Envejecer activamente

lobotomia.jpgEuropa es el continente más envejecido del mundo. Si examinamos los principales índices demográficos de principios del S XX veremos que la esperanza de vida no llegaba a los 40 años y la fecundidad ascendía a 3,7 hijos y no más de un 5% de habitantes tenía más de 65 años.-

El progresivo envejecimiento de la población es el resultado de los cambios y ajustes producidos en el terreno de la ciencia, la socio-política y la tecnología.-

La psicología como disciplina científica se consolida hacia fines del s XIX y en realción al tema de la vejez evoluciona al ritmo de éste fenómeno.

Actualmente, podemos hablar del interés creciente de la psicología en estudiar las cuestiones relacionadas con los cambios producidos por la edad.

En esa línea se imponen dos ejes a la hora de elaborar investigaciones: plasticidad y variabilidad.-

El ser humano es extraordinariamente permeable a los estímulos manteniendo la capacidad de aprendizaje en contraposición a la idea de que la persona mayor no puede aprender, estereotipo social éste que imposibilita, controla y determina.

Los estudios han probado además la capacidad del adulto mayor de compensar los deficits que puedan ir surgiendo mediante las correctas intervenciones ambientales.-

La variabilidad, hace referencia a que las formas de envejecer son infinitas desde las usuales a las patológicas pasando por las óptimas.-

Es así que surge el concepto de «envejecimiento activo» (OMS 2002) definido como «el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad en orden a mejorar la calidad de vida de las personas que envejecen».-

Permanecer activo es poder participar en la vida de la comunidad en actividades  de ocio, terapéutico, sociales, de voluntariado, remuneradas.

Es un derecho humano envejecer con dignidad y eso no es  solo biomedicalizar, asegurar sabanas limpias, acceso a medicación o techo seguro sino que es conservar la dignidad y la capacidad de crear el mayor tiempo posible.-

Las políticas actuales para potenciar los determinantes psicológicos y sociales del envejecimiento activo van en la línea de:

1) Aumentar la protección de la salud a través de hábitos saludables que reduzcan factores de riesgo asociados a enfermedades incapacitantes.-

2) Promover factores de protección de las funciones cognitivas

3) Promover la inteligencia emocional y el afrontamiento positivo de las pérdidas

4) Promover la participación psicosocial y el trabajo de las redes sociales.-

La personalidad asociadas a mayor percepción de calidad de vida en la vejez se es aquella con la capacidad de percibir los cambios como oportunidades  y mantener la motivación, la curiosidad, la elaboración del proyecto de vida.-

No se trata sólo de mantener una buena salud libre de enfermedades o de discapacidad sino también de cuidar la salud afectiva, psiquica y social.

La teoría del desapego, resulta nociva si la tomamos como inevitable.

En todos los casos un envejecimiento saludable comienza por la prevención; unos 20 o 25 años antes de llegar a la expectativa de vida media actual situada en los 85 años para algunas poblaciones, hemos de implementar programas de intervención que trabajen los imaginarios colectivos y la narrativa asociada a la vejez.-

Es a partir de los 50 años en los que es necesario profundizar  aspectos como nuevos estímulos cognitivos, reelaboración de proyectos, «fitness» emocional, sociabilidad y participación social a fín de llegar a las edades más avanzadas con un plan B.

Este punto de vista no sólo es positivo y «humano» sino además económicamente rentable en tanto disminuye las prestaciones por discapacidades que podrían haberse retardado o en muchos casos evitado.-

El lema es : Vivir mientras la vida valga más que la muerte.-

Bibliografía.

Fernández -Ballesteros R: «Psicología del envejecimiento: crecimiento y declive2 (1996) UAM

OMS 2002 : Active aging Ginebra WHO

Iacub, Ricardo: Erótica y Vejez, Ed Paidós, 2006

 

Envejecer: un revolucionario modo de morir I

lobotomia.jpgEuropa es el continente más envejecido del mundo. Si examinamos los principales índices demográficos de principios del sXX, la esperanza de vida no llegaba a los 40 años y la fecundidad ascendía a 3,7 hijos; no más de un 5% de habitantes tenía más de 65 años.-

El progresivo envejecimiento de la población es el resultado de los cambios y ajustes producidos en el terreno de la ciencia, la socio-política y la tecnología.-

La psicología como disciplina científica se consolida hacia fines del s XIX y en realción al tema de la vejez evoluciona al ritmo de éste fenómeno.

Actualmente, podemos hablar del interés de la psicología en estudiar las diferencias intra e interindividuales relacionadas con los cambios producidos por la edad.

En esa línea se imponen dos ejes a la hora de elaborar investigaciones: plasticidad y
variabilidad.- El ser humano es extraordinariamente permeable a los estímulos manteniendo la capacidad de aprendizaje en contraposición a la idea de que la persona mayor no puede aprender, estereotipo social éste que imposibilita trabajar en programas de estimulación cognitiva, motriz y neuro-fisológica.

Los estudios han probado además la capacidad del adulto mayor de compensar los déficits que puedan ir surgiendo mediante las correctas intervenciones ambientales.-

La variabilidad, hace referencia a que las formas de envejecer son infinitas desde las usuales a las patológicas pasando por las óptimas.-

Es así que surge el concepto de «envejecimiento activo» (OMS 2002) definido como «el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad en orden a mejorar la calidad de vida de las personas que envejecen».-

Permanecer activo es poder partcipar en la vida de la comunidad en actividades recreativas de ocio, terapéutico, sociale, de voluntariado, remuneradas.

Es un derecho humano envejecer con dignidad y eso no implica solo : biomedicalizar, asegurar sabanas limpias, acceso a medicación o techo seguro; implica conservar la dignidad y la capacidad de crear el mayor tiempo posible.-

Las políticas propuestas por la OMS para potenciar los determinantes psicológicos y sociales del envejecimiento activo son:

1) Aumentar la protección de la salud a través de hábitos saludables que reduzcan factores de riesgo asociados a enfermedades incapacitantes.-

2) promover factores de protección de las funciones cognitivas

3) promover la inteligencia emocional y el afrontamiento positivo de las pérdidas

4) promover la participación psicosocial y el trabajo de las redes sociales.-

Las variables de personalidad asociadas a mayor percepción de calidad de vida en la vejez se relacionan con la capacidad de percibir los cambios como oportunidades, desarrollar estilos de afrontamiento frente a los cambios y mantener la motivación, la curiosidad, la elaboración del proyecto de vida.-

No se trata sólo de mantener una buena salud libre de enfermedades o de discapacidad sino también de evitar la discapacidad afectiva, psiquíca y social.

La teoría del desapego, resulta nociva si la tomamos como inevitable.

En todos los casos un envejecimiento saludable comienza por la prevención; unos 20 o 25 años antes de llegar a la expectativa de vida media actual situada en los 85 años para algunas poblaciones, hemos d eimplementar programas de intervención que trabajen los imaginarios colectivos y la narrativa asociada a la vejez.-

Es a partir de los 50 años en los que es necesario profundizar los aspectos señalados: estímulos cognitivos, reelaboración de proyectos, estimulación emocional, sociabilidad y participación social a fín de llegar a las edades más avanzadas con nuevos estilos de

afrontamiento de problemas.-

Este punto de vista no sólo es positivo y «humano» sino además económicamente rentable en tanto disminuye las prestaciones por discapacidades que podrían haberse retardado o en muchos casos evitado.-

El lema es : Vivir mientras la vida valga más que la muerte.-

bibliografía.

Fernández -Ballesteros R: «Psicología del envejecimiento: crecimiento y declive2 (1996) UAM

Bandura A (1997) «Self efficacy : the exercise of control»

OMS 2002 : Active aging Ginebra WHO

Argyle, M (2001) «The psychology of happiness»