El Bienestar Psicologico: un indicador de salud mental

Según la OMS, «la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad».

Evidentemente, ésta definición es muy amplia, agregamos además que la salud mental supone la capacidad de coordinar el PENSAR – SENTIR – ACTUAR, para auto percibirnos en control de nuestras vidas, orientados hacia nuestros deseos y objetivos y con fluidez de matices emocionales.

La salud mental y física se vinculan en un continuo en constante relación : la salud emocional y mental facilita un cuerpo sano, una nutrición consciente (qué y cómo comemos) y hábitos de movimiento (ejercicio), que ayudan a prevenir enfermedades crónicas, lo que a su vez supone un mayor equilibrio mental.

Por otra parte, el bienestar describe un estado de fluidez en nuestras rutinas para desarrollar al máximo nuestro potencial.

El bienestar se preocupa más por un estilo de vida que por parámetrosde salud (física o mental). La percepción de bienestar es posible con o sin una salud perfecta porque se trata de todos los aspectos de nuestra vida: cuerpo, mente, trabajo, relaciones, vida emocional y mucho más. Por eso, aún transitando una enfermedad crónica, física o mental, es posible alcanzar un estado de bienestar, se trata de establecer equilibrio entre lo deseado y lo posible, de una forma realista, constante y comprometida.

Solemos hablar de la salud como «ausencia de enfermedad», en cambio el concepto de bienestar nos lleva a pensar en «equilibrio».

Puedo estar físicamente en forma, estar sano físicamente pero padecer un constante ruido mental, con pensamientos obsesivos que no paran o puedo tener ansiedades y miedos injustificados lo que me lleva a alterar mi ritmo de sueño o comer mal o exagerar mi preocupación por ejercitarme, seguramente en este caso mi bienestar psicológico será muy bajo y terminará impactando en mi salud física. 

En los últimos 20 años, se ha ampliado la definición de salud en general y de salud mental en particular, incorporando al trabajo psicoterapéutico la valoración de la variable «bienestar psicológico», entendiendo que si las categorías de bienestar están equilibradas, serán la condición necesaria -aunque no suficiente- de la prevención de alteraciones en la salud así como en la predicción de una buena recuperación.

Desde ésta perspectiva, nuestro trabajo como psicoterapeutas incluirá el diseño personalizado de programas de bienestar como «facilitadores» del cambio personal de nuestros consultantes.

¿Cómo lo hacemos? analizando todas las variables en juego tanto de salud como de bienestar, a través de diversos instrumentos diagnósticos:

Las variables a considerar en temas de salud, física y mental, incluyen:

/la genética,

/el entorno en el que se creció,

/los alimentos disponibles,

/la disponibilidad de acceso a incentivos culturales,

/los vínculos estables y

/cualquier enfermedad aguda o crónica presente o pasada

/los conflictos actuales o pasados

/ los rasgos de personalidad predominantes

/ el nivel intelectual y de instrucción

Por su parte, las variables asociadas al bienestar incluyen

/ la percepción de autoeficacia y autoestima,

/hábitos nutricionales variados y sin restricciones autoimpuestas que supongan algún grado de estrés o ansiedad x la comida,

/elegir mover nuestro cuerpo alegremente y no como una auto imposición,

/disponer de una batería de técnicas de resolución de problemas para no sentirnos presionados por las circunstancias,

/eliminar relaciones tóxicas de nuestra vida y

/trabajar de la mejor manera posible en una profesión o actividad que se acerque a nuestro modelo interno de «felicidad».

Modelo de Bienestar de Ryff(1989)

Seguimos en ésta mirada a Carol Ryff psicóloga, directora del Instituto del envejecimiento y profesora de psicología en la Universidad de Wisconsin-Madison, quién desarrolló hace ya 30 años una forma de entender el bienestar psicológico, concluyendo que varía según la edad, el género, el contexto cultural .

Ryff considera al bienestar como una condición necesaria, pero no suficiente para mantener la salud mental y física, en tanto el bienestar psicológico-dice- se relaciona con el sistema inmune, el sistema nervioso y el sistema endócrino.

Basándose en el modelo de Ryff, Giovanni Fava y Chiara Ruini desarrollaron en 2003, desde la Universidad de Bologna, la «Terapia del Bienestar» que tiene por objeto potenciar el bienestar, con estrategias cognitivo- conductuales para:

(1) Mejorar la identificación de momentos positivos,

(2) Identificar los pensamientos irracionales que generan «rotondas mentales», y

(3) Resolver – en lo posible- las carencias en las 6 áreas del bienestar propuestas por Ryff.

Y, agregamos, entender que «estar bien» es también aceptar que los sentimientos negativos, la confusión y a veces la quietud forman parte del paisaje.

Buscar mejorar nuestra salud y bienestar es -sobre todo- profundizar en la comprensión del por qué detrás de nuestras elecciones. Establecer y alcanzar objetivos puede parecer realmente desafiante, por lo que tener claro nuestros contextos nos puede ayudar a elegir mejor nuestras «batallas». Y es aquí, donde un programa de bienestar puede ayudar

Algunas preguntas que te facilitarán valorar tu predisposición a buscar tu bienestar:

  • ¿Cuáles son tus 3 fuentes principales de estrés y cómo se sentiría transformar esas experiencias?
  • ¿Has notado alguna relación entre tu estado emocional y qué y cómo comes?
  • Si quisieras moverte más, ¿Cómo te prepararías para lograr lo que quieres con metas razonables y sostenibles?
  • Si buscas cambiar de carrera o trabajo a algo más saludable, ¿Qué pasos pequeños podrías ir haciendo para que se sienta menos aterrador y más empoderador?
  • Y si tienes una enfermedad crónica, ¿Cómo puedes negociar mejor con tu cuerpo?
  • El tiempo libre es para ti ¿Una oportunidad o un castigo?

Llegar a la fuente de las experiencias es el camino de una sólida práctica de bienestar. Al establecer nuestros contextos de vida desde una perspectiva de causa- consecuencia, nos será más fácil construir rutas nuevas y hacer planes divirtiéndonos por el camino, sin sentir que luchamos contra molinos de viento.

En momentos sociales como el actual, de profunda incertidumbre y cambio global de las reglas de juego, luego de una pandemia que dinamitó toda certeza y puso en negrita la palabra «vulnerabilidad», nuestro desafío como profesionales de la salud es ampliar nuestra mirada y nuestro encuadre ofreciendo intervenciones creativas. Los programas de bienestar son una de ellas.

Fuentes:

Vázquez Valverde, Carmelo; Hervás Torres, Gonzalo; Rahóna, Juan José; Gómez Gutiérrez, Diego. Bienestar Psicológico y Salud: aportaciones desde la psicología positiva. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, Vol. 5, 2009, págs. 15-28

Ryff, C. D., & Keyes, C. L. M. (1995). The structure of psychological well-being revisited. Journal of Personality and Social Psychology, 69(4), 719–727. https://doi.org/10.1037/0022-3514.69.4.719

Ruini, C., & Fava, G. A. (2004). Clinical Applications of Well-Being Therapy. In P. A. Linley & S. Joseph (Eds.), Positive psychology in practice (pp. 371–387). John Wiley & Sons, Inc..

@coachcambio

Huilen salud & bienestar

ORTOREXIA: Cuando comer se transforma en una obsesión

 

La ortorexia nerviosa – el trastorno alimentario ligado a la comida saludable- toma su nombre del griego «orto»: derecho, correcto.

El Dr Steven Bratman Phd, acuñó el término «orthorexia nervosa» en 1997, después de su experiencia en un distrito de Nueva York; ahí desarrolló una obsesión patológica por comer comida «sana».

«Solo podía pensar en lo que comía. Pero, a pesar de ser consciente de mi obsesión por las raíces y los vegetales me resultaba terrorífico librarme. Había sido seducido por la «comida correcta».

La descripción de Bratman describe los cambios en los hábitos alimantarios que atraviesan miles de personas como resultado de  la difusión de consejos dietarios que prometen salud restringiendo grupos enteros de alimentos sin una razón médica o una explicación científicamente válida.-

 

Es interesante observar que no solo se trata del típico «vegano»  que no come gluten, ni huevos, ni lácteos ni carnes y que podemos encontrar reunido con otros miembros de la «tribu» a la salida de una clase de yoga, hablando de las virtudes de la limpieza colónica e intercambiando recetas de pizza de tofú, sino que -a la vuelta de la esquina-  un grupo de amantes de la  dieta «paleo», defensores de volver a comer como el hombre de las cavernas, se exigen en una clase de CrossFit seguida de unos cuantos bifes de ternera; otra vez, los «paleo» no comerán gluten o granos o lácteos u otras «toxinas».-

¿Qué tan frecuente es la Ortorexia?

La línea que separa una alimentación «normal» y saludable de la ortorexia nerviosa, suele ser borrosa, pero una forma de definir esta condición refiere al hecho de que el comer «saludablemente» causa estrés y trae consecuencias negativas en la propia vida.-

Pueden sentirse consternados por haber comido un pedazo de pan, o sufrir ansiedad por no poder acceder a algunos de los alimentos que consumen o comer solo en casa donde sus «supercomidas » pueden ser controladas.-

Estas costumbres terminan afectando su relación con familia, amigos, compañeros de trabajo que se alejan por sentir que ni quieren ser culpabilizados ni desean ser «evangelizados».-

La ortorexia no está aún considerada un trastorno alimentario, pero se está trabajando en mediciones de la prevalencia en diversas poblaciones.-

Investigadores italianos han desarrollado en 2005, el cuestionario ORTO-15 , con un score <40 para detectar ortorexia y >40 significando una tendencia a conductas obsesivas y fóbicas relacionadas con la comida.-

Algunas preguntas de este cuestionario :

«Estás preocupado por la comida más de 3 horas al día?»,

«Te sientes culpable cuando transgredes tus reglas de comida saludable»? .

Usando este cuestionario, otro grupo de investigadores italianos reportó una prevalencia de ortorexia del 56% con una relación mujer/hombre de 2/1, aunque usando un valor residual de 35, la prevalencia se redujo al 21%.-

La mayoría de los estudios se hicieron en poblaciones en las que se podría sospechar un incremento de ortorexia, por ejemplo en profesionales de la salud: usando ORTO-15 , la prevalencia en un grupo de médicos turcos fue del 45,5%; en un grupo de cantantes de ópera fue del 81,1% y  32% en bailarines turcos; por su parte un grupo de profesores de yoga de España puntuó el 86%.-

Usando otro cuestionario -el test de Bratman-, 12.8% de nutricionistas austríacos fueron clasificados como teniendo síntomas de ortorexia.-

Es innegable el peso que las redes sociales y el ciberespacio tienen en la viralización de videos, material gráfico, foros, páginas «de salud», transformando a la ortorexia en el primer trastorno alimentario de la era digital.

El ortoréxico transformará el momento de la comida en un ejercicio intelectual sin placer y sin libertad, comer rico se transforma en comer correcto…no necesariamente saludable. La comida se fotografía y se comparte en las redes sociales, transformando en un «consejo» lo que no es más que una compulsión.

¿Es un trastorno mental?

La ortorexia aún no está incluida en el DSM-5 que puntúa trastornos alimentarios tales como : anorexia -bulimia-trastornos por atracón y «otros trastornos inespecíficos». Algunos clínicos proponen que debiera incluirse con criterios propios y ya están postulando algunos criterios diagnósticos. Notan algunas conductas patológicas típicas como la referencia a la limpieza, sanidad, pureza del cuerpo más que a la imagen corporal o la obsesión por el peso como en la anorexia o la bulimia..-

Como Bratman explicó en 2010:

«A veces-no siempre-la ortorexia tiene síntomas similares a un trastorno obsesivo compulsivo y a veces se parece a la anorexia. Pero también es cierto que puede no parecerse a ninguno de los dos, no se trataría del típo OCD o la típica anorexia»

También hay que tener en cuenta que las personas se mueven entre «etiquetas» y generalmente estas no sirven para diseñar soluciones terapéuticas por lo que es importante rescatar la subjetividad y la historia de cada sujeto. ¿Cómo ha llegado hasta aquí? ¿Qué sentido tiene esa conducta en su guión personal?

Quizás sería importante transmitir que no hay que confiar en todos los devotos consumidores de jugos y repollos, incluyendo los profesionales de la salud o las celebridades, si sus consejos no están basados en evidencias científicas.-

No hagas de la comida lo más importante de tu vida, quizás entre comer en soledad tu ensalada de algas o compartir una pizza con amigos, sea mucho mejor lo segundo.-

¿Y tú como puntúas?

TEST DE BRATMAN

  • ¿Pasa más de tres horas al día pensando en su dieta?
  • ¿Planea sus comidas con varios días de antelación?
  • ¿Considera que el valor nutritivo de una comida es más importante que el placer que le aporta?
  • ¿Ha disminuido su calidad de vida a medida que aumentaba la calidad de su dieta?
  • ¿Se ha vuelto más estricto consigo mismo en este tiempo?
  • ¿Ha mejorado su autoestima alimentándose de forma sana?
  • ¿Ha renunciado a comer alimentos que le gustaban para comer alimentos “buenos”?
  • ¿Su dieta supone un problema a la hora de comer fuera, y esto le distancia de su familia y amigos?
  • ¿Se siente culpable cuando se salta su régimen?
  • ¿Se siente en paz consigo mismo y cree que todo está bajo control cuando come de forma sana?

Cuatro o cinco respuestas afirmativas confirman que hay cierto grado de obsesión y conviene relajarse al respecto. Si todas las respuestas son afirmativas nos encontramos ante un claro caso de ortorexia.

Fuente:

http://theconversation.com/orthorexia-nervosa-when-righteous-eating-becomes-an-obsession-36484

Ortorexia. Diagnóstico de la enfermedad. Test de Bratman

https://www.alanrevista.org/ediciones/2015/suplemento-1/art-216/

Traducción y edición : Raquel Ferrari

 

 

ORTOREXIA: Cuando comer se transforma en una obsesión

 

La ortorexia nerviosa – el trastorno alimentario ligado a la comida saludable- toma su nombre del griego «orto»: derecho, correcto.

El Dr Steven Bratman Phd, acuñó el término «orthorexia nervosa» en 1997, después de su experiencia en un distrito de Nueva York; ahí desarrolló una obsesión patológica por comer comida «sana».

«Solo podía pensar en lo que comía. Pero, a pesar de ser consciente de mi obsesión por las raíces y los vegetales me resultaba terrorífico librarme. Había sido seducido por la «comida correcta».

La descripción de Bratman describe los cambios en los hábitos alimantarios que atraviesan miles de personas como resultado de  la difusión de consejos dietarios que prometen salud restringiendo grupos enteros de alimentos sin una razón médica o una explicación científicamente válida.-

 

Es interesante observar que no solo se trata del típico «vegano»  que no come gluten, ni huevos, ni lácteos ni carnes y que podemos encontrar reunido con otros miembros de la «tribu» a la salida de una clase de yoga, hablando de las virtudes de la limpieza colónica e intercambiando recetas de pizza de tofú, sino que -a la vuelta de la esquina-  un grupo de amantes de la  dieta «paleo», defensores de volver a comer como el hombre de las cavernas, se exigen en una clase de CrossFit seguida de unos cuantos bifes de ternera; otra vez, los «paleo» no comerán gluten o granos o lácteos u otras «toxinas».-

¿Qué tan frecuente es la Ortorexia?

La línea que separa una alimentación «normal» y saludable de la ortorexia nerviosa, suele ser borrosa, pero una forma de definir esta condición refiere al hecho de que el comer «saludablemente» causa estrés y trae consecuencias negativas en la propia vida.-

Pueden sentirse consternados por haber comido un pedazo de pan, o sufrir ansiedad por no poder acceder a algunos de los alimentos que consumen o comer solo en casa donde sus «supercomidas » pueden ser controladas.-

Estas costumbres terminan afectando su relación con familia, amigos, compañeros de trabajo que se alejan por sentir que ni quieren ser culpabilizados ni desean ser «evangelizados».-

La ortorexia no está aún considerada un trastorno alimentario, pero se está trabajando en mediciones de la prevalencia en diversas poblaciones.-

Investigadores italianos han desarrollado en 2005, el cuestionario ORTO-15 , con un score <40 para detectar ortorexia y >40 significando una tendencia a conductas obsesivas y fóbicas relacionadas con la comida.-

Algunas preguntas de este cuestionario :

«Estás preocupado por la comida más de 3 horas al día?»,

«Te sientes culpable cuando transgredes tus reglas de comida saludable»? .

Usando este cuestionario, otro grupo de investigadores italianos reportó una prevalencia de ortorexia del 56% con una relación mujer/hombre de 2/1, aunque usando un valor residual de 35, la prevalencia se redujo al 21%.-

La mayoría de los estudios se hicieron en poblaciones en las que se podría sospechar un incremento de ortorexia, por ejemplo en profesionales de la salud: usando ORTO-15 , la prevalencia en un grupo de médicos turcos fue del 45,5%; en un grupo de cantantes de ópera fue del 81,1% y  32% en bailarines turcos; por su parte un grupo de profesores de yoga de España puntuó el 86%.-

Usando otro cuestionario -el test de Bratman-, 12.8% de nutricionistas austríacos fueron clasificados como teniendo síntomas de ortorexia.-

Es innegable el peso que las redes sociales y el ciberespacio tienen en la viralización de videos, material gráfico, foros, páginas «de salud», transformando a la ortorexia en el primer trastorno alimentario de la era digital.

El ortoréxico transformará el momento de la comida en un ejercicio intelectual sin placer y sin libertad, comer rico se transforma en comer correcto…no necesariamente saludable. La comida se fotografía y se comparte en las redes sociales, transformando en un «consejo» lo que no es más que una compulsión.

¿Es un trastorno mental?

La ortorexia aún no está incluida en el DSM-5 que puntúa trastornos alimentarios tales como : anorexia -bulimia-trastornos por atracón y «otros trastornos inespecíficos». Algunos clínicos proponen que debiera incluirse con criterios propios y ya están postulando algunos criterios diagnósticos. Notan algunas conductas patológicas típicas como la referencia a la limpieza, sanidad, pureza del cuerpo más que a la imagen corporal o la obsesión por el peso como en la anorexia o la bulimia..-

Como Bratman explicó en 2010:

«A veces-no siempre-la ortorexia tiene síntomas similares a un trastorno obsesivo compulsivo y a veces se parece a la anorexia. Pero también es cierto que puede no parecerse a ninguno de los dos, no se trataría del típo OCD o la típica anorexia»

También hay que tener en cuenta que las personas se mueven entre «etiquetas» y generalmente estas no sirven para diseñar soluciones terapéuticas por lo que es importante rescatar la subjetividad y la historia de cada sujeto. ¿Cómo ha llegado hasta aquí? ¿Qué sentido tiene esa conducta en su guión personal?

Quizás sería importante transmitir que no hay que confiar en todos los devotos consumidores de jugos y repollos, incluyendo los profesionales de la salud o las celebridades, si sus consejos no están basados en evidencias científicas.-

No hagas de la comida lo más importante de tu vida, quizás entre comer en soledad tu ensalada de algas o compartir una pizza con amigos, sea mucho mejor lo segundo.-

¿Y tú como puntúas?

TEST DE BRATMAN

  • ¿Pasa más de tres horas al día pensando en su dieta?
  • ¿Planea sus comidas con varios días de antelación?
  • ¿Considera que el valor nutritivo de una comida es más importante que el placer que le aporta?
  • ¿Ha disminuido su calidad de vida a medida que aumentaba la calidad de su dieta?
  • ¿Se ha vuelto más estricto consigo mismo en este tiempo?
  • ¿Ha mejorado su autoestima alimentándose de forma sana?
  • ¿Ha renunciado a comer alimentos que le gustaban para comer alimentos “buenos”?
  • ¿Su dieta supone un problema a la hora de comer fuera, y esto le distancia de su familia y amigos?
  • ¿Se siente culpable cuando se salta su régimen?
  • ¿Se siente en paz consigo mismo y cree que todo está bajo control cuando come de forma sana?

Cuatro o cinco respuestas afirmativas confirman que hay cierto grado de obsesión y conviene relajarse al respecto. Si todas las respuestas son afirmativas nos encontramos ante un claro caso de ortorexia.

Fuente:

http://theconversation.com/orthorexia-nervosa-when-righteous-eating-becomes-an-obsession-36484

http://comeconsalud.com/alimentacion-nutricion/ortorexia-diagnostico-test-bratman/

https://www.alanrevista.org/ediciones/2015/suplemento-1/art-216/

Traducción y edición : Raquel Ferrari