Be Real, la app «anti-instagram», que promete «autenticidad»

BeReal es una red social de origen francés, desarrollada por Alexis Barreyat y Kévin Perrau en 2020. Con un impresionante crecimiento exponencial ha ganado popularidad entre los miembros de la generación Z (posmillenials entre 8 y 23 años) en éste 2022 que ya termina. Ya en Abril se había descargado más de 6,8 millones de veces y en Julio pasado la aplicación tenía más de 20 millones de instalaciones globales estimadas y estaba valorada en U$S 600 millones.

¿Cómo funciona?

Recibes un mensaje, cada día y en cualquier momento diciendo que tienes dos minutos para sacar dos fotos una con la cámara frontal (cómo luces) y otra con la delantera (qué estás viendo). No valen filtros y vas a poder ver las historias de tus amigos solo cuando publiques la tuya.

El objetivo declarado -según Barreyat,- es fomentar con una app interacciones «genuinas» online, en respuesta a la sensación de que las aplicaciones sociales actuales están haciendo de todo menos conectarnos con nuestros amigos y familiares para mostrar nuestra vida «des-glamourizada» .

El valor que prevalece es el de la «autenticidad», por sobre «felicidad», «popularidad» o «perfección». En simple, BeReal promete solucionar todos los problemas que las otras redes sociales te crearon : tu trastorno alimentario vía Instagram, tu «depre voyerista» vía Facebook, y tu «frivolidad serial» vía TiK ToK y todo sólo cambiando las reglas de juego.

¿Siguen siendo las redes sociales el patio del barrio, la plaza de encuentro del pueblo en donde vas a mirar y a que te miren? Creería que sí, pero claramente algo está cambiando en ese mundo que habitan aquellos nacidos cuando empezaba el siglo 21, o después, si los «likes» ya no importan y sólo puedes postear una vez al día.

Vamos que «Emily en Paris» está Out y que lo importante es no preocuparme por lo que me pierdo (el famoso FOMO) ni por cuantas personas alcanzo. Y todo ello es altamente positivo para la maltrecha salud mental de nuestros jóvenes y adolescentes, tan incapaces de pensar en forma no literal, tan intolerantes a la frustración y tan poco curiosos.

Pero, a la hora de las definiciones, BeReal no es más que un una forma de intercambiar fotos, sin contenido, a pesar de la idea de marketing «Es la vida REAL», «Es una forma de autocuración de la adicción a las redes».

Puede que se estén desarrollando nuevos síntomas, por ejemplo, estar atento, pendiente de la aparición del aviso o evitar adrede situaciones o personas o lugares, «Just in case».

Ahora bien, ¿Por qué razón deberíamos ofrecer a la Internet social un registro completamente preciso y transparente de quiénes somos «realmente»? Solo somos personas, viviendo nuestras vidas complejas, a veces caóticas, lo mejor que podemos, y deberíamos decidir lo que hemos de compartir: 

Por supuesto que no mentirnos importa, pero ¿Qué quiere lograr esta fijación con la autenticidad? Suena a cura Detox, después de tanto tiempo de consumir una realidad filtrada. Pero ya sabemos que distinto no necesariamente es mejor….

En todo caso esa necesidad de ser «real», «autentico», se erige como un nuevo síntoma de «Malestar en la Cultura», un mecanismo de compensación que no resuelve el problema de base : la desaparición de la conversación -según Sherry Turkle-

La autenticidad es un producto nuevo a la venta. Cuando hablamos de alguien que es real, quizás no es real real, es lo ‘ New Real ‘, que quizás sea más realista que lo que mostraba antes, pero aún así no es toda la realidad de ese ser humano. Y es que la mirada del Otro solo es parte de quién soy.

Quizás BeReal sea una app exitosa como versión alternativa de lo mismo pero no como superación de nada. No parece que sea por ahí.

En ésta época de Fake News, pos verdades, negacionismos y ausencia de modelos que lideren un cambio cultural, quizás sea el Big Data el que obligue a las plataformas a cambiar, chau cookies, chau filtros, chau «vida feliz»,chau métricas, hola experiencias inmersivas, multisensoriales (metaverso), nueva privacidad, sustentabilidad y redes sociales verticales donde la gente genere y comparta contenido en común. ¿Menos Instagram y más Flickr?

Puede que se esté gestando un nuevo Gen anti- Voyeur!

Buen 2023!

Para saber más

https://www.xatakamovil.com/aplicaciones/be-real-red-social-imprevisible-que-te-da-dos-minutos-para-compartir-nuevo-contenido

https://www.vox.com/the-goods/23075161/bereal-app-authenticity-posting-self

Hábitos de comida «saludable» ¿Una insana obsesión por la comida sana?

Andrea tiene 35 años y una app en su teléfono móvil que cuenta las calorías que consume y los nutrientes de cada alimento, nunca consultó un nutricionista pero no se pierde ni una cuenta de Instagram sobre alimentación «saludable».

Erik 25 años, entrena cinco días a la semana en largas sesiones de musculación, controla el desarrollo de sus músculos y toma anabólicos, ha suprimido todo tipo de grasas y consume grandes cantidades de proteínas.

El mundo fit, las restricciones alimentarias, las dietas detox, el running,  se han convertido en parte central de la cultura de ésta década a través del impacto de las redes sociales en la comunicación de la generación millenial y centenial.

En ese bombardeo de posteos y comentarios acompañando imágenes de jugos coloridos y cuerpos esbeltos y portadores de «salud», naufragan aquellas personalidades adictas a la «perfección».

Ortorexia, cuando la comida saludable es una adicción | Revista ...

 

Es interesante analizar el cambio producido en la cultura en los últimos 25 años y el impacto que ha tenido en la evolución de los trastornos alimentarios. La anorexia y la bulimia -típicas de los años `90- no han desaparecido pero han evolucionado hacia otros síntomas en los que está más presente lo «social». La vida del siglo XXI es, definitivamente, la vida en la Red. 

Si  vamos a un restaurante en cualquier parte del mundo occidental y observamos con cuidado veremos a muchos clientes fotografiando la comida y subiendola a las redes antes de comenzar a comer.

«Instagramear» (perdón por el neologismo) panes hechos de todo tipo de cereales, coloridos yogures, ensaladas mixtas de todo tipo,  zumos y batidos color berenjena,  verdes, rojos, algas, tofú, es  ya una costumbre extendida y legitimada en una enorme variedad de  hashtags, por ejemplo,  #vidasaludable, #alimentacion, #food, #healthy,  #saludybienestar, #vegan,  #fit,  #natural… Todo MUY sano…..quizás en exceso.

Aunque no han sido todavía formalmente reconocidas en el DSM-5,  existe ya preocupación por el crecimiento de la Ortorexia y la Vigorexia en el espectro de los trastornos de alimentación.

«Ortorexia» es un término acuñado en 1998 por Steven Bratman para describir la obsesión por la «comida saludable», a diferencia de otros trastornos de la alimentación, aquí la variable es CALIDAD y no CANTIDAD, como en la bulimia o la  anorexia, de hecho es raro que un ortorexixa se preocupe por su peso.

A ver si nos entendemos: ocuparse de la calidad de lo que ingerimos, del aporte nutricional y el balance de los alimentos no es un problema, pero el control compulsivo y las restricciones basadas solo en información que proporciona Internet sí lo es.

Sin unos criterios diagnósticos formales es difícil tener precisiones de cuantas personas presentan este trastorno, pero solo hace falta observar la expansión del espacio en los supermercados dedicado a «productos saludables» o «free of» para tomar consciencia de la dimensión gigantesca de este fenómeno.

Por ahora, también es difícil ver si se trata de una forma pura de trastorno obsesivo-compulsivo o si es un sub – tipo de la anorexia, porque las personas con hábitos ortoréxicos comparten algunos rasgos con las personas afectadas por anorexia, por ejemplo,  son meticulosas, ordenadas, con una necesidad extrema de autocuidado y necesidad de sentirse seguros y  con algunas dificultades en el manejo de sus emociones.

¿Cuando preocuparnos?

  • Cuando leemos en forma compulsiva las etiquetas de los productos en busca de colorantes, pesticidas, conservantes, grasas, etc,,,
  • Cuando estamos preocupados todo el tiempo por lo que es «saludable»
  • Cuando cortamos todo tipo de carbohidratos, azúcares, carnes, productos animales basados en diversas «teorías» y demonizaciones varias al tiempo que elevamos a los altares de la salud otra enorme variedad de alimentos cuya inocuidad no está del todo probada
  • Cuando somos incapaces de comer algún producto aunque sea en forma ocasional o social, por ejemplo una pizza y hasta nos llevamos nuestra vianda a esa reunión de amigos o al cumple del sobrinito de 4 años
  • Cuando estamos preocupados por lo que OTROS comen y ejercemos una suerte de evangelización para que cambie sus hábitos
  • Cuando pasamos gran cantidad de horas pensando en qué y cómo vamos a comer
  • Cuando nos estresamos si no encontramos los alimentos que son «saludables» y preferimos no comer a comer algún «prohibido»
  • Cuando seguimos en forma obsesiva a influencers  en Instagram o Twitter al punto de elevarlos a la categoría de gurúes de la vida saludable
  • Cuando cambiamos nuestros hábitos de sueño o actividad para adaptarlos a lo que ·debe ser» aunque no nos dé placer

Cocinar cada día, preparar los alimentos comienza a ocupar una gran parte del tiempo:

  1. Pensar detenidamente qué comer cada día y los siguientes
  2. Ser muy crítico a la hora de comprar los ingredientes
  3. Usar técnicas para cocinar que se valoren como no dañinas
  4. Sentirse cómodo o «culpable» según el resultado obtenido

La Ortorexia puede ir acompañada de la práctica de deportes en forma exagerada y de una  preocupación obsesiva por el físico. Se instala una distorsión de la imagen corporal en la que la persona (generalmente varón y menor de 30 años) se ve poco agraciada, con sobrepeso, sin músculos, o con flaccideces y decide corregirlo adoptando hábitos de actividad física, entrenamientos y rutinas sin medir el sobre esfuerzo.

 

Las personas con vigorexia no dejan de mirarse en el espejo

La obsesión por el ejercicio se acompaña generalmente de obsesión por la  alimentación-

Por ejemplo, consumen casi exclusivamente hidratos de carbono y proteínas, eliminando las grasas de su dieta con el fin de obtener más masa muscular, también suelen consumir suplementos proteicos, etc.

Estos hábitos ya tienen un nombre, vigorexia; y sus manifestaciones clínicas más importantes son (Baile 2005):

  1. Autoimagen desvalorizada
  2. Preocupación excesiva por el tamaño de los músculos
  3. Evitación de lugares públicos en los que se exhiba el cuerpo (playas,piscinas)o uso de ropas especiales
  4. Necesidad compulsiva de hacer ejercicios con pesas
  5. Impacto de las dietas y ejercicios en la vida familiar y personal
  6. Abuso de esteroides, anabolizantes y suplementos dietarios
  7. Control estricto de la dieta
  8. Sentir angustia si no es posible ir al gym
  9. Mirarse en el espejo todo el tiempo para ver si se ha ganado músculo

Se trata de una forma de Trastorno Dismórfico Corporal, también denominado ««Complejo de Adonis, adicción al gimnasio o anorexia inversa porque quienes lo padecen se ven delgados aunque sean musculosos y estén bien desarrollados. Afecta a aproximadamente el 10% de las personas que concurren a un gimnasio.

Ahora bien, creemos interesante poner a estos rasgos de conducta, estas patologías alimentarias en contexto. No es posible pensar una estrategia de intervención y prevención primaria sin ubicarnos en la realidad socio cultural en la que están instaladas.

Los trastornos alimentarios han tenido en Internet un caldo de cultivo histórico desde los `90, con las páginas y foros Pro anorexia o bulimia. En el comienzo de este enamoramiento mutuo, la web era estática y los mensajes individuales, una especie de mensaje en una botella que alguien enviaba al inmenso mar de Internet, y que volvía en forma de blogs y foros.

Diez años después, entre 2006 y 2010 las Webs que hacían apología de los trastornos alimentarios  seguían creciendo-  un 470% (según IQUA – Agencia de Calidad de Internet)-.  Desde hace 10 años, el mundo Online se revolucionó con el desarrollo de las redes sociales y así nuevos canales de comunicación y nuevos hábitos se instalaron en los usuarios .

¿Qué es una red social? Es una plataforma digital de comunicación global que pone en contacto un número elevado de usuarios (Real Academia Española, 2016).

Hay redes  orientadas al mundo profesional  como LinkedIn y otras generales como Facebook o Youtube que ya llevan unos años pero el gran salto se ha producido con el crecimiento exponencial del componente visual en plataformas como Instagram y el uso de los teléfonos móviles.

 

 

 

En Instagram, el 51% de usuarios entra diariamente  y un 35% más de una vez al día. El 68% de sus usuarios son mujeres y el 32% de adolescentes la considera  su red social más importante.

George Gebner  desarrolló en los `60 la Teoría del Cultivo: según esta teoría,  la exposición a los medios de comunicación define nuestro concepto de la realidad. Si bien sus trabajos fueron realizados sobre la influencia de la TV  sus ideas se pueden utilizar al estudiar el impacto de las redes sociales en la construcción de nuestras creencias.

Algunas investigaciones  han descrito como el contacto con un ideal estético X es directamente proporcional a la evaluación negativa del propio cuerpo (Karsay et alt 2018).

Las cadenas, las redes de transmisiones, difunden percepciones más que información. Así se instala el poder de los Influencers que promocionan productos, promueven terapias invasivas, hablan de «superalimentos», buscan imponer estilos de vida y transforman una opinión en un dogma o usan el DETOX como un mantra.

 

Los influencers veganos más populares | Social Publi Blog

Así, la Red funciona legitimando nuestras creencias puesto que tendemos a buscar aquellos datos y conectar aquellos pares que refuerzan nuestras ideas.

Es claro que  en las sociedades occidentales, los factores socio económicos han generado una profunda inequidad alimentaria con sobreabundancia de alimentos en algunos países y pobreza extrema en otros. ¿Podemos suponer alguna relación entre el marketing de alimentos y los trastornos alimentarios en una cultura ciber visual) . Creemos que sí.

La cultura de los «saludable» no deja de ser una variedad de la aversión al riesgo.

En un contexto de una enorme velocidad de generación y recambio de información se instala la facilidad de convertirse en gurú de la alimentación, la salud y el bienestar solo por el manejo de códigos de comunicación y estrategias de marketing digital. Las redes sociales no son ni buenas ni malas. Solo se trata de SABER ELEGIR.

Los fundamentalismos  nunca, en ninguna de sus formas, colaboran a la salud bio psico social.

Como siempre la palabra clave será EQUILIBRIO: entre lo que me gusta, lo que puedo y lo que me dicen que debiera hacer.

Es fácil! solo se trata de preguntarnos «¿Pará qué sigo a fulano en Instagram? o ¿Por qué elijo este video en You Tube?,

¿De verdad quiero dejar de comer pan blanco?,  ¿Mi médico  dice que tengo alguna condición que me lo impide?,  ¿Cuál es el límite de la «excelencia» que mi profe del gym  me impone cultivar? …… no es imposible, solo se trata de empezar a ejercer nuestra libertad de pensamiento, a conectarnos con nuestra cuerpo y nuestra mente, a privilegiar la conversación por sobre el «like».

Dice Sherry Turkle;

«Trabajamos muy duro para construir nuestras conexiones Online. Tenemos muchísima fe en ellas….. Internet nos ofrece la posibilidad de compartir nuestras opiniones con cualquier persona del mundo pero también puede contribuir a crear silos de información en los que no hablamos con nadie que no esté de acuerdo con nosotros. Así la tecnología puede contribuir a crear un partidismo cada vez más rígido que haga más difícil hablar entre nosotros creando burbujas de información en las que no se permite que penetren voces disidentes. ( En defensa de la conversación)

Una semana sin redes sociales - L'esprit de l'escalier

Creemos que es imprescindible trabajar en la visibilización de estos nuevos trastornos de alimentación, instalando el espíritu crítico y el chequeo de la información que circula en la Red y aprender a utilizarlas para la difusión de información contrastada y válida.

La educación nutricional  y la educación emocional, el autoconcepto y la autoaceptación serán así las bases la prevención primaria de estos nuevos síntomas de malestar.

Red de redes: Internet y relaciones sociales en la post pandemia

Enredados en la red de redes, la nube - BLOG IDC SPAIN

A estas alturas ya nadie debiera dudar de que la única forma de entender esta realidad fragmentada en la que estamos inmersos es a través del pensamiento complejo, aceptando que nos movemos a través de tramas de sucesos, interacciones, azar e incertidumbre buscando un sentido que nunca puede ser simplista.

La información en un mundo hiperconectado se ve sumida en la paradoja del exceso de datos que termina desinformando. Nos movemos en una Red de redes en la que algunos nodos están muy conectado y otros casi nada pero es prácticamente imposible estar aislado. Las Fake news, ese cúmulo de noticias falsas que se divulgan con rapidez a través de Twitter o Facebook, marcan el cambio de paradigma en tanto los usuarios son a la vez productores y consumidores de contenidos, una noticia falsa se divulga en minutos instalando una «Posverdad» en la que los hechos son menos importantes que las creencias personales o las respuestas emocionales.

El trabajo debe ir en la línea de maximizar las oportunidades que la Red brinda para la superación de la incertidumbre y minimizar la «legalidad» del sálvese quién pueda en forma de mensaje de Twitter.

Como trabajadores de la salud mental interesados en la Ciberpsicología, nos preocupa el «Después de» la pandemia de COVID-19, en tanto creemos que  habrá un incremento de los síntomas de malestar en personas y grupos sociales, como resultado de la profunda crisis personal que esta situación ha originado.  Así, deberemos poner a debate nuestras estrategias de intervención y ampliar nuestra mirada para administrar todos los recursos disponibles. Es ahí en donde el poder de las redes sociales – no solo virtuales- cobra relevancia.

La realidad es construida y reconstruida en la interacción de distintos grupos sociales.  Si esto es cierto, entonces la intervención en red y «el efecto red» se transforma en una forma de participación que puede favorecer la resolución de problemáticas comunes.  La red social está siempre en desequilibrio porque al transitar distintos  canales de comunicación, amplía el campo de las posibilidades de cambio. Y en este nuevo escenario, el cambio será la «nueva normalidad».

2020: el año 0 de una nueva sociedad

Hemos visto cómo las redes, funcionando como sistemas abiertos, han posibilitado respuestas novedosas y permanentes en un contexto de distanciamiento social obligatorio , dispuestas a satisfacer intereses y necesidades de la comunidad de forma solidaria y auto gestora.  Durante la pandemia han surgido respuestas a problemáticas puntuales a través de la acción de voluntarios con mucho éxito.

Estas experiencias, refuerzan la idea de que el trabajo con metas mínimas que se base en los recursos, las potencialidades y la creatividad de los miembros de una red controlará y reducirá las respuestas puramente burocráticas. La organización alrededor de los problemas que los miembros de la red designen como tales supone que los diagnósticos a priori no existen y que la responsabilidad grupal desde la cooperación puede siempre más que la «bajada de línea».

La generación de una narrativa en común con problemas similares que unen,  suele superar a las diferencias de intereses laborales o educativos. Un problema en común da sentido al estar juntos en red. 

Las que hablan son las personas no las organizaciones y son las que generan propuestas alternativas de solución. Es lo que Sluzki llama «nuevas historias». Continuar leyendo «Red de redes: Internet y relaciones sociales en la post pandemia»

#Go vegan: algo mas que un Hashtag

Ok, es oficial! el veganismo es una tendencia al alza.

 Según la Unión Vegetariana Internacional, hay más de 600 millones de vegetarianos en el mundo.  Solo en Estados Unidos, hubo un incremento de 500% desde 2014 y de ese porcentaje un gran número son veganos, es decir gente que ha decidido no solo no consumir carne de ningún tipo, sino tampoco huevos o lácteos, ni utilizar objetos fabricados con cuero o pieles.

Lo que una vez, un tal Donald Watson, allá por 1944, planteó como la diferencia conceptual entre seguir una dieta vegetariana y la filosofía vegana, se fué transformando en cambios de conducta asociados a una postura ética que elude utilizar ningún producto que haya podido generar sufrimiento en animales y eso incluye desde un par de zapatos a los circos con animales y hasta el consumo de la miel de la abeja.

Y, como no, esta corriente llamó la atención de las grandes marcas que han tenido que crear nuevos productos para atender la creciente demanda. Cadenas como Mcdonald’s, o Pizza Hut y Supermercados de todo tipo, han inundado su oferta de productos “vegano friendly” .  La consultora Lantern, que se especializa en alimentación vegana, estima que en este año, facturarán unos 5000 millones de euros a nivel mundial. 

Ahora bien, es imposible tratar de entender el crecimiento exponencial de esta tendencia sin considerar el papel relevante de la social media  en la construcción y difusión de una imagen social del veganismo. 

Queremos ser populares, ser vistos y aceptados. La generación milenial y centennial pasa gran parte de sus días con la cabeza gacha, buscando la última imagen, el último comentario de sus pares; en ese contexto podemos preguntarnos qué pasaría si no existiera Instagram respecto a esa compulsión a fotografiar lo que comemos, porque parecería que las cámaras de nuestros smartphones comen antes que nosotros. 

Plataformas online de entretenimiento como Netflix también participan en la instalación de la relación alimentación y sustentabilidad a través de la difusión de películas como “Cowspiracy” de Andersen y Kuhn sobre el impacto ambiental de la ganadería o ·”Forks over Knives” de Lee Fulkerson. Y los hashtags #veganismo, #vegan #comida saludable #sano #sustentable han tenido más de 61 millones de post en Instagram que no son pocos .

 

Resultado de imagen de veganismo en las redes sociales

 

Desde el punto de vista psicológico, debemos analizar si son las redes las que actúan como catalizadores de los cambios de conducta o los cambios de conducta se reflejan en las redes.

En todo caso, cuando una mirada social se extiende como una mancha de aceite la respuesta al  ¿Por qué sucede? siempre debe ser rigurosa.

Para comenzar, el movimiento vegano tal y como se refleja en las redes, representa una comunidad no homogénea, en la que es posible encontrar  buscadores de bienestar holístico,  fanáticos del fitness y el lifestyle  y  defensores de la alimentación ética. Cada grupo se apunta a la defensa de valores de integridad, honestidad, pureza, salud, bienestar y superación espiritual  en diversas formas y de acuerdo a sus intereses.

 Por ser una tendencia controversial, el mundo online resulta un contexto ideal para sostener la discusión entre apologistas y detractores en las que ambos grupos apelan a teorías conspirativas y contradicciones varias. 

Luego,  el veganismo es mayoritariamente un discurso “joven” consolidado como una imagen ligada a un fuerte sentido de comunidad.

 

 

Resultado de imagen de veganismo y social media

 

Un estudio de Forbes del 2017, concluyó que son los millennials los que lideran el cambio a una alimentación basada en plantas, al ser más conscientes de cuestiones ligadas al bienestar animal, el ambiente y la cadena de suministros de alimentos. Por su parte, el analisis de las estadisticas respecto a veganismo en Canadá concluye  que más de la mitad de veganos en ese país tiene menos de 35 años. 

Si en las redes es posible identificar como valores muy  importantes y convocantes, la sustentabilidad, la protección del ambiente,  los derechos de los animales, el feminismo, los derechos LGTB, la inclusión y la lucha contra el  racismo, resulta que el veganismo se identifica con tres de esos siete valores y si el movimiento vegano se da principalmente entre gente menor de 35 años, es muy poco sorprendente el encontrar que son las redes sociales el espacio natural de expresión de esos valores.

Y es que el veganismo es relativamente nuevo y profundamente polémico , a pesar de su popularidad, no es del todo entendido; quizas por esa razon ,  las redes sociales siendo como son el espacio joven preferido para la búsqueda de información (básicamente aquella transmitida por pares) contribuyen a la viralización de informacion, a través de  Youtube e Instagram. Videos y fotos con textos difundidos por “influencers” dispuestos a compartir imágenes de lo que comen, material escrito, contestar dudas y preguntas son una constante en perpetua expansión. 

Así la social media permite  encontrar información sobre veganismo aun sin buscarla puesto que está allí disponible y permite a aquellos que recién se inician, sentirse “a salvo” de errores debido a la presencia permanente de personas cuyo “prestigio” valida sus decisiones.

Hace 20 años Alain Touraine hablaba ya de la aparición de nuevas preocupaciones y temas de interés social, la mayoría de los cuales -decía- sólo podían ser explicados desde las reglas de ese nuevo mundo de los flujos de comunicación en Red. Touraine definió a un movimiento social desde la combinación de tres  variables : la identidad del movimiento, la visión del mundo y el adversario. Manuel Castells  habla de “identidad” de los movimientos sociales para referirse a quienes son los que hablan y del “objetivo social” como el orden social al que se aspira, adversarios serán todos los que opinen distinto o con matices.

El “influencer” es el nuevo líder de masas que aglutina a la comunidad virtual proveyendo sentido de pertenencia, apoyo social, información e identidad social.-

La importancia de lo visual no resulta tampoco menor, aquello de que “la comida entra por los ojos” refiere a la relevancia que las percepciones visuales tienen en la generación de pensamientos. Plataformas como Instagram o Pinterest derriban el mito de que la comida vegana es aburrida y poco atractiva a través de esas fotos que demuestran que puede ser apetitosa. Así otra gran parte del éxito del veganismo deriva de su apariencia instagramera, “cool” y amigable. 

 Desde la psicopatología, es posible notar que la Red  legitima un trastorno alimentario como la ortorexia, en el que el momento de la comida se transforma en un ejercicio intelectual sin placer y sin libertad y en el que comer “correcto” es fotografiado y compartido. Así se  transforma en “consejo” lo que no es más que una compulsión que ha logrado encontrar un circuito que que la haga parecer aspiracional y deseable.

 

 

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¿Estamos hablando de una correlación o de una relación causa-efecto? Hay más gente joven hablando de veganismo por el poder de las redes sociales para instalar tendencias ? o ¿Hay más usuarios de redes veganos porque los veganos son casi siempre jóvenes y están en las redes? Es necesario investigar más aunque la primera premisa ya está definida: existe un poder real de las redes en difundir movimientos sociales, tendencias y creencias. La fuerza de las narrativas en un contexto de nihilismo y desritualizacion, impulsa la difusión de movimientos sociales a los que adherir en una búsqueda de sentido que omita los contextos complejos. 

El ayuno, la comida Kasher, la alimentación no violenta de los rastafaris han existido por siglos, la diferencia con el veganismo radica en ese pensamiento “pre-cocinado” y simplista en el que el lenguaje crea realidades avaladas por la comunidad Online.  

Es interesante observar que la «lucha»  vegana se ha centrado en transformar la propia conducta alimentaria y ganar cada vez más adeptos en su defensa de los animales, sin casi ninguna propuesta acerca de una forma más sostenible y menos cruenta de generar alimentos a partir de matar animales, al estilo de lo que  intento Temple Grandin

Otro impacto importante en la conducta que hemos podido detectar, es el aumento de la ansiedad y el pensamiento obsesivo, que raramente  se reduce solo a una cuestión alimentaria; suele incluir cambios de hábitos y estilos de vida con amplio impacto en la salud mental.

Finalmente, parece claro que existe una asociación entre la expansión de teorías restrictivas respecto de la alimentación y la influencia de las redes sociales. Podemos estar de acuerdo en que la cultura McDonald`s ha caducado, pero  desde el punto de vista psicológico es importante trabajar en nuevos abordajes que apunten a instalar el pensamiento crítico para procesar la información que la social media legitima y que generalmente es simplista y reduccionista. 

Impulsar estrategias que ayuden a conectar diferentes dimensiones de la realidad para tomar decisiones basadas en un pensamiento complejo respecto a la importancia de la alimentacion y los habitos saludables garantizará que los imprescindibles cambios sociales que es necesario instalar se transformen en oportunidades y no en amenazas.

 

 

 

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Psicoterapia en la red: posibilidades y límites

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Las alternativas que ofrece la red son innumerables y no todas viables, no obstante desde la psicología clínica y de la salud se valora cada día más lo virtual tanto en lo que se refiere a prevención y promoción de la salud mental como a la posibilidad de acceder a un apoyo terapéutico cualificado.

Ventajas de la psicoterapia a través de Internet:

–  Apoyo psicológico para cuestiones no clínicas o patológicas sino ligadas a crisis vitales (nacimiento de los hijos, nido vacío, menopausia), cambios (desempleo, deslocalizaciones y expat) y situaciones de la vida diaria: por ej. seguimiento de un tratamiento médico, dejar de fumar, volver al trabajo después de una baja, después de un infarto, pos-cirugías, etc..

Costo económico menor en relación a la terapia presencial

Reducción de obstáculos a la hora de «cuadrar» agendas: importante en caso de personas que viajan mucho por trabajo o viven fuera de centros urbanos o tiene dificultades de desplazamiento. La terapia Online permite mantener la continuidad del tratamiento.

La comunicación no sincrónica (a través de e-mail) permite una elaboración diferente de los contenidos que se trabajan, en algunos casos con mayor claridad .

Grupos de apoyo : Internet a través de las redes sociales permite que poblaciones o grupos  especiales: personas con discapacidad, personas con movilidad reducida puedan acceder  a recursos «en red» conectándose con personas en igualdad de condiciones, favoreciendo así una percepción de mayor «pertenencia». Existen distintos tipos de redes sociales:

  1. Verticales: o especializadas del tipo Patients like me, fundada en 2004 por Jamie Heywood, (es una Red que permite a  compartir tratamientos y síntomas de diversas enfermedades con el fin de hacer un seguimiento y aprender de otros resultados médicos
  2. Horizontales:  en las que  se conectan personas de distintas comunidades y características y en las que cualquiera puede participar. Es el caso de Instagram, Twitter, Facebook, etc..
  3. Profesionales: Tipo Linkedin
  4. Blogging: los blogs permiten crear contextos en los que personas con intereses en común crean y comparten contenido.

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–  Más alternativas de seguimiento en las etapas finales de un proceso terapéutico presencial

Desventajas:

Pérdida de las claves que brinda el lenguaje corporal , obliga a centrarse en la voz en el caso de la videoconferencia pero se pierde totalmente el tono y el contexto en el caso del e-mail

Confidencialidad: a pesar de que existen alternativas y encriptación la confidencialidad puede ser más vulnerable desde el paciente, se recomienda no guardar la información de las conversaciones en lugares que puedan ser accesibles desde fuera , el terapeuta debe exigir que no se realicen sesiones desde lugares de trabajo o semi-públicos (un bar por ej)

Cuestiones legales: en algunos países, como USA  es muy cuestionable el uso del material de la red sobre todo en casos de custodia de hijos y valoraciones de incapacidad. La cuestión se complica en caso de que terapeuta y paciente estén en países o continentes distintos.

Falta de formación específica de los terapeutas en temas de psicología del usuario en Internet, comunicación virtual,  uso de protocolos de diagnóstico online, etc..

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Conclusiones:

Valorando el nuevo escenario y las ventajas y desventajas de Internet en apoyo terapéutico psicológico, apuesto por las posibilidades que brinda. La comunicación «saludable» en la red es el reto de este momento histórico y los aspectos legales y éticos así como profesionales deben ser trabajados, pulidos y controlados para controlar el intrusismo y la mala praxis. Pero como en todo campo de trabajo será la experiencia la que señale las correcciones a realizar.

Cohousing: Inteligencia colectiva + Solidaridad + Convivencia

La sociedad del Siglo XXI ha cambiado el modelo de negocio en varios rubros, promoviendo la economía colaborativa en la que se intercambian bienes y servicios a través de plataformas electrónicas , como es el caso de Airbnb  o Uber  o de las startups.

En el rubro envejecimiento activo, el cohousing (covivienda) aparece como una propuesta que ya lleva unas décadas, basada en la idea de crear comunidad, compartiendo espacios.

cohousing es  un tipo de vivienda colaborativa que intenta superar la alienación  de la vivienda actual, en la que nadie conoce a sus vecinos y en la que no existe ningún sentido de la comunidad. Se caracteriza por la existencia de casas privadas con su cocina propia, salón comedor, etc, junto con amplios espacios y facilidades comunes. El espacio común suele incluir una casa  con cocina, salón comedor y salas multiusos, diversas facilidades recreativas, biblioteca, talleres, zonas verdes, espacios para los niños, etc

Es un modelo que, con variables ,se ha desarrollado en Europa (Alemania, Francia) desde hace más de treinta años y su principal ventaja es recuperar valores típicos de comunidades pequeñas como los hábitos de colaboración y las relaciones sociales en red.  En Dinamarca a finales de los años 60 se formaron las primeras unidades cohousing  que se extendieron a USA a finales de los 80.

Es en Estados Unidos y Canadá donde más se ha desarrollado esta forma de comunidad con propuestas para distintos nichos desde familias a adultos mayores. La diferencia con otros modelos similares, radica en que, en el caso de las personas mayores, son ellas las que eligen con quién quieren vivir y cómo. Se trata de una forma avanzada del cooperativismo de viviendas.

Las casas de un Cohousing se construyen normalmente en torno a una zona verde y peatonal. Las calles y los aparcamientos se diseñan especialmente para eliminar los coches del interior de la comunidad. Con esto no solo se consigue crear más áreas abiertas para recreación y ocio, sino que elimina el ruido del tráfico y la contaminación. No son hoteles, ni hospitales ni instituciones geriátricas, son hogares con zonas comunes que garantizan la autonomía a partir de una arquitectura adaptada y adaptable.

La experiencia de muchos Cohousing muestra que la participación activa de los residentes desde el inicio del proyecto contribuye a unir lazos y fortalecer el sentimiento comunitario. Construir una comunidad no es fácil. Trabajar juntos y participar activamente en el desarrollo y proceso de diseño forja una estructura social más coherente y con garantías de buen funcionamiento.

En cohousing nadie está obligado a participar, nadie esta obligado a hacer lo que otros dicen que tiene que hacer, nadie está obligado a relacionarse con nadie que no elija, pero estan facilitadas todas las posibilidades de hacerlo.

Inteligencia colectiva + Solidaridad + Convivencia

Desde el punto de vista de la psicología de la salud y el wellness coaching, será  importante valorar algunas variables relacionadas con la historia personal y las características de personalidad del adulto mayor que elige o al que se le sugiere este tipo de experiencia colaborativa.

Por ejemplo, habrá que explorar el perfil psicosocial del adulto mayor, conocer sus hábitos, su historia laboral, su estructura familiar o de relaciones, sus valores y creencias culturales, a la hora de diseñar una propuesta de espacios comunes.  No todo es bueno para todos en todas las circunstancias.  No sirve imponer un proyecto arquitectónicamente «perfecto» pero psicológicamente precario.

En una residencia geriátrica es bastante probable que convivan personas con problemas importantes de salud con otras menos dependientes, se trata de un modelo basado en la pasividad del residente al que se le proponen rutinas, horarios o actividades.

En el cohousing,  la persona tiene  autonomía porque es quién decide apostar por un entorno en el que la red social es fundamental. Por ello, tiene más libertad para conservar sus hábitos,cambiando a un modelo en el que  se ve como usuaria  e inversora colaborativa, y no como un potencial cliente al que captar y con el que hacer negocio.

En este sentido, medir percepción de calidad de vida a la hora de trabajar en el asesoramiento a personas, grupos o estudios profesionales, será algo imprescindible. Un espacio no deviene sustentable y flexible solo por requerimientos arquitectónicos, serán sus habitantes los que le insuflen «alma».

Quién elige este modelo valora, sobre todo, el sentido de pertenencia. Los «baby boomers«,  nicho social de los adultos mayores en esta segunda década del siglo XXI, ya no responden al perfil tradicional del «abuelito», pasivo y  anclado en el pasado. A nivel tecnológico, les toco vivir el nacimiento de la televisión, vieron en vivo la llegada del hombre a la luna, pasaron del cine en blanco y negro al de color, del teléfono de disco al de tonos, usaron fax, pasaron de los programas antiguos de computadoras a los nuevos lenguajes digitales y vieron nacer  la telefonía celular, las PC personales  e Internet.

Sería una simplificación reducir toda su experiencia de vida a la anulación de su capacidad de crear comunidad y envejecer activamente, solo por una cuestión cronológica. Trabajar su sentido de seguridad, física, emocional y financiera supone facilitarles el seguir sintiendo que son relevantes y actores de su propio envejecimiento con salud.

Las principales áreas de trabajo del psicólogo de salud en  este tipo de experiencia son las de un consultor/asesor para :

1)  Valorar las posibilidades de autopromoción e  iniciativa de los usuarios, no de un tercero

2)  Estimular  la autogestión  mediante la acción y consenso grupal

3)  Estar presente en el momento de la acogida e integración al grupo de cooperativistas

4)  Proveer técnicas de resolución de conflictos con la familia de origen u otros miembros de la comunidad, si los hubiera

5) Diseñar  programas personalizados de wellness (bienestar)

6) Valorar la historia laboral, emocional y socio-económica para contribuir a la mejor dinámica de los grupos que se formen, promoviendo la cooperación, el espíritu vecinal y la convivencia.

 ¿Cómo creen que puede afectar esta nueva forma de cooperativismo al modelo tradicional de residencias? ¿Qué impacto creen que tendrá en la promoción del envejecimiento activo? ¿Y en la reducción de costos sanitarios?

Para saber más:

http://www.cohousing.org/

http://ecohousing.es/portfolio/conceptos-basicos-del-cohousing-vivienda-colaborativa/

http://www.telam.com.ar/notas/201701/176170-adultos-mayores-cohousing-amigos-vejez.html

http://www.vivamosjuntos.com/cohousing-en-buenos-aires/

https://www.psychologytoday.com/blog/living-single/201308/the-secret-balancing-time-alone-and-time-together

http://www.cohousing.org/www.cohousing.org/what_is_cohousing/whychoose

 

 

Black Mirror, Ex-Machina y la Tecno paranoia

«Encuentro agotadora la constante necesidad de comunicar, hay veces que simplemente no tengo nada que decir»
Charlie Brooker
San Junípero es el cuarto episodio de la tercera temporada de la serie inglesa Black Mirror, estrenado en 2016 y acaba (setiembre 2017) de ganar un Premio Emmy al mejor guión. Hasta ahí nada que nos importe especialmente, salvo por el hecho de que se trata de una propuesta de ciencia ficción pero profundamente enraizada en emociones humanas…y eso ya nos suena más conocido.

En el año 2040, o sea, a la vuelta de la esquina,  las mentes de las personas a punto de morir pueden ser cargadas en un programa de  realidad simulada, que recrea una ciudad de fantasía llamada «San Junípero», en donde es posible alcanzar la supervivencia eterna. Allí se desarrollará una historia de amor entre dos mujeres Kelly y Yorkie  que eligen acceder al programa para poder continuar su relación en una eterna juventud.

Nos dejaran abiertas varias alternativas filosóficas ¿Realmente es posible pensar en una superación de la muerte mediada por tecnologías? ¿Eligiríamos,si pudieramos, la permanencia en un bienestar eterno sin nada que temer y rodeado de imágenes no sensoriales? Es una historia de amor pero ojo también es una glorificación del hedonismo y la superación de limitaciones religiosas y éticas, es también un himno a la nostalgia, un canto al pasado en donde, es sabido, todo fue mucho mejor.

La serie de Channel 4 creada por Charlie Brooker – refiere al «espejo negro»  eso que hay  en cada escritorio, en la palma de cada mano: «la pantalla fría y brillante de un televisor, un monitor, un teléfono inteligente» y se presenta como «Un virtuoso ejercicio de progresión aritmética que refleja la imparable evolución de las nuevas tecnologías de la comunicación y su influencia en las relaciones humanas.» En cada capítulo, profundamente tecno paranoico  topamos con una visión  futurista de actitudes,  conductas, empirismos y biologismos varios que son fácilmente reconocibles en el aquí y ahora de nuestra tecno vida.
 No es novedad que una gran parte de la humanidad ha migrado hacia el ciberespacio. Las estadísticas indican que en los últimos cinco años, los estadounidenses han duplicado las horas online, por encima de las horas  que emplean viendo TV y triplicado el tiempo que dedican a revistas y diarios. Los video games ocupan unas 13 horas a la semana, a los 21 años un joven de USA,  había pasado en 2012, el triple de horas jugando online que leyendo.
El panorama respecto a nuestra identidad online cambia a gran velocidad, nuevos gadgets, nuevas redes sociales, nuevas aplicaciones modifican el contexto social y nos ofrecen nuevos escenarios.
Por otra parte,  algunos investigadores y estudiosos del tema también han pasado de la idealización a la «tecno paranoia» de nuestro amigo Brooker de la mano de algunas evidencias.
Es el caso de Sherry Turkle, que en 1984, en The Second Self, defendía que la vida online era un espacio de ensayo y creación de la identidad y el ordenador un medio constructivo  y que en 1995 en Life on Screen presagiaba el efecto que la enorme libertad de la vida online tendría en la vida cotidiana.
Sin embargo en Alone together Reclaiming Conversation: The Power of Talk in a Digital Age,   sus  últimos libros declara :
«Parece que estamos otorgando características humanas a los objetos mientras nos tratamos entre nosotros como objetos».
«Esperamos mucha más de la tecnología que de nuestros semejantes». «Inmersos en la simulación ¿Donde y para qué vivimos?.»
¿Que está pasando?
Quizás el error haya sido pensar que la vida online superaría en calidad a nuestra vida real y lo cierto es que hoy es muy complicado mantener una conversación sin que nuestro interlocutor o nosotros mismos coloquemos al otro a modo «pausa» para mirar el correo, contestar un mensaje instantáneo o tomar una fotografía.
La tecnología se nos propone como un «arquitecto de nuestra intimidad» y no siempre los resultados son los mejores.
Desde el campo de la salud mental, algunos psiquiatras como Elias Aboujaoude, encuentran todo esto alarmante y relacionan Internet con más impulsividad y más conductas peligrosas en el juego, el sexo y las relaciones personales.
Parecería que todo esa información siempre disponible solo reafirma nuestro pequeño mundo personal en tanto nos permite encontrar las fuentes que confirman nuestras ideas sobre casi todo mientras evitamos las que la impugnan; ahora podemos esconder nuestra identidad o diseñarla a medida.
Nuestro narcisismo crece de la mano de nuestros 500 amigos de Facebook o de los comentarios o las visitas y enlaces a nuestros blogs.
Escondemos nuestras carencias y liberamos la agresión en foros y juegos virtuales. Podemos aprender a ejercitar la bulimia o la anorexia o la perversión sexual o podemos acceder a 10.000 o 15.000 parejas potenciales solo llenando un perfil en Tinder.
¿Algo más?

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Sharismo & psicología de las redes

 

\»Cuanto menos compartes, menos poder tienes\»

Isaac Mao

Mao (Isaac, no Tse Tung) es un experto en software, investigador en enseñanza y tecnología social, blogger y empresario chino que ha sistematizado su pensamiento a partir de algunas ideas:

– El sharismo  está codificado en el genoma humano y se basa en las conclusiones de la neurociencia a partir del estudio del cerebro humano

– Una neurona no es nada si esta sola: su poder reside en la capacidad de transmitir información en red a través del mayor procesador que se pueda imaginar: la sinapsis.

Todas las neuronas funcionan a partir de conectar y compartir información

–  Nuestro cerebro acepta intrínsecamente la idea de pensamiento en red. Lo que no es natural es la acción lineal, secuencial.

– Esto influencia directamente el proceso creativo : allí donde exista intención de crear será más fácil  si se fluye con el «proceso de intercambio». Las ideas  no aparecen en forma lineal sino que se agregan y mezclan (el conocido y olvidado «brain storming»(tormenta de ideas))

– A la gente le gusta compartir sus ideas y creaciones pero en una cultura que  «proteje» sus contenidos, esto se pierde y emprobrece el sistema.

– En 1999 había solo unos pocos bloggers y apenas 10 veces más lectores, hoy existen millones de bloggers y de gente que los lee y que dejan comentarios gestando un yacimiento de información que refuerza la red.  Nuestras producciones se comparten en, Prezi o Scribd ,el cambio reside en dejar de pensar ¿Quién leerá esto?¿Para quién escribo? , simplemente adoptando  una visión no de mercado sino de «beneficio secundario compartido». El sharismo propone un cambio de actitud a través de un cambio de valores que, en teoría, transformará a la sociedad.

Las ideas de Mao completan una secuencia que comienza en la revisión de los descubrimientos de la neurociencia respecto a la necesidad de hablar del sistema cerebro/mente/cuerpo + el estudio de la RED desde la realidad INTERNET para entender como funciona  la comunicación.

Los seres humanos siempre nos hemos comunicado en red, el orden cartesiano que ha llevado a transformar la realidad en grillas explicativas, clasificando personas, grupos, comunidades y forzando su inclusión en marcos de referencia rígidos es ya imposible de sostener.

Es importante empezar a pensar que estar conectados no es igual que estar «enchufados», que ese enorme flujo de información ha constituido la «Sociedad Red» , pero que aún estamos en una fase intermedia hacia un nuevo paradigma.

Pensar en red significa generar algo que no existía , es enorme la posibilidad que se abre : gracias a las nuevas tecnologías emergentes, podemos generar mayor conectividad e incrementar el rendimiento de nuestros enlaces sociales ((por ejemplo con el crowfunding).

Desde la psicología dinámica creemos en recuperar la idea de que el  deseo (como proceso creativo) está en la base de la salud mental  y trabajamos para relacionarla con esta nueva modalidad del pensamiento en red.

Así, podremos integrar:

– pensamiento lineal

-intuición

– espacio conectivo (que no colectivo)

para entender mejor la historia, personal, familiar, grupal y pensar posibilidades a partir de una combinatoria infinita:

Por ejemplo, el cuidador de un enfermo de alzheimer que se relaciona con otras personas  en las redes sociales, utiliza Foursquare para ubicar lo que necesita, usa apps para estimular a su familiar enfermo, abre un blog para contar su experiencia,  busca información, comenzará a entender que abrir ese proyecto que empezó seguramente sin quererlo multiplicó las opciones, generó «casualidades» que aportaron los recursos requeridos  y que la sensación de aislamiento ya se percibe como menos dolorosa ( no desaparece pero es algo compartido).

Si las organizaciones (sobre todo las de salud) revalorizaran el sharismo y el pensamiento creativo en red sería más fácil sincronizar los recursos propios y de otros, generando colaboración creativa y restaurando los viejos criterios de red social: «cuanto menos compartes menos poder tienes»

En una sociedad-en- crisis como la actual,  optimizar el funcionamiento en red no solo es una forma de reforzar los procesos cognitivos sino también es una estrategia de reforzamiento de la conectividad de la mente con otras mentes dejando lugar al azar, al encuentro inesperado, a la emoción y el sentimiento, a la sintonía no prevista: ¿neuronas espejo? ¿ el deseo  del deseo del otro?.
La idea del «compartir en red» para pensar alternativas terapéuticas ya sea en lo personal o grupal  y aceptar que no sabremos que surgirá del trabajo compartido, ha dejado de ser una propuesta para transformarse en una incipiente realidad.

La clave es fomentar el cambio a través de los lazos entre lo cercano y lo distante, lo parecido y lo distinto, lo nuevo y lo viejo  respetando su potencial de cambio y transformación.El sharismo deberá ser como dice Howard Rheingold una «competencia básica».

Es una posibilidad de mejorar la comprensión y la colaboración mutua a través de pensar el ambiente como una fuente de inspiración.

Citando a Elina Dabas , «De las organizaciones verticales aisladas a la acción colectiva de sujetos sociales responsables» . Finalmente, las redes pueden ser una herramienta de crecimiento social o una mentira, todo depende del valor que le demos al pensamiento crítico.-

Para saber más:

Dabas, Elina:  (1995) «Redes, el lenguaje de los vínculos».  Madrid: Paidós ibérica

Mao, Isaac : «Sharism, a mind revolution»https://freesouls.cc/essays/07-isaac-mao-sharism.html

Rheingold, Howard: (2004)»Multitudes inteligentes, la nueva revolución social». Gedisa

La Psicología de la Social Media

La psicología juega un rol importante a la hora de entender que mecanismo impulsan la social media, tanto en lo personal como en el mundo de los negocios.

Quizás porque aún está creciendo, la gente no termina de valorar todas las posibilidades que brinda el espacio online. Esto no pretende negar que existe un evidente modelo de negocio en el que las relaciones económicas no se pueden ya separar de las sociales y personales; se trata de entender que necesidades básicas canalizamos en la red para después interactuar sin sesgos.  Para empezar, las personas reaccionan a aquello que los impacta a nivel emocional; si ofreces contenido bien ordenado, en un formato que sea fácil de seguir, presentado clara y lógicamente y en un marco emocional, llamarás la atención de tus lectores y querrán seguir enganchados. Utilizar contenido que es relevante y con un toque personal es una buena estrategia para comunicar en el mundo Internet.

¿Que buscamos en las redes sociales?

1) Reconocimiento : todos queremos ser reconocidos. Y cuando ese reconocimiento viene a través de la social media, hay un interés mayor en parecer vanguardista y original . Esto es lo que está en la base del «me gusta» de Facebook.

2) Captar la atención del otro: ya sea en forma de tweet o de mensaje corto en el muro de Facebook de alguien o de comentario en LinkedIn.  Esto sienta las bases de una conversación que, con suerte, puede prolongarse en el tiempo. Es uno de los puntos claves para entender la comunicación online.

3) Aprobación: Todos queremos ser aceptados. Y esto no cambia en el mundo de las redes sociales. Es algo que saben muy bien los expertos en marketing digital que están siempre buscando soluciones a los problemas que plantean los lectores y demostrando interés en sus clientes online.

4) Reafirmación:  Buscamos aquel contenido, aquel grupo, aquella red que reafirme nuestra imagen interna, en función de esto elegimos según la estética, el perfil y la dinámica de una red, aquella que -según nosotros-más nos representa. Se trata de un colosal mecanismo de proyección.

5) Aclamación: ¿Quién no quiere ver su nombre en letras de marquesina? esto explica el boom de los selfies y esa especie de obsesión – compulsión a sacar fotos de todos y todo y subirlas a las redes. Instagram, Dubsmash, You tube. Todos podemos ser stars, la red es horizontal en su dinámica aunque no en sus consecuencias.

6) Ser parte de un grupo: Una de las principales razones por las que la decidimos conectarnos con otros en la social media es para tener sentido de pertenencia a una comunidad. Formar parte de un grupo, que nos permitan compartir nuestras ideas y conocimiento y engancharnos en discusiones, es la base psicológica del mundo de las redes

En definitiva, la psicología de los mundos virtuales no difiere de la respuesta psicológica habitual en contextos sociales, pero agrega la cercanía, la inmediatez, la disposición permanente, la respuesta siempre existente de un otro que está ahí, a pesar de su virtualidad. Lo importante desde la psicología es la reconstrucción de lo social desde lo individual, un apasionante trabajo para psicólogos, sociólogos y antropólogos sociales.-

 

 

Encuesta: Hábitos de uso de Internet de menores en España

2 de cada 3 menores tienen un perfil en las redes sociales y casi 1/3 de sus contactos son personas a las que no conocen.

La primera encuesta elaborada por el Ministerio de Interior de España sobre hábitos de uso y seguridad de niños y jóvenes de entre 10 y 17 años revela, además, que casi el 60% se conecta a Internet a diario, la mayoría durante más de dos horas.

En la otra orilla, la de los padres,  1 de cada 3 revisa el perfil de sus hijos y qué seguidores tienen. Un dato que, sin embargo, contrasta con aquello que —aseguran— más les preocupa: que los menores contacten con extraños.

La realidad es que tanto niños como jóvenes interactúan con desconocidos, sobre todo cuando juegan en Internet (25,4%), pero también en las redes sociales (13%) o en chats (10%). El 22,2% de los consultados admite haber añadido a su lista de amigos o contactos a personas que nunca ha visto y el 4,1% reconoce haber enviado una foto o vídeo de sí mismo a alguien a quien no ha conocido cara a cara.

La palabra «extraño», sin embargo, tiene otro matiz en la era 2.0. El investigador Eusebio Megías, director del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y Juventud, cree que el «primer error» que pueden cometer los padres es no comprender que las reglas digitales son otras. «En Internet cambian los conceptos de intimidad y amistad. Para los adultos, son valores que hay que preservar. Para un adolescente, son algo que acomodan según el momento y objetivo. No hay que olvidar que estar en la red es estar en el escaparate».

Más de la mitad de los padres autoriza a sus hijos a navegar en cualquier momento, sin supervisión alguna. La mitad de los padres —un 54%— habla con sus hijos sobre las posibles consecuencias negativas de visitar páginas «inadecuadas» y el 62% revisa los sitios por los que han navegado los menores. Sin embargo, la única medida de seguridad extendida es la instalación de un software para prevenir virus, sin contar con ningún tipo de programa que bloquee o efectúe un seguimiento de las páginas. Es que, pese a las revisiones, los padres parecen confiar en el uso que sus hijos hacen de Internet. Más de la mitad les autoriza a navegar en cualquier momento, sin supervisión alguna, aunque pocos —menos del 15%— permiten que sus hijos hagan compras en la red.

¿Qué has hecho durante los últimos 12 meses? Las respuestas de los consultados.

Para Raúl de la Cruz- Linacero, experto en hábitos de jóvenes en Internet y fundador de páginas dirigidas a ellos comoKeepunto.com, los padres no deben tener miedo de las nuevas tecnologías, mucho menos prohibirlas. «Usan Internet para todo. No solo para buscar información, sino para hacer deberes, jugar, ver películas, divertirse, charlar… Lo hacen absolutamente todo en la red. No puedes poner puertas al campo; tienes que enseñarles a estar dentro del campo».

Lo básico, destaca De la Cruz-Linacero, ya se ha dicho «por todos los medios»: no compartir fotos íntimas ni información sensible, como datos personales (dirección, teléfono, rutinas) o financieros. «Nos guste o no, tenemos que asumir que los jóvenes son animales eminentemente sociales, más que nosotros a su edad: en el mundo online, con 200 amigos virtuales, y en el offline, con 50″.

La frecuencia de uso aumenta con la edad:el 83% de los mayores de 15 años utiliza Internet todos los días y más del 90% tiene redes sociales y correo electrónico. La encuesta se ha dividido en dos cuestionarios: para adultos con hijos de 10 a 17 años (1.006 entrevistas) y para los propios menores (1.506 entrevistas).

Fuente : http://politica.elpais.com/politica/2014/11/03/actualidad/1415035924_570463.html

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