5 tips para atravesar un divorcio

 

 

A menos que haya acuerdo acerca de que la relación está terminada, el adiós suele ser un desafío en el que se debe buscar un ganar-ganar.-

Sabemos que una de las claves de un final sin «daños colaterales» en los casos en que el divorcio no es de mutuo acuerdo es que aquel que no quiere la separación, sea capaz de rescatar su lado positivo, evitando sentimientos de baja autoestima, pena o ira.-

Corina Grace, psicóloga organizacional, explica desde un punto de vista psicodinámico, porqué los finales son tan difíciles.-

El área de trabajo de Grace- adquisiciones y fusiones corporativas- no es el campo tradicional del psicoanálisis. Sin embargo ella señala que las fusiones y adquisiciones raramente se dan tal y como ha sido planeado.- Y esto sucede-según su experiencia-porque se trata de procesos con mucha carga emocional, que pueden desencadenar respuestas muy primitivas.

Una fusión-dice-detona sentimientos de ansiedad e incertidumbre. Cuando debes decir adiós a una estructura corporativa, no importa que se trate de un vínculo impersonal,el riesgo es sentirse abandonado. Sin embargo, las corporaciones buscan ignorar estas respuestas de los empleados y lo que sucede, es que estos no encuentran un espacio legítimo para expresar sus sentimientos de pérdida.-

Estos cambios en las organizaciones son más difíciles cuando ocurren sin el tiempo suficiente para preparar a todas las partes involucradas. La mentalidad «lo arreglamos rápido» deja a todo el que no esté preparado en una situación de duelo; como resultado pueden darse depresiones, tanto personales como grupales. En este punto aparecen síntomas de  Burn-out tales como : ausentismo, baja de resultados, etc..

Yendo de lo corporativo a lo personal, el artículo de Grace aporta unas ideas útiles para ayudar a transitar el espacio del divorcio:

1- Reconocer que todo final tiene un sentido: El artículo de Grace sugiere que todo final, aún aquél que supone terminar con un estado de cosas insostenible, origina sentimientos de pérdida y muerte de algún aspecto de la propia identidad. Es importante hacerlos consciente para evitar la vulnerabilidad que la tristeza desencadena a la hora de enfrentar cambios.-

2. No avasallar los derechos del otro. Si algo tan mínimo como el plus para café puede ser una fuente de irritación en una empresa que está fusionándose, imaginemos lo que siente alguien que acaba de perder una relación, no es necesario presionar al otro, el mejor camino es respetar los espacios y abrir la negociación.

 

3. Darle a la ex pareja la oportunidad de expresar sus sentimientos. No se puede dar al otro todo lo que el otro seguramente va a pedir, pero se puede estar ahí para actuar como una caja de resonancia que alivie su sensación de abandono.-

4. Proveer una salida digna: Aún cuando creas que la persona que estás por dejar ha sido, en tu opinión, terrible para tí, no hay razón para ser desconsiderado o brutal. Ayuda al otro con una narrativa que preserve su sentido de valor personal. El final de la relación, aunque penoso, puede -con el tiempo-ser reescrito de otra forma.

5. Elegir siempre una salida exitosa. Si estas convencido que estás dando por finalizado algo que tiene que terminar, hazlo de la mejor forma posible. Podrías estar pidiéndole al otro que abandone el hogar que han construido juntos y reclamándole cosas que hasta ayer no te importaban  y ahora crees que son imprescindibles para tí. Dejalo ir, no te aferres o si decides hacerlo, permite que se instale el mejor clima para trabajar sobre  estos posibles acuerdos dentro del desacuerdo.-

Es posible y deseable negociar el final de una relación de pareja sin generar una huella de destrucción. Se trata de escuchar y entender los sentimientos de pérdida de la otra persona y de facilitar un nuevo comienzo para ambos, una continuidad saludable de la propia historia familiar.-

Fuente: https://www.psychologytoday.com/blog/fulfillment-any-age/201608/5-ways-finesse-difficult-end-your-relationship Copyright Susan Krauss Whitbourne 2016

Referencia: Grace, C. (2016). Endings and loss in mergers and acquisitions: An exploration of group analytic theory. Group Analysis, 49(2), 134-148. doi:10.1177/0533316416642391

El codependiente: un rehén de los otros

La persona codependiente necesita  asumir responsabilidades en la vida de los que la rodean, al punto de sentirse incómoda y desamparada cuando está sola. Esto ocurre debido a su dificultad en poner límites. Cuando termina una relación importante, busca con urgencia otra a la que proporcionar el cuidado y apoyo que cree que el otro necesita, para reforzar así su propia autoestima.

Rechaza el hacer peticiones, incluso las más razonables  al tiempo que subordina sus propios deseos a los de aquellos a los que dice proteger.

En suma,  la necesidad de conseguir la aprobación de otros es su meta meta y para alcanzarla, la persona codependiente está dispuesta a aceptar situaciones con las que está en desacuerdo.

La sensación de necesitar de otros llega a ser tan intensa que aparecen sentimientos de malestar cuando, por lo que sea, la persona tiene que permanecer sola; sensación que se agrava cuando sospecha que la van a abandonar.

El término codependencia surge en la década del 70 al principio centrado en el ámbito de la dependencia al alcohol y los malos tratos, para describir la actitud adoptada por algunos familiares respecto al paciente.

Básicamente, se caracterizaba por el reforzamiento de las  conductas adictivas o desadaptativas del paciente que parecían más una expresión de la necesidad de seguir siendo un cuidador-víctima permanente para así mantener la propia identidad que un genuino apoyo al otro para ayudarlo a superar sus problemas. Continuar leyendo «El codependiente: un rehén de los otros»

5 objetivos básicos de la psicoterapia de pareja

 

Según Benson et alt. hay 5 principios básicos que los psicoterapeutas de pareja debemos seguir para lograr resultados positivos en la psicoterapia:

1- Cambiar  la forma en que se visualiza  la relación:

Aprender a parar el «tú tienes la culpa» para entender qué es lo que pasa en un proceso que involucra a ambos. La relación nunca se da aislada de un contexto. Por ejemplo , las parejas que están pasando por problemas financieros van a sufrir  distintos estresores que aquellas que no tienen estos problemas.

Comenzamos recolectando datos sobre la forma en que se comunican simplemente observando como lo hacen en la sesión. A medida  que cada uno va entendiendo cómo comunica puede empezar a ver al otro y a sus interacciones desde un nuevo punto de vista.

2- Modificar las conductas disfuncionales

Se trata de cambiar la forma en que cada uno se comporta con el otro. Esto quiere decir, que además de mejorar su interacción, el psicoterapeuta busca que sus clientes no se metan en rulos de actitudes que supongan daño físico, psíquico o moral o económico, controlando conductas de violencia doméstica, abuso de alcohol o sustancias o arranques de ira. En general es posible que, si el riesgo no es muy elevado, la pareja se beneficie con técnicas tipo «time-out», por ejemplo, parar la discusión por media hora, como una forma de evitar una escalada del conflicto.

3- Evitar el control emocional

Las parejas que evitan expresar sus sentimientos más privados corren el riesgo de aislarse y sentir lo que pasa por separado. Buscamos hablar de los sentimientos y pensamientos que  se teme compartir.  La idea es que no haya tanto miedo al apego y que establezcan canales para poder expresar los propios sentimientos sin miedo al rechazo.

4- Mejorar la comunicación

Ser capaz de comunicar es una de las «3C» de la intimidad.

  • Cercanía
  • Comunicación
  • Compromiso

Esta comunicación no debe ser abusiva, habrá que aprender a hablarse de una manera más comprensiva. En la sesión se trabaja para reconocer los tipos de comunicación más efectivos y empáticos y aquellos que causan más conflicto.

En estos casos lógicamente será muy diferente si la pareja discute mucho que si evita confrontar.

 

5- Promover fortalezas:

Habrá que ver no solo el vaso medio vacío, sino hacer hincapié en la capacidad de resiliencia de la pareja, sus fortalezas, sus zonas sanas; se trata de destacar las razones por las que vale la pena seguir. Esto incluye prescripciones del tipo «hacer algo para agradar al otro» o hacer hincapié en las emociones ligadas a recuerdos positivos para construir una nueva «narrativa».

Cuando una pareja atraviesa una crisis, es bueno intentar no abandonar como respuesta a verlo todo «negro» y por la misma regla de tres aquellas personas que temen a las relaciones largas, pueden aprender a resolver situaciones problemáticas como forma de des-dramatizar los conflictos.

Estos cinco principios de una psicoterapia de pareja exitosa se basan en creer que las parejas pueden construir y mantener relaciones cercanas con éxito más allá de las crisis estructurales o puntuales.

Una mirada objetiva a tu relación de pareja ayuda a reducir las conductas disfuncionales, sentir que puedes compartir emociones, comunicarse más efectivamente y resaltar aquello que funciona. Y lo que es más importante, la psicoterapia puede ayudarte a recordar que cada relación es única y tiene desafíos y fortalezas por lo que le estarás dando la mejor de las chances de sobrevivir a una mala época.-

 

Fuente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22304876

 

Identificando la violencia de género

«TE QUIERO tanto que no puedo vivir sin tí. No salgas, hoy quédate conmigo. Aquí, los dos juntos. ¿Para qué necesitamos a nadie más? Te adoro, no soportaría perderte….¿Cortarte el pelo?Ni se te ocurra, así estás preciosa. Esa amiga tuya no tiene ni idea de lo que a tí te queda bien. De hecho, no la soporto, siempre quiere sacarte de casa. No es tu culpa que ella sea una desgraciada y no tenga a nadie que la quiera. Pero tú sí, tu me tienes a mí. Nadie te va a querer como yo…¿Cansada? Porque tú quieres; en el trabajo te toman el pelo.¿Que si deberías dejarlo?Por supuesto, por esa mierda de sueldo que cobras estás descuidando al niño…»

Fragmento de «El verdugo en casa» El Periódico 3/02/2011.-

Como familiares, amigos, compañeros de trabajo estamos en condiciones de ayudar a una mujer víctima de algún tipo de violencia de género. No se trata solo del golpe  o los dolores de compleja explicación sino de otras señales a veces más sutiles.

¿Que le puede pasar a la mujer?

Puede que sea retraída y se aísle del entorno, que no participe en charlas o debates cuando está su marido y sí lo haga si está sola

Puede ser una persona ansiosa

Puede no valorar sus logros personales o no gustarse físicamente

Puede no hablar nunca de su vida familiar

Puede ser una persona que nunca dice NO de frente

Puede que sea una persona que no se anima a tomar decisiones que supongan gasto de dinero

Puede que sea una persona que nunca sale sin su pareja ni tiene actividades o amistades que no sean compartidas

Puede que sea una persona que se autoexige laboralmente y que excusa a su pareja si es exactamente lo opuesto

Puede que sea una persona que justifica siempre los argumentos de su pareja

Puede que sea una persona que sobrevalora los logros de su pareja

Puede que a veces tenga golpes, moretones o contusiones  que no sabe explicar

Puede que sea una persona con tendencia a idealizar y dificultades para ver los aspectos difíciles de cualquier situación

Puede ser una persona que reacciona en exceso a situaciones de tensión en los grupos

¿Que le puede pasar al hombre?

Puede ser un hombre «normal», si es que existe la normalidad

Puede tener un nivel educativo o profesional o económico medio o alto

Puede ser un violento verbal

Puede justificar más o menos abiertamente la «inferioridad social» femenina

Puede tener problemas de autoestima encubierta

Puede ser egoísta, autoritario, mentiroso y dominante

Puede ser poco empático en público con su pareja y muy empático con el resto de personas que trata

Puede ser un seductor nato y utilizar las relaciones sexuales como una forma de «arrepentimiento»

Puede decir con más frecuencia que la media : «YO creo» «Yo le dije» «Yo necesito» «Yo no voy a…»

Puede tener tendencia a resolver los conflictos de forma violenta (verbal ó física)

Puede ser una persona con altos niveles de ansiedad

Puede tener escaso o nulo control de su ira

¿Que le puede pasar al hijo o hija?

Puede tener problemas de conducta en el colegio

Puede tener problemas de aprendizaje o de relación con los demás

Puede ser un niño ansioso o triste

Puede ser un niño que en su casa está «en su mundo»

Puede que sea un niño que intenta defender a su madre aún cuando no sea necesario

Si te parece que una persona de tu entorno está sufriendo algún  tipo de violencia:

1) No la juzgues e intenta entenderla

2) Favorece situaciones en las que pueda hablar de lo que le pasa y en las que puedas contarle tu impresión desde afuera

3) No la dejes sola, evita que se aísle

4) Explícale donde y como puede pedir ayuda

5) Llama a la policía si crees que su integridad está en peligro

¿Y si te pasa a tí?

Pedir ayuda no te compromete a decidir sobre lo que deseas o no deseas hacer, pero te dará información sobre tus opciones, cuando la violencia comienza generalmente se agrava y para salir de ella necesitarás ayuda externa.

1)  Si tu situación es de riesgo y urgente,tienes derecho a pedir :

  •      asistencia médica
  •      asistencia jurídica
  •      alojamiento de urgencia si tienes que dejar tu domicilio
  •      una orden de protección si crees que estás en peligro

2) Si tu situación no es urgente pero tiene que ver con abusos psicológicos o económicos crónicos y prolongados en el tiempo,  tienes derecho a:

  • informarte sobre tus opciones
  • hablar con tus amigos o familiares sobre lo que pasa
  • no vivir asustada, agobiada, triste e insegura sobre tu futuro
  • pedir ayuda profesional para entender por qué entraste y te mantienes en esta relación

Recursos en Argentina:

http://www.mujeresenigualdad.org.ar/pdf/Guia.pdf

http://www.justiciacordoba.gob.ar/justiciacordoba/paginas/violencia_familiar_info.aspx

Para saber más:

http://www.unwomen.org.es  ONU mujeres

http://www.saynotoviolence.org/es ONU MUjeres, plataforma de acción global online

4 formas en que estar en pareja puede cambiarnos

Cuando estamos dentro de una pareja estable, solemos transformar el «yo» en «nosotros». No es solo una cuestión semántica, es que el sentimiento de ser uno mismo evoluciona a través de esa relación.-
Y, a medida que estamos más comprometidos, vemos como ese «nosotros»  también se transforma en «yo».
Pero, ¿cómo es que pasa esto?,  ¿es algo positivo o negativo?
Según Mattingly, McIntyre & Lewandowsky, nuestras relaciones pueden cambiar la forma en que nos vemos y nos valoramos de dos maneras distintas:
  • 1) La extensión de tu autoimágen puede cambiar; puede expandirse para incluir nuevos rasgos, o hacer más prominentes los ya existentes. Por ej., un hombre puede descubrir que le encanta la cocina gourmet después de varias citas en las que la comida elaborada sea la propuesta reiterada. Alternativamente, esa misma autoimágen puede disminuir porque la relación ha logrado que algunos rasgos personales desaparezcan; la relación te ha llevado  que descuides algún rasgo típico de tu personalidad, Por ej, una mujer puede dejar de sentirse bonita, porque su pareja es muy crítica con su apariencia. Esto también puede pasar si suprimes algún rasgo porque tu pareja lo critica, como el caso de ese hombre que trata de ser menos agresivo porque su mujer objeta ese tipo de conducta.
  •  2) La valencia de tu imagen personal puede cambiar -esto es, el grado en que percibes estos cambios como positivos o negativos. De hecho incluso las relaciones más negativas pueden brindarse cambios positivos en tu autoimágen, como por ejemplo, el descubrimiento de las fortalezas personales para enfrentar una crisis de pareja.

  La extensión y la valencia de nuestra autoimágen pueden combinarse para dar cuatro combinaciones que explican los cambios a medida que nuestra relación se hace más seria e independiente:

1. Expansión del Yo: Agregamos información nueva y positiva a la imagen personal. Esto puede ocurrir porque incorporamos aspectos de nuestra pareja a los propios y/o nos enganchamos en actividades nuevas con ella

2. Contracción del Yo: Perdemos aspectos propios, por ej. un hombre puede ser un fan del fútbol, pero cuando su mujer rechaza acompañarlo a la cancha o se niega a mirar los partidos por TV, va perdiendo su interés y este rasgo deja de pertenecer a su identidad

3. Recorte del Yo:  Suprimimos rasgos negativos de nuestra personalidad. A diferencia de la Contracción del Yo, en la que perdemos rasgos que nos llevan a un empobrecimiento de nuestra identidad, en el Recorte del Yo se da un crecimiento de la imagen personal positiva. Por ej, los que están en pareja suelen sentirse menos solos o pueden intentar cambios en los hábitos negativos como fumar o problemas con el peso o la falta de confianza en uno mismo con ayuda del otro

4. Adulteración del Yo: Adquirimos hábitos negativos. Esto puede ocurrir cuando estar dentro de una relación cambia tu conducta para peor. Por ej. si un desacuerdo con su pareja lleva a una mujer a criticarlo, ella puede con el tiempo empezar a verse como una insatisfecha crónica, especialmente si su pareja la vé así.

Es decir, tu relación puede cambiar el concepto que tienes de ti mismo, tu autoimágen, para bien o para mal. Pero ¿Como influyen estos cambios en tu relación?

McIntyre y sus colegas llevaron adelante dos estudios examinando la conexión entre los cambios en la autoimágen y sus consecuencias para la relación.

En el primer estudio, 55 adultos en pareja (69% casados) completaron  dos cuestionarios, uno sobre identidad personal  y  otro sobre su relación,con seis semanas de diferencia entre uno y otro.

Se vió que puntuaciones altas en Expansión del Yo y Recorte del Yo en la primera encuesta fueron asociadas con > satisfacción dentro de la relación seis semanas después. Por el contrario, una visión negativa de la imágen personal,  con + contracción del Yo y +adulteración del Yo fue asociado a menor satisfacción 6 semanas después. Esto sugiere que las variaciones en la imágen que tenemos de nosotros mismos influencia en como nos sentimos en pareja conforme pasa el tiempo.

En el segundo estudio, 147 adultos en pareja (76% casados) completaron una  sola encuesta con preguntas acerca de su relación y su autoimágen. Aquellos con mayor Expansión del Yo tendían a valorar su relación en forma más positiva. Puntuaban más bajo en intención de dejar la relación o conocer otras personas y se mostraban más deseosos de satisfacer a sus parejas. Estos resultados también concluyeron que en parte tenía que ver con que estos cambios positivos en la autoimágen estaban asociados a mayor nivel de compromiso. Por lo que parecería que hay una relación de causalidad directamente proporcional entre la identidad individual y la identidad como pareja….aquello de «estar contigo me hace mejor persona»….

El impacto que tu relación tiene en como te sientes, como te valoras, como te percibes va a terminar afectándola en una especie de círculo de crecimiento. Y todavía más, va a afectar como tratas a tu pareja y los esfuerzos  que haces o no en mantener esa relación y mejorarla. Pero también, cuando tu relación te hace cambiar para mejor, hay un efecto positivo también en el contexto de esa relación.

En definitiva, estos estudios apuntan a la importancia que tiene la sintonía entre el espacio personal y el proyecto de pareja como termómetro de la solidez de los vínculos. También otorga herramientas para medir hasta que punto una relación es potente más allá del amor romántico y detectar posibles focos de conflicto.-

Fuente: https://www.psychologytoday.com/blog/close-encounters/201412/4-ways-our-relationships-change-who-we-are

  McIntyre, K. P., Mattingly, B. A., & Lewandowski, G. W., Jr. (2014). When “we” changes to “me”. The two-dimensional model of relational self-change and relationship outcomes. Journal of Social and Personal Relationships. Published online before print, doi:10.1177/026540751455333

Mattingly, B. A., Lewandowski, G. W., Jr., & McIntyre, K. P. (2014). “You make me a better/worse person”: A two-dimensional model of relationship self-change. Personal Relationships, 21, 176-190. 

El rompecabezas de la pareja

 

En la pareja es común ubicar al otro en la posición de un objeto ilusorio, a manera de un recorte que puede atraer o generar violencia, irritar o fascinar.-

En tanto el otro no sabe exactamente qué es aquello que se le está proyectando, es inevitable que esa superposición con la realidad sea incompleta y el  «diferente» es vivido como un intruso  y  es  así como se va  perdiendo el «encanto»

En toda pareja  existen acuerdos y pactos inconscientes  que definen el tipo de objeto preferido y la manera de elegirlo.

La historia personal suele contar con un amplio catálogo de vínculos que han dejado su inscripción en el inconsciente.

Los primeros, claro está, son los parentales, pero luego están los objetos extraparentales significativos. Estos interactúan para formar un complejo sistema de opciones acerca de cómo elegimos y como nos ofrecemos para «ser elegido».-

A medida que la historia personal avanza, se van produciendo cambios en los códigos, en algunas de esas modificaciones surgen síntomas de malestar: aquello que unía, ahora separa.

El posible sufrimiento, efecto de estos desencuentros hace que nos refugiemos en conductas «seguras», una manera de recuperar la sensación de certidumbre contra la incertidumbre que el cambio sugiere.

Este efecto es más notorio cuando uno de los miembros de la pareja quiere mantener inmovilizado el vínculo, dejando fuera la necesidad de cambio que el otro plantea.

Toda pareja está formada como un rompecabezas, un organizador de la relación en sus distintas modalidades: emocional, sexual, económica, comunicacional.-

Entender COMO se ha armado inicialmente ese rompecabezas, ayuda y favorece entender el por qué de las crisis posteriores que pueden desencadenar el final de la relación.-

Freud se refirió al tema en sus escritos sociales, si bien luego ha sido un aspecto un tanto descuidado en su teoría,  la psicología y el psicoanálisis proveen hipótesis auxiliares para el tratamiento de la problemática de los vínculos a través de una terapia de pareja, por ej: actualmente aparecen  cuestiones religiosas o de origen étnico  en las uniones, relacionadas con los flujos migratorios, también se habla de la cuestión de lo transitorio, de lo light, del amor líquido.

Otro aspecto del rompecabezas tiene que ver con las normas, los valores,las creencias, que actúan como organizadores de la continuidad histórica y que puede originar choques en los modelos familiares. Suelen ser descartados en la etapa del enamoramiento pero son transformados luego, en una fuente permanente de conflicto o en un espacio no compartido y por lo tanto quizás conflictivo.-

Una pareja  se constituye en base a proyecciones relacionadas con las imágenes inconscientes de cada uno y crece dentro de en un sistema de creencias y valores a partir del cuál  elabora un proyecto en común.

La cotidianeidad asume esos pactos conscientes e inconscientes, dentro de la pareja se desarrolla un campo de fuerzas, un escenario surtido de recuerdos, percepciónes del otro que llevan al acuerdo o al desacuerdo.-

Todo acuerdo se basa en una fantasía de supervivencia a través del tiempo y del espacio. Siendo ésta idea ilusoria, está expuesta a no cumplirse en forma permanente porque  depende de las circunstancias cambiantes del día a día y de las irrupciones de lo real que los acuerdos tienden a bloquear….hasta que ya es imposible hacerlo y surje una crisis.

Lo cotidiano puede servir para afianzar la estructura y ayudar a su evolución o puede despertar un sentimiento de encierro, tedio y aburrimiento.

El vínculo se estanca, el tiempo no pasa, y la historia….inevitablemente, se repite.

Es ahí en donde puede ser útil una terapia de pareja,  que  es cosa de dos aunque generalmente es uno el que da la voz da alarma y el otro,  el que -por lo menos- tiene que colaborar. Si no es así, el que ve el problema todavía  puede acudir al profesional, que podrá ayudar aunque, lógicamente con menos capacidad de maniobra. El principal problema  de la terapia de pareja es que se acude al profesional cuando ya parecería que no hay solución y que alguien ya ha tomado una decisión

Entre los motivos de consulta más frecuentes, la comunicación es la «estrella»:  discusiones inútiles y destructivas en las que se hace sufrir y se sufre tremendamente sin llegar a ninguna solución, o lo contrario,  largos silencios, no se hablan ni se comunican y la relación va muriendo. La vida laboral excesiva suele ser una coartada para no ver estasc uestiones.

Otro problema frecuente es la falta de aceptación de la forma de ser del otro, luego están los problemas sexuales, las diferencias de criterio en la crianza de los hijos, la intolerancia.

Alrededor del 75% de parejas mejoran su relación a través de un proceso terapéutico, se trata solo de iniciarlo a tiempo y con expectativas realistas.

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Bibliografía:

Berenstein. I & Puget J.: psicoanálisis de la pareja matrimonial

Freud. S: Psicología de las masas y análisis del Yo. (Obras completas)

Lévi-Strauss, C: Las estructuras elementales del parentesco

Co-parentalidad: no es fácil pero tampoco imposible

 Todos estamos e acurdo en que una relación amigable con una ex pareja que permita un espacio saludable de co-parentalidad, brinda a los hijos estabilidad al tiempo que preserva un vínculo más cercano con ambos padres; pero la verdad es que es algo bastante difícil de conseguir.

Queremos decir que la co-parentalidad va más allá de los acuerdos de custodia compartida y de los estilos de esta custodia, más allá de asesores legales, trabajadores sociales, vecinos y familiares.

La co-parentalidad es la única opción posible cuando existen DOS que han generado TRES o más, es un derecho de los menores y además es la alternativa más sana.

 Dejar de lado los temas pendientes de la pareja para lograr ese objetivo, es un camino sembrado de situaciones estresantes. A pesar de los desafíos que se presentan, el objetivo es pensar la co-parentalidad como la formación de un equipo en el que se minimice lo individual y se maximice las estrategias de comunicación asertiva en lo que a los hijos se refiere. Se trata de mantener la calma y evitar o resolver los problemas pendientes para construir un trabajo de custodia de los hijos en conjunto.

Lograr acuerdos , especialmente después de un divorcio complicado, puede ser extenuante, es extremadamente difícil pasar página y dejar atrás una historia en común penosa y sobre todo sobreponerse a cualquier resto de resentimiento.

Tomar decisiones compartidas, interactuar con fluidez o simplemente hablar con el otro, cuando todavía te acuerdas de demasiadas cosas que te han dolido puede ser una misión imposible. Pero aunque es verdad que la co-parentalidad nunca es una alternativa fácil, es el mejor camino para asegurar la cobertura de todas las necesidades de los hijos y darles la posibilidad de mantener una relación sana con ambos padres.-

  Puede ser útil comenzar pensando en que la relación con tu ex es una relación nueva-una relación centrada SOLO en el bienestar de tu hijo-y no una relación que tenga que ver con ninguno de ustedes dos.- Tu matrimonio puede haber terminado, pero tu familia no.

El primer paso para ser un «co-padre», es poner siempre por delante el proyecto de crianza del hijo, que así entenderá que una cosa es el conflicto que acabó con la pareja y otra es el lugar que él sigue ocupando en esta familia.

Los chicos cuyos padres divorciados mantienen una relación de co-parentalidad de este tipo:

  • Se sienten más seguros del amor de ambos padres y se ajustan a los cambios producidos por el divorcio, más rápido
  • Se benefician con la coherencia: al haber reglas en común, un solo discurso y un solo sistema de recompensas, el chico sabe que esperar y que se espera de él
  • Entienden mejor cómo se resuelven los problemas
  • Reciben un modelo muy saludable en el que la competición pierde frente a la colaboración, lo que termina siendo un ejemplo de vida

Este cúmulo de buenas ideas es imposible de poner en práctica si no se resuelve primero el contencioso interno que cada uno tiene a propósito del fracaso de la pareja. Sentimientos de ira, enojo, despecho, resentimiento o daño son habituales y no deben ser  solo dejados de lado sino desarmados, resueltos, eliminados, para no convertir al hijo en moneda de cambio de ningún tema pendiente entre la pareja. Resolver esto es lo más complicado porque no suele ser del todo consciente, pero es vital.

La co-parentalidad no tiene que ver  con tus sentimientos o con los de tu pareja, sino con el bienestar emocional de tu hijo, por eso una vez que has identificado tus sentimientos, se trata de evitar que contaminen tu conducta. Fácil de decir, muy complicado de hacer.-

  • Focaliza en tu hijo: cada vez que te sientas enojado o resentido, trata de recordar  que inundar la vida de tu hijo con tu historia personal es sembrar viento para recoger tempestades
  • Cambia tus hábitos, hazte amigo del ejercicio físico saludable, las técnicas de relajación y respiración o la musicoterapia; cualquier cosa que te ayude a disipar tu enojo

Aunque todo esto sirva- psicoterapia, acuerdos verbales, cambio de hábitos-puede que nunca termines de resolver ese enojo o esa amargura, pero se trata de desarmarlos, evitar que contaminen tus pensamientos y recordar siempre que se trata de TUS temas y no los de tus hijos. Nunca uses a tus hijos como mensajeros, la meta es dejarlos fuera de tu historia de pareja; si tienes que hablar con tu ex hazlo tú.

Se trata de lograr una comunicación pacífica y efectiva, a pesar de que creas que esto es absolutamente imposible. Todo comienza con tu estilo de pensamiento, cada vez que tengas que dialogar con tu ex pareja piensa primero en que tu hijo es el foco de atención, no hay nada más-

Recuerda que no siempre será necesario un encuentro presencial, hablar por teléfono, o por chat, o intercambiar mails seguramente alcanzará en la mayoría de los casos. La meta es establecer una comunicación libre de conflicto, fíjate que canal sería el más adecuado para lograrlo. Tanto si contactas por correo electrónico, teléfono o en persona:

  • Establece un estilo impersonal, habla o escribe como lo harías con un colega, con cordialidad, respeto y un grado de neutralidad.
  • Relájate y habla despacio.
  • Pregunta al otro su opinión
  • Discúlpate, si es necesario

Es muy saludable para los hijos estar expuestos a diferentes perspectivas y aprender a ser flexibles, pero también necesitan saber que están viviendo básicamente en el mismo espacio de expectativas en cada casa. Apuntar a la consistencia entre tu hogar y el de tu ex, evita confusiones y actitudes manipuladoras de parte de ellos. Tres item básicos:

REGLAS: sobre estilos de vida, temas de la escuela y actividades no permitidas

DISCIPLINA: seguir más o menos el mismo protocolo cundo se rompe una regla, aunque la «infracción» no haya sucedido en tu casa, por ej, si tu ex les prohíbe jugar a la Play por algo que han hecho, tu no ignorarás esa decisión. Eso mismo sirve si se trata de una recompensa.

HORARIOS: Siempre que puedas mantén los horarios de comida, juegos, dormir, rituales de baño, etc..

No es nada fácil acordar todas estas cuestiones, por eso:

  • Pregunta, en lugar de emitir declaraciones, que pueden ser malinterpretadas, trata de armar tu discurso más como una consulta que como una afirmación. Por ejemplo: «Te parece que….?», «Podríamos….»?.
  • Comunicar con madurez comienza con la capacidad de escuchar. Aunque termines estando en desacuerdo, deberías poder ser capaz de acordar que estás en desacuerdo pero entiendes el punto de vista de tu ex. Escuchar no significa aprobar, no perderás nada permitiendo a tu ex expresar su opinión.-
  • Ensaya la contención. Ten presente que la comunicación será imprescindible hasta que tus hijos crezcan o incluso después. Puedes entrenarte en no exagerar tus reacciones y aprender a mantener la calma aún cuando tu ex toque algún botón potencialmente conflictivo.
  • Asume el compromiso de que cada encuentro con tu ex transmita a tus hijos la idea de que forman un frente común. Esto puede ser extremadamente difícil al principio del proceso de separación.
  • Mantén la conversación siempre orientada en los chicos y evita que derive a tus necesidades o a las necesidades de tu ex. Se trata SOLO de las necesidades de tu hijo.
  • Guárdate tus problemas. Nunca le hagas sentir a tu hijo que tiene que escoger entre ambos padres y nunca digas nada negativo sobre tu ex. Tu hijo tiene el derecho de armar su relación con sus padres desde su propio punto de vista.-

TEMAS IMPORTANTES:

  • Atención médica: es importante acordar quién hablará con el médico o llevará el control de tratamientos -si existen-
  • Educación: la escuela debe estar informada de que se han producido cambios en la estructura familiar, por otra parte ambos padres deben estar enterados de los horarios de las actividades extra curriculares, de las reuniones con los maestros y de las fiestas escolares y concurrir ambos en la medida de los posible
  • Dinero: el costo de mantener dos casas puede afectar el presupuesto dedicado a la crianza. Se trata de ser realista, comprometerse y mantener el máximo nivel de flexibilidad, cooperando para lograr cubrir todas las necesidades básicas

El momento de la mudanza por días o fines de semana -depende de lo acordado- a la casa de tu ex, puede ser muy estresante para tu hijo. La transición nunca es fácil a pesar de que se repita regularmente, porque significa dejar a uno para encontrar al otro. En los acuerdos de custodia compartida esto es aún más grave, pero hay algunos tips que pueden ser útiles:

  • Ayuda a tus hijos a anticiparse al cambio: recuérdales que en uno o dos días irán a la casa de tu ex
  • Prepara con tiempo todo lo que deben llevarse, evita la improvisación e incluye siempre un juguete o ropa preferida
  • Si es posible, acuerda el horario en que vendrán a buscar a tu hijo para evitar interrumpir algo que esté haciendo. Mejor aún si eres tú quién los lleva.
  • Para evitar complicar las cosas, está bien si hay dos kit de cosas como cepillos de dientes, pijamas, cepillos de pelo, juguetes en ambas casas

Cuando vuelven:

  •  Trata de que no haya nada muy importante que hacer justo en ese momento!, apuesta por actividades tranquilas o déjalo un poco a su aire
  • Respeta su espacio

¿Que pasa si tu hijo no quiere ir a lo de ex o no acepta su visita?

  • Busca la causa: puede que el problema sea simple de resolver, por ejemple el nivel de confort de su habitación o el gusto de la comida o puede que se trate de cuestiones emocionales: habla con tu hijo y sobre todo no minimices el tema
  • Deja fluir: dale tiempo y deja que se exprese, que nadie se sienta ofendido, busquen alternativas o establezcan horarios más abiertos
  • Habla con tu ex: una conversación profunda con tu ex sobre este tema puede ser espinosa pero en última instancia es fundamental para no transformar un grano de arena en una montaña

Finalmente:

La co-parentalidad es una actitud, no tiene que ver con leyes, regímenes de visita o historias personales. Es la forma de asumir que hemos construido algo en común con otro y que esto involucra a un tercero que es libre pero dependiente y que no ha participado en ninguna decisión. Alguien que no nos pertenece pero del que somos responsables.

Trabajar en una buena comunicación posterior al divorcio-si hay hijos-es también un ejercicio personal que permitirá que cerremos una etapa personal para abrir otra.-

 

Para saber más:

http://www.guia-coparentalidad.com/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuar leyendo «Co-parentalidad: no es fácil pero tampoco imposible»

Cibersexo : un desafío a la intimidad de la pareja

¿Qué es el Cibersexo?

Es la visión de contenido sexual online, el chat sobre material sexual en foros o grupos salas de chat,  o el chat  «de -a-dos»  con un partner online sobre actos sexuales con o sin  cámara Web; también se considera sexo virtual al sexo telefónico o el envío de material sexual por teléfonos móviles.-.

¿Es una conducta frecuente?

Hay que diferenciar la visita a sites de contenido sexual  que es una conducta muy frecuente (alrededor del 30% de usuarios de Internet) con la adicción que supone algún tipo de efecto adverso en la personalidad y en las relaciones de pareja. El punto de inflexión está marcado por : el tipo de contenido, el tiempo que se invierte en navegar estas páginas, el «secretismo» y la compulsión.

Una investigación sobre el tema, desarrollada en 2001 por el Dr  Al Cooper, editor de Cybersex: The Dark Side of the Force  de la Universidad de Stanford concluía que sobre 9,265 entrevistas realizadas a hombres y mujeres que admitían visitar sitios de contenido sexual, el 1% había desarrollado una adicción. Proyectada esta relación sobre todo el país,  si   20 millones de personas   visitan páginas de contenido sexual mensualmente y el 1% desarrollarán una adicción al Cibersexo,  eso sugiere una población de 200 mil personas, lo cual es preocupante si suponemos que por cada adicto hay – por lo menos-  una persona más afectada.

Cooper describe tres tipos de consumidores de sexo en  Internet :

1) El usuario «recreativo», que accede más por diversión o curiosidad y que no interactua online ni cambia sus costumbres sexuales offline. Sería el equivalente del bebedor «social».

2) El usuario «compulsivo» que tiene alteraciones de su vida sexual previos al uso de Internet y que usa ese espacio como un foro más  para su actividad sexual «alternativa»

3) El usuario » en riesgo de Ciberadicción» que presenta  problemas emocionales ligados a su actividad sexual y para quién el anonimato, la accesibilidad y lo ecónomico que resulta Internet facilitan el desarrollo de la adicción.

¿Cuando es el Cibersexo una adicción?

Igual que en otras adicciones como el alcohol o las drogas es necesario que exista una conducta compulsiva y  un pensamiento obsesivo sobre estos temas. Debe existir también algún tipo de disminución temporal  de la ansiedad, las dudas sobre la autoestima, la inadecuación o el miedo al abandono cuando se navega que como no es duradera supone el volver una y otra vez a repetir las visitas y los contactos sexuales online.

Como en toda adicción, hay también un aumento de la tolerancia y de la necesidad de conectarse y cada vez menos control a pesar de que aparezcan problemas físicos, sociales, económicos, emocionales ( culpa y depresión) o cognitivos (ideas obsesivas) . Por ejemplo, se deja de tener relaciones sexuales con la pareja, se gasta más dinero del posible en páginas de contenido de pago, se duerme menos, se abandonan hábitos sociales o deportivos.

¿Cómo puede afectar a la pareja? 

Si bien toda adicción tiene efectos potenciales en la vida familiar incluida el matrimonio o la pareja, el cibersexo involucra directamente al otro -lo quiera o no-. La evidencia de adicción a las drogas o al alcohol suele ser difícil de esconder pero el sexting, la masturbación viendo sitios porno o los partners sexuales online pueden ser escondidos,  por lo menos,  al principio. Continuar leyendo «Cibersexo : un desafío a la intimidad de la pareja»

Relaciones que enferman : el caso Camille Claudel

Camille Claudel en el taller de Rodin ca 1899

Camille Claudel nace en Aisné el 8 de Diciembre de 1864, dieciséis meses después del fallecimiento de su hermano Charles Henri, ocurrido 15 días después del nacimiento. La muerte de este hijo sume a su madre en una depresión que se agrava cuando de su segundo embarazo nace “una niña”. El padre, por el contrario, se fascina con la pequeña, con su vitalidad y belleza , y deposita en ella sus sueños e ideales.

Luego nacerán Louise, dos años menor que llevará el nombre de su madre y será bien acogida por ella y Paul  dos años más tarde.

Desde pequeña  Camille desarrolla un extraordinario talento para modelar que es socavado por su madre quien considera que no se ajusta a las reglas burguesas de la época.

A los 18 años conoce a Auguste Rodin, (gracias al apoyo de su padre que hace oídos sordos a las criticas familiares) en esos momentos el escultor tiene 43 años, muchos problemas financieros y poco reconocimiento y vive con Rose, una mujer sumisa y con poca cultura; Camille se transformará en su discípula y amante en una relación que durará casi 15 años.

Su cercanía al  artista  le permite introducirse en el mundo de la escultura, aún siendo su arte creativo y personal permite  que Rodin firme alguna de sus propias obras y deja que la exhiba como acompañante joven y bella antes que como artista y colega.-.

Su relación terminará convirtiéndose en un vínculo de crecimiento y competencia personal y también de fuerte enfrentamiento de egos ante los intentos de Camille de afianzarse profesionalmente y con nombre propio.

Su ruptura con Rodin, que se niega a abandonar a Rose Beuret para casarse con ella, precipita su alejamiento de los ambientes artísticos  por haber perdido el apoyo «paternal» y social que Auguste le proporcionaba.

Sin embargo al mismo tiempo continúa con una arriesgada propuesta artística e intentando lograr una identidad personal; su primer distanciamiento de Rodin a los 26 años coincide con su período más creativo; en esa época comienza su relación con Debussy, su vida social se expande y se relaciona con gente de su edad pero aún le es imposible vivir de encargos.-

Finalmente y tras otra ruptura sentimental con Claude Debussy, también unido a otra mujer,  pasará los últimos treinta años de su vida en un hospital psiquiátrico, abandonada por su familia, incluido su hermano el poeta Paul Claudel. Su padre ha tenido siempre ambiciones desmedidas respecto a su futuro como artista y su madre ha visto en ella solo su deseo de «vivir como un hombre» y su belleza «excesiva». Las cartas que escribe desde allí clamando por su salida de ese injusto encierro son desgarradoras. Continuar leyendo «Relaciones que enferman : el caso Camille Claudel»

¿Qué es la «adicción al amor»?

Solemos adoptar conductas y actitudes diversas para defendernos de los sentimientos de pena, vacío o culpa. Esto incluye la más variada gama de tendencia a excesos en el consumo de las más diversas sustancias o vínculos a objetos o personas. Se suele entonces hablar en forma muy general de «adicciones».

Una adicción no solo hace daño sino que rara vez sirve para paliar el dolor; solo cuando se percibe como inmanejable es cuando se piensa en hacer algo al respecto. Un caso bastante especial es el de los «adictos al amor» o «adictos a las relaciones».

Estas personas gastan su tiempo en convertir a sus objetos de amor en foco absoluto de su atención, de forma muchas veces obsesiva; sus conductas llegan a empobrecer la vida en otros aspectos  y a reducir su bienestar.

La «adicción al amor» no se da necesariamente solo en relaciones románticas o sexuales. Es posible usar este patrón de comportamiento con amigos, niños, figuras religiosas, gurúes varios o estrellas de cine o TV a las que seguramente nunca se ha visto en persona.

La fantasía de los adictos al amor es que alguien  resolverá sus problemas, proveerá un apoyo incondicional  y cuidará de ellos. Cuando descubren que no es así, surge el resentimiento y se generan todo tipo de conflictos  en los que muchas veces se ven involucradas otras personas. Estas mismas personas, pueden ser exitosas cuando cuidan de sí mismas en los momentos en que están solas; sin embargo, cuando se «enamoran» su capacidad de auto cuidado declina peligrosamente.

Hay múltiples razones para explicar el por qué de este estilo de relación. En algunos casos vemos historias de abandono por parte de las primeras figuras cuidadoras en la primera infancia, se trata de chicos «no queridos» de alguna forma,  con consecuencias dramáticas en la autoestima durante la vida adulta.

El resultado es un miedo al abandono muchas veces acompañado de una respuesta inconsciente que elude la intimidad: confunden intensidad con intimidad. El adicto al amor es un adicto al sentimiento de «estar enamorado» más que a una persona en concreto. Paradójicamente, temen a las distancias cortas y sobre todo al compromiso profundo con un Otro significativo.

Algunos tips para entender como reacciona un «adicto al amor»

1) Se enamoran muy rápidamente

2) Son muy demandantes: exigen contacto permanente

3) Se relacionan con personas con historias afectivas complicadas esperando «lograr que cambien»

4)No dejan que el otro se marche o abandone la relación

5) Si alguien les gusta niegan todas las señales de peligro

6)Son desconfiados cuando no están en una relación y muy confiados cuando inician un vínculo adictivo

7)Temen a la soledad

8)Se convierten en lo que el otro desea, borran sus propios deseos

9) Se sienten incompletos si no están en pareja

10)Tienen alta tolerancia a la frustración dentro de la relación: plantones, maltrato psicológico, abusos varios son  disimulados

11) Prefieren fantasear con alguien que puede no estar disponible antes que ir a por una relación posible

El principio de la superación de la «adicción al amor» pasa por su capacidad de comprender que las consecuencias negativas de su estilo de relación tiene su origen en su propia historia y en su personalidad más que en » los otros» y que el círculo vicioso de relaciones adictivas puede romperse  con un nuevo punto de vista.

Una de las cuestiones más duras y difíciles es aprender a manejar los duelos y las perdidas, a soportar los sentimientos de pena, tristeza, miedo y enojo  y el aprender a estar solo.

Durante el trabajo terapéutico es común que se produzcan recaídas pero una relación de confianza en el proyecto terapéutico y en la propia capacidad de hacer consciente las raíces del problema aseguran el camino hacia relaciones personales más saludables.-