalentadores para los que no estamos preparados : los médicos, los científicos, la industria de los medicamentos, el comercio, el turismo, la enseñanza, las reglas sociales cotidianas, la religión, la ética, la política, los deficits financieros, las quiebras económicas, las pérdidas de vidas humanas, las nuevas enfermedades, el ambiente.

Pero también existirá la posibilidad de entrenar la creatividad, la innovación, el pensamiento complejo, la forma de tomar decisiones, los nuevos hábitos saludables, la sustentabilidad, el cambio de prioridades, el valor del otro, la ejercitación de una nueva escucha a nuestros gobernantes y también a nuestra pareja, nuestros hijos o nuestros colegas o compañeros de trabajo y desde luego, a nosotros mismos.

Todo será un desafío que deberemos pasar por el escaner de nuestros pensamientos y emociones para decidir cómo actuar en este re diseño de nuestro proyecto personal en  otros contextos.

¿Vamos a «normalizar» valores como la equidad, la responsabilidad y el sentido común? ¿Vamos a colaborar en nuevas tramas del tejido social para evitar que un virus nos vuelva a sorprender en nuestras contradicciones aceptadas como «normales»?.

En este sentido una estrategia para conjurar el miedo a lo desconocido es ordenar nuestros pensamientos comenzando por la idea » Vamos a construir una nueva normalidad» y haciendo más  énfasis en el «Vamos a» que en una nueva normalidad».

Así, a pesar de los enormes desafíos que enfrentamos como individuos y como comunidades locales y globales nos será más fácil entender que estamos construyendo un futuro, que puede ser consensuado o no, dinámico, complejo y contradictorio pero que existirá : «Vamos a» supone que no estamos seguros de nada, no sabemos cómo será ese futuro, solo sabemos que estamos yendo a su encuentro  y eso es muy tranquilizador. No tenemos respuesta a esas preguntas que hemos planteado pero ya las encontraremos y, como decía Machado, «el camino se irá haciendo al andar»

Desde el psicoanálisis freudiano, se trata de reivindicar la pulsión de vida . -Eros- en su infinita capacidad de construcción para conjurar a la pulsión de muerte-Tanatos- que nos puso a modo «duelo» por todo tipo de pérdidas desde hace cuatro meses.

Es una enorme oportunidad evolutiva, desde cada proyecto personal que deberemos pulir para dejar atrás ideas, prejuicios, objetivos, ejercitando sentimientos como la esperanza y la confianza como escudo frente al miedo, pero también desde cada proyecto comunitario y regional, para abandonar modelos caducos de gestión que en esta crisis han puesto de manifiesto su vacuidad ideológica y moral.

En términos humanísticos no es otra cosa que, siguiendo a Victor Frankl,  recordar que existe una enorme distancia entre una persona que está preparada para superar una situación adversa  y una persona que no lo logra y es que la primera es alguien que DECIDE, que elige ser una cosa u otra, a pesar de las condiciones que le toque vivir.

En términos filosóficos, ese «Vamos a» ha sido siempre la norma no solo de la humanidad sino de toda forma de vida, se trata de pensar-nos desde la evolución. Es lo que Henri Bergson, definía como «impulso vital», esa fuerza misteriosa que nos impulsa hacia un futuro abierto que parece sostener todas las formas de vida. De hecho, este impulso ES la vida, «desde sus orígenes ha sido la continuación del mismo impulso que, en líneas divergentes, ha evolucionado.»

Sea lo que sea, lo llamemos como lo llamemos,  «LO NORMAL» humano siempre ha sido «Vamos a», siempre hemos basculado de lo normal a lo nuevo que se normaliza, solo se trata de alinear nuestros pensamientos y emociones con esa certeza y actuar en consecuencia.

 

 

el ser humano como ser social

 

Fuente:

https://www.bbc.com/future/article/20200424-why-it-will-be-so-hard-to-return-to-normal

https://www.lavanguardia.com/local/valencia/20200325/4891567297/adela-cortinas-sociedad-cambiar-radicalmente-despues-crisis-coronavirus.html?fbclid=IwAR2TQKshwAtuD_ErhnrhOyl7_zhS4aXH-7K60tUoaqPFakqCwqU4b6L3DXQ

https://www.bbc.com/news/world-europe-52395866

https://filadd.com/doc/diccionario-de-psicoanalisis-laplanche-y-pontalis-2

Haz clic para acceder a 61908419.pdf

 

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The question, then, is why would you use the word “normal” at all?

Psicología de la salud : 6 pasos hacia el cambio de hábitos

Que la salud física, mental y emocional es lo primero y que sin ella nada importa, es algo que sabemos todos. Pero a pesar de esto, las distracciones y demandas de cada día nos van empujando a olvidar lo que es más importante y de a poco vamos abandonando nuestro cuerpo y nuestra mente hasta que un día nos pasa factura.

 Las propuestas de cambio de hábitos: «dejo de fumar», «adelgazo», » me apunto al gimnasio»….la mayoría de las veces solo quedarán en eso, en una manifestación de un deseo que tiene que ver con la percepción inconsciente de que «algo tenemos que hacer con ese hábito que nos trae problemas» pero que requiere de un trabajo de motivación y control interno del que muchas veces carecemos. Ni que hablar si lo que queremos hacer es un giro de 180º en nuestro estilo de vida, nuestras relaciones personales o nuestro trabajo.

El estrés, la falta de tiempo  y los contextos personales y sociales son sólo algunas de las razones más comunes que da alguien cuando explica por qué no puede hacer cambios en su estilo de vida.

Querías cambiar pero no pudiste. ¿Qué pasó?

Lo que pasó fue que no apoyaste el  pensamiento, la idea de cambiar, con nuevas conductas, otras rutinas, otros marcos mentales. En el ámbito de los recursos humanos se habla hace un tiempo de los entornos VUCA. :

VUCA

 

Esta matriz gestiona soluciones para  la toma de decisiones en las organizaciones y aporta un modelo que es posible extrapolar a los procesos de cambio en la esfera personal. Se trata de entender que un hábito y la explicación de por qué lo mantenemos suele tener un anclaje en profundas creencias arraigadas en el miedo a lo desconocido, a la incertidumbre del «Qué pasaría sí», y eso es aplicable tanto a situaciones de lo cotidiano como dejar de fumar, hasta cuestiones de fondo como mudarnos de país  o de la capital a la periferia, o dejar de trabajar en relación de dependencia para montar nuestro propio negocio o -más fácil- seguir en lo mismo pero cambiar de trabajo.  Estamos entrenados para leer cualquier cambio como incierto, complejo, ambiguo y poco seguro. ¿Qué podemos hacer para superar estas barreras? :

  1. Examinar el contexto de volatilidad percibido referente a «No sé cómo funcionará» » No encuentro gente que esté en mi misma situación», » No me imagino quién puede ayudarme a ponerme en marcha» y contraponer a estos NO,  una visualización de futuro en el mejor contexto deseado.
  2. Aceptar la incertidumbre pero trabajando en desmontarla explorando nuevas fuentes de información sobre el tema que nos preocupa.
  3. Ser claro, simple y directo en la verbalización de nuestros objetivos a corto y mediano plazo.
  4. Entender la ambigüedad como un ataque a nuestra planificación estratégica, dinamitando el «ni sí,ni no, sino todo lo contrario», el clásico «Sí pero» origen de todas las procastinaciones.

Funcionamos la mayor parte de tiempo por inercia, nos cuesta salir de nuestra zona de confort y no nos gustan los cambios. Por eso una cosa es decir que queremos dejar este trabajo que nos hace infelices,  o vamos a comer mejor o utilizar de otra manera nuestro tiempo libre para sentir que crecemos como personas y otra es hacerlo efectivamente. El secreto está en unir ese pensamiento a otros  pensamientos asociados a imágenes que reflejen nuestro objetivo.

Todos los hábitos y todas las creencias son pasibles de ser cambiados, porque han sido adquiridos, no son heredados. Si hoy no estás contento con quien eres o como te ves, enhorabuena, puedes cambiar. Sólo necesitas tener un objetivo, tener claro qué quieres cambiar y empezar a modificar las rutinas que te hacen más daño que favor. Y cuando lo hagas, lo harás toda tu vida.

Buscando sistematizar estos procesos de cambio,  puede que ayuden estos 6 pasos para cambiar rutinas tanto en la esfera de lo mental (qué y cómo piensas) como en la conductual (qué haces) pero también en la emocional (qué sientes):

 

  1. DEFINE TUS OBJETIVOS

Arma un panel mental  con imágenes que te inspiren. Puede ser unas vacaciones que desees, un deporte que demande que tengas buen estado físico o una persona en particular que admires. Por ejemplo:  si debes por razones de salud o por imagen personal bajar  o subir de peso, consulta con un profesional cuál sería ese peso «ideal» y dale entidad en forma de una imagen de alguien que se acerque a ese objetivo procurando evadirte de estereotipos o fotos tipo Instagram . Se trata de encontrar un motivador que además deberá ser constante .

    2. FIJATE UNA META

Y cuando la logres, sube el desafío. Es muy importante que sepas exactamente  qué quieres lograr y en cuanto tiempo. “Tengo que mejorar mi estado físico” no te llevará a ningún lado. “Tengo que bajar el sobrepeso que tengo según mi médico y hacer una rutina de 45´de ejercicios tres veces a la semana es un objetivo claro, lo siguiente es pactar las etapas en metas alcanzables: cuantos kilos por mes?, qué rutina?, empezando cuando?. El cambio a de ser fácil en cada etapa, gradual y flexible.

3. DA UNA VUELTA A TU VIDA

 Crea un poco de cáos, cambia tus horarios, ve más temprano al trabajo, lee información nueva y veraz sobre ese país al que quieres mudarte o sobre los riesgos y oportunidades del free lance. Rompe con las rutinas físicas y mentales pero hazlo por convicción propia, si no te convences tú no habrá nadie que te inspire.  Los gurúes no existen, las soluciones mágicas son un espejismo, las dicotomías son empobrecedoras : carnivoros vs veganos; teletrabajo vs horario de oficina; runners vs sedentarios; rentabilidad vs sustentabilidad. El blanco O negro murió y los están velando.

4. ENAMORATE DE LA CALIDAD DE VIDA

Esto es muy importante. Si la incertidumbre por el futuro y el miedo al cambio te hacen rehén de atracones de Netflix , dosifica ese momento o aprovéchalo para hacer ejercicio o salir a hacer fotos. Y trata de que sea placentero. Camina con tu música favorita, contacta con alguien que te guste. Sustituye los malos hábitos por buenos y hazlo de a uno por vez.-

5. APRENDE A IDENTIFICAR LAS EXCUSAS

Las personas que logran consolidar los cambios que necesitan en su vida no son distintas a tí salvo quizás en un aspecto :  BUSCAN el tiempo para ellos mismos. Existen muchísimos «20 minutos en el día»que puedes utilizar para consolidar una rutina. Recuerda que el límite entre la disciplina y el hábito es a menudo difícil de distinguir, pero esa es precisamente esa diferencia que es necesario tener siempre presente. El hábito es inconsciente y no implica poner en juego la inteligencia mientras que la disciplina es voluntaria y orientada al logro de nuestros objetivos; se trata de ser disciplinado hasta lograr consolidar el hábito.-

6. DECIDE Y ACTÚA

No digas “el lunes empiezo” «aquí es imposible hacerlo» «no tengo», «no sé», «no puedo». Empieza ahora, con lo que tienes si estás convencido que es lo que quieres, Sólo desear el cambio no te llevará a ninguna parte. Es tu responsabilidad tomar la decisión y ponerte en marcha.

Fuente: http://www.habitosvitales.com/2014/09/08/7-acciones-para-crear-nuevos-habitos-y-tener-un-mejor-estado-fisico/

https://www.psychologytoday.com/intl/blog/renaissance-woman/201607/how-change-unhealthy-habits

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10 tips para gestionar la ira con éxito

La ira es una emoción que puede variar en intensidad desde una ligera irritación a un estado de intensa furia y pasaje al acto en forma de golpes, rotura de objetos, conducción temeraria, etc. Supone un enfrentamiento con alguien que uno cree nos ha perjudicado en forma deliberada.  En este sentido es una emoción destinada a detectar y defendernos de situaciones amenazantes.

Como otras emociones se acompaña de cambios en la fisiología con aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la presión arterial y de los niveles de las catecolaminas (adrenalina y noradrenlina). Puede desencadenarse tanto por factores externos como internos: situaciones laborales, inconvenientes cotidianos (retrasos en un vuelo, trafico, tramites burocráticos) pero también asociaciones mentales con problemas personales, eventos traumáticos pasados y sentimientos de frustración.

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Es una respuesta adaptativa natural a una amenaza, despierta sentimientos y  activa conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando nos sentimos atacados. Por lo tanto es necesario que exista una cierta dosis de «enojo» para sobrevivir. Pero, si la única respuesta a eventos que nos molestan, normativas sociales, procedimientos o reclamos es una respuesta agresiva, probablemente haya que revisar algunos contextos.

Para manejar las emociones agresivas ponemos en marcha procesos que a veces son conscientes y otras veces no lo son. Las tres dimensiones a analizar serán:

  1. EXPRESAR
  2. SUPRIMIR
  3. CALMAR

EXPRESAR : nuestro malestar en una forma asertiva -no agresiva- es la opción más saludable, para lograrlo será necesario aprender a detectar qué necesitamos y como creemos que podemos conseguirlo sin herir a otros, ser asertivo significa sobre todo respetar al otro sin declinar en los propios objetivos. Por lo contrario intentar suprimirlo suele ocasionar trastornos físicos (hipertensión, problemas digestivos, etc) y cambios en la conducta hacia respuestas pasivo-agresivas. Calmar la ira a través de su expresión será entonces la meta:

Comencemos por estos 10 tips:

  1. Piensa antes de hablar
  2. Cuando sientas que tus ideas están más claras, expresa tu frustración en forma asertiva
  3. Incorpora la actividad física como hábito
  4. Practica el «tiempo fuera»: regálate espacios libres de rutina
  5. Identifica posibles soluciones
  6. Empieza tus oraciones diciendo «Yo estoy enojado porque» en lugar de » Tú nunca…» cambia tu forma de pensar
  7. No seas rencoroso
  8. Utiliza el humor para bajar las tensiones
  9. Practica ejercicios de relajación
  10. Reconoce cuando necesitas pedir ayuda
El Modelo de Prochaska y DiClemente sobre etapas del cambio, sirve (adaptado) para entender el control de la ira como un proceso en el que identificar las variables en juego será el paso más importante:
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¿Qué es la Psicoterapia Breve Centrada en Soluciones?

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A diferencia de otras  formas de Psicoterapia, la psicoterapia breve basada en soluciones busca encontrar alternativas de cambio en un contexto problemático aquí y ahora.

Se parte de la idea de que en la situación actual existen recursos para superar obstáculos y  se trata de explorar alternativas desde una causalidad lineal  CAUSA / EFECTO , el típico » esto me pasa porque», a una causalidad SISTEMICA y compleja (formada por sistemas y subsistemas) en la que se construyen vínculos  policausales , » esto sucede porque mi lugar en esta familia ha sido» » en lugar en donde vivo creen que…» ,» la actividad física no es una prioridad en mi empresa»…

¿Cuando se usa?

Se puede utilizar como intervención psicoterapeutica puntual, por ejemplo en un proceso de toma de decisiones o acompañando a  otros marcos teóricos y estrategias terapéuticas . Se aplica en temas de counseling a padres y familias, consumo problemático de sustancias, adicción a pantallas e Internet, relocalización laboral, etc.. Este enfoque es útil  también en la psicoterapia de pareja y en los procesos de cambio de hábitos (dejar de fumar, desordenes alimentarios, adherencia a mayor actividad física)  que requieran encontrar la vía de menor resistencia para aceptar modificaciones que favorezcan romper círculos viciosos de conducta y comunicación. Así, las personas se centran más en lo que PUEDEN hacer que en lo que NO pueden

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¿Qué esperar?

El establecimiento de metas es la base de la psicoterapia breve centrada en soluciones.  El terapeuta indagará en tus expectativas respecto a los cambios esperados y así te ayudará a buscar soluciones y poner en marcha un plan de modificaciones en el contexto intra e interpersonal.

¿Cómo funciona?

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Este modelo de psicoterapia breve fue desarrollado por Steve de Shazer y Insoo Kim Berg a finales de los años´70. Se considera un modelo de segunda generación en psicoterapia familiar y de parejas dentro de la teoría sistémica.

Uno de los postulados de la TBCS sostiene que la «solución»  de un conflicto interno o problema se basa en la motivación y en el análisis de qué se está haciendo aquí y ahora para iniciar algún cambio: existe un énfasis en el análisis pragmático no tanto del ¿Por qué? se desarrolla un síntoma, un conflicto, una situación o hábito problemático sino del ¿Cómo? ¿Para qué? este síntoma se mantiene en el presente. A partir de éste análisis, se trata de centrarse en lo que «funciona  en forma exitosa» para reforzar esta secuencia de posible «solución».

De Shazer sostenía que el terapeuta no necesita saber demasiado sobre la naturaleza del problema que se trae a terapia sino más bien debe  visualizar  las «soluciones» posibles.

¿Cómo utilizar la TBCS?

Algunas reglas básicas:

• Una vez que sepas qué es lo que funciona,
¡HAZ MÁS DE LO MISMO! Esto te permitirá construir alrededor de soluciones conductuales ya establecidas

• Si eso no funciona, no vuelvas a intentarlo,
¡HAZ ALGO DIFERENTE! es la forma más efectiva de romper un círculo vicioso

• Si algo no está roto, ¡NO LO ARREGLES! no es necesario alterar un patrón de conducta que ha demostrado su utilidad y quizás sirva en alguna otra área de dificultad.

  • Cambios pequeños a menudo conducen a cambios muchos más importantes, no minimices el efecto de los pequeños logros.
  • Las posibles soluciones no necesariamente se relacionan directamente con el problema. Este modelo terapéutico comienza solicitandote que describas que crees que va a cambiar cuando el problema se resuelva. Ahí se comienza a pensar en las alternativas, viendo en retrospectiva no tanto el por qué se originó el problema sino el cómo se instaló.
  • El lenguaje se centra en instalar un estilo orientado al futuro y en positivo
  • EL problema no es ni ocupa la totalidad de tu vida. El mapa nunca es el territorio, se trata de ampliar la perspectiva
  • El futuro es creado y negociado con uno mismo

Claramente, hablamos con el paciente y su pareja o grupo de pertenencia (incluidos amigos, vecinos, miembros de sus redes sociales) de lo que va bien y de lo que puede mejorar  ya desde la primera consulta.

En esta instancia se trabaja básicamente en la negociación de objetivos utilizando técnicas específicas de entrevista semi dirigida, con preguntas que animan a pensar acerca de las razones por las que la persona o la pareja creen que algo es imposible que suceda y cómo sería su vida si por «un milagro» sucedieran.  También se utilizan preguntas que apuntan a situaciones de excepción que contradicen la supuesta regla que instalaría el «problema», por ejemplo : «En esa época tan feliz ¿que era diferente a  lo que pasa ahora?». Las preguntas de  escala 0´-10 para valorar situaciones también son muy útiles, es una forma de identificar como está esa persona valorando la situación. Siempre se busca instalar una actitud empática y una permanente escucha activa.

¿Qué NO hace la TBCS ?

  • No busca el origen del problema ni  hace diagnósticos
    (histeria, anorexia, tabaquismo, etc.).
  • No establece una relación de supuesto saber.
  • No trabaja solo en terapia individual sino que convoca a todos los miembros de la red del consultante que puedan contribuír al éxito del proceso

En general, los objetivos  deben ser:
• Importantes para tí.
• Alcanzables
• Descritos en términos concretos.
• Descritos como «empezar algo» más que «terminar algo / dejar algo».
• Descritos como «presencia de algo» en vez de «ausencia de algo».
• Descritos en su contexto interacción con otros

 La terapia suele durar entre 2 y 10 sesiones dependiendo del caso, es un modelo flexible orientado a objetivos; se trabaja una hora por sesión y se van espaciando las sesiones a medida que se obtienen progresos. La tasa de éxitos oscila entre el 66% y el 86%.-
La TBCS es básicamente un conjunto de técnicas que resultan eficaces si se entienden como una estrategia de comunicación en la que el terapeuta acompaña en el cambio de mirada sobre la propia realidad. No supone un marco teórico  de interpretación del origen del problema ni reemplaza a otras intervenciones psicoterapéuticas  más profundas sino que se centra en los aspectos sistémicos que describen sin explicar los motivos de un malestar. Pero bien utilizadas en los casos que hemos señalado más arriba garantizan un saludable optimismo terapéutico que contribuye a reformular las narrativas individuales y vinculares.-
                                                                    Imagen relacionada

 

 

 

 

 

9 razones para hacer psicoterapia

1) Replantearse metas y objetivos

2) Entender nuestro guión personal

3) Atravesar nuestras escenas más temidas, nuestros miedos y conflictos no resueltos

4). Cambiar el mapa de nuestras prioridades

5). Conocer qué mecanismos de defensa utilizamos con frecuencia y como esto nos termina complicando la vida

6). Dejar de insistir en nuestras limitaciones y trabajar más nuestras fortalezas

7) Cambiar aquello que se puede cambiar, aceptar aquello que no se puede cambiar y aprender a reconocer la diferencia

8) Resolver situaciones problemáticas, duelos, fobias, estrés

9) Cambiar hábitos que complican nuestra salud física y psíquica